El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] II

Capítulo 53: Inútil.

Un meses después...

Mientras los días pasaban todo parecía cada vez más eterno. No habían salido del bosque en mucho tiempo, no podían. Manly había estado provocando ciertos temblores en el bosque pero Gratt no dejaba pasar ninguno, retenía y devolvía con el doble de rudeza que ya habia destruído los principios de Trost y Clant las dos ciudades que tenía al frente, y habían llegado residuos a Kalyn.

Gratt había cambiado demasiado, se veía decaído y en su mirada se detonaba la tristeza. Toda la familia era capaz de sentir ese odio y ese resentimiento que había en su corazón hacia Manly, era bastante fuerte, y se estaba reteniendo demasiado para no ir a matarlo de una vez.

...

Mikael saltó de una rama a otra respirando profundo, Nuri le envío una fuerte rama con velocidad y él solo se dejó caer usando su energía para detenerse justo antes de chocar con el suelo. Otra rama fue directo a su cabeza, Mikael separó sus piernas dejándose caer. Sus reflejos funcionaban lo suficiente ya que su audición era muy buena, se comparaba con la de Gratt. Su sentido del tacto también estaba subdesarrollado, pero experimentar esa sensación era bastante extraño.

Los experimentos habían sido bastante útiles, Gratt no había dejado que siguiera jugando con Megoro así que tuvo que experimentar con algo más, él mismo. Terminó usando su energía con sí mismo, podía detenerse también, sabía que podía hacerlo con un tercero pero que pudiera usarla con él mismo fue sorprendente.

La energía lo envolvía y detenía abruptamente cualquier cosa que viniera del interior al exterior, tuvo que conseguir un equilibrio perfecto y específico para que no afectará sus funciones vitales y solo detuviera sus músculos. Su magia era extraña, solo podía hacer las cosas flotar y al apretar la mano las destruía. Nada mas... Seguramente podría aprender a hacer más cosas después.

Levantó la vista cuando el bosque volvió a temblar...

Era Manly. Desde hacía algunos días había estado mandando ataques bastante fuertes, probandole a la mayoría la dureza que poseía el bosque en ese momento.

El espíritu de Cesil salió de su cuerpo y se sentó en el suelo.

«¿Que hace?», susurró Mikanel y Cesil alboroto su cabello.

—¡Incluso saliéndome del cuerpo sigo escuchándolo! —soltó un suspiro—. Joder... —Mikanel respiró profundo y salió del cuerpo de Mikael.

—¿Tan fastidioso soy? —el niño lo miró y negó con la cabeza.

—¡Eres insoportable! ¡Hablas demasiado!

—Solo tienes que entrar en el agua y dejar de escucharme idiota... —le dijo en tono burlón.

—¡No me gusta meterme en el agua!

—Entonces te aguantas.

—A mi no me molesta Mikanel. Dice cosas interesantes. —dijo Mikael, el espíritu oscuro miró al espíritu blanco y le sonrió—. Aunque la mayoría de veces no se de que habla... —Mikanel suspiró.