Capítulo 30: Recuerdos y Visiones.

39 3 3
                                    

Manly salió de su mente y frunció el seño mirando a Wiler

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Manly salió de su mente y frunció el seño mirando a Wiler. A su mente volvió de repente una imagen.

Al igual que Gio, Manly en ese preciso instante pensó que el culpable de su próxima muerte era a quien tenía enfrente, a su guardián, a Wiler, se suponía que terminaría cuando...

Se alejó de Wiler mirándolo de forma calmada, el guardián notó ese pequeño cambio... Bajó la mirada y se inclinó hacia adelante.

—Lo siento su majestad.

Manly carraspeó ligeramente y respiró profundo antes de darse la vuelta.

—Vamos, debemos regresar al palacio.

—Si. —Manly comenzó a caminar y Wiler lo siguió con la cabeza baja.

Wiler sentía algo... Un vacío... Algo había pasado con Manly, durante todo el camino de regreso se repitieron esos segundos en su mente, esas dos palabras que habían salido tan naturalmente de su boca no lo había imaginado, había sido su voz. Sus ojos habían estado en él, su atención, su cercanía, su cuerpo habían estado solamente en él, por unos segundos Manly había sido para él.

Sus ojos se llenaron de lágrimas. Habían sido palabras sinceras, su expresión, su sonrisa, su voz... No lo había imaginado. Levantó la mirada hacia Manly y las lágrimas salieron de sus ojos. Detuvo su paso y Manly igual.

—Lo siento... —sacó sus alas, estaba temblando, se sentía nervioso, abrumado, confundido, quería huir—. Yo... Necesito... —¿Que necesitaba?—... Tengo que... —sus labios temblaron—. Lo siento señor.

Y simplemente escapó.

Manly apretó sus manos. Soltó un suspiro. No podía darse la libertad de querer a alguien... Que estupidez... Y menos a un guardián... Y mucho menos de Wiler. No importaba lo que dejara de hacer, todo estaba sucediendo. Pero... Con un poco de esperanza, quería creer que evitando algo entre ellos... Quizás Wiler sobreviviría... Al menos que uno de los dos pudiera ver el nuevo mundo.

...

Gratt se encontraba en el patio de su casa cuando sintió que los árboles le abrían el paso a Grayson que se había ido a la región acuática, se había enterado que se había hecho amigo de un demonio de esa zona, los lentos pasos se empezaron a acercar a él, siguió con lo que hacía, haciendo crecer unas flores rojas para que bordearan toda su casa, las antiguas flores ya se habían marchitado y las quería renovar.

—Hola tío. —lo saludó apenas estuvo cerca, el tono con el que le había hablado no paso desapercibido para Gratt. Rubí lo tomó de la pierna de Grayson y lo cargó haciéndole cosquillas.

—Hola Gray... —sonrió cuando lo escuchó reír descontroladamente, Rubí lo tenía demasiado consentido, lo dejó de nuevo en el suelo.

—Tío... ¿Puedo preguntarte algo?

El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora