Capítulo 20: Filo Cortante.

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Darling imaginaba que el demonio frente a él era el demonio elegido para ser próximo rey del mundo oscuro, Gratt con su presencia realmente emanaba una energía poderosa y dominante y esa expresión seria que tenía le daba miedo

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Darling imaginaba que el demonio frente a él era el demonio elegido para ser próximo rey del mundo oscuro, Gratt con su presencia realmente emanaba una energía poderosa y dominante y esa expresión seria que tenía le daba miedo. Todo digno de un rey.

—Gratt... —dijo Mikan sin querer soltar a Darling.

—¿Él es el ángel? —al escucharlo hablar tembló en su lugar y apretó su agarre en el brazo de Mikan.

—Si. —le contestó Mikan.

—¿Que piensas hacer con él? Es más que obvio que no podrá volver al mundo blanco.

—¿No puedo ir con ustedes?

La mirada de odio y asco que le dió Gratt apenas habló hizo que un escalofrío le recorriera el cuerpo haciéndolo tiritar levemente pero a pesar del miedo siguió hablando.

—No molestaré, no haré nada malo, solo...

—¿Y como piensas que te podríamos llevar? —esa voz oscura lo interrumpió, en ese segundo se dió cuenta que los ojos de Gratt eran mucho más brillantes que los de Mikan y el otro hermano—. En primera, los angeles no pueden respirar el aire oscuro, y segundo... Aún así, si pudieras, tu simple olor nos delataría.

—Pero...

—No tienes conocimiento de cómo vivimos... Moririamos si te ayudamos. Ya de por sí tenemos la espada en el cuello con el demonio que salió de ti.

Gio soltó una risita y se levantó de dónde estaba, camino confiado hasta ellos y sin darles tiempo de reaccionar agarró a Darling enterrando sus colmillos en su cuello dándole rápidamente una cantidad cuestionable de veneno.

Haciendo sus experimentos se había topado con la interrupción de la lógica de que cuando un ángel tenía veneno de demonio lograba respirar su propio aire. Claro... Primero debía resistir su veneno y no morir por culpa de este.

—¡¿Enloqueciste?! —le gritó Mikan empujándolo con brusquedad.

—Estoy tratando de ayudar... —le devolvió el empuje haciendo caer a Mikan al suelo.

Gratt frunció el seño, se había quedado en blanco, se estaba dando cuenta como el veneno de demonio se estaba adaptando a las células del ángel. ¿Lo estaba aceptando? Miró a Gio. ¿Cómo sabía que podía hacer eso y que funcionaría?

—Cállense... —susurró Gratt. Darling gritó cuando sintió su piel comenzar a quemarse—. Va a morir. —no había manera de que funcionará. Levantó los brazos y soltó su poder hacia él, su energía cubrió al ángel cortándole la respiración—. Si... Va a morir. —al decir eso se dió cuenta de cómo su piel se curaba con su poder—. ¿Que diablos estoy viendo? —no entendía. Era increíble lo que estaba pasando.

Detuvo su poder dejando respirar al ángel pero al hacerlo su piel volvió a arder.

—Gio... —el nombrado se levantó y fue hacia él—. Sácale un poco de veneno... Quizás con la cantidad correcta pueda soportar mi poder y no quemarse... —Gio le obedeció.

El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora