Capítulo 24: Curación y Resurgimiento.

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Manly se dirigió a paso tranquilo hacia las habitaciones que seguían encontrándose con un guardián en muy mal estado

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Manly se dirigió a paso tranquilo hacia las habitaciones que seguían encontrándose con un guardián en muy mal estado. Manly colocó una mano sobre su cabeza mirando todo lo que había pasado.

—Él es el guardián que ayudó al príncipe, señor... Está muy herido.

—Tratenlo adecuadamente.

—Si señor.

Pasó a otra habitación en dónde se estaban curando Gio y los guardianes. Kalto, el hijo más pequeño de los Althes, con poderes de curación estúpidamente rápidos los estaba ayudando.

—Con esto todos estarán como nuevos, su majestad.

—¿Por qué no haces lo mismo con Gratt?

—Morirá si lo hago. Es menos riesgoso esperar a que se regenere todo su cuerpo naturalmente.

—Claro...

—Sanará...

—Lo se.

Kalto le hizo una reverencia y se fue de la habitación. Manly se acercó a Gio moviendo su cuerpo hasta que esté con algo de fastidio le hizo apartar las manos.

—¡Estoy bien! —dijo—. Solo fueron unos rasguños.

Rest al terminar de curarse se despidió y se fue de regreso con Mikan. Él había sido el menos perjudicado. Después de media hora las heridas de Gio y de su guardián sanaron y se marcharon. Manly se sentó en un banquillo junto a la cama dónde dormía Wiler.

El más afectado fue Wiler, el ángel lo había lastimado bastante con su energía, tenía varias quemaduras alrededor de su pecho y en su rostro, Kalto lo había dormido. Manly recostó su cabeza en la cama y agarró la mano de Wiler. La punta de sus dedos estaban quemadas, sus brazos tenían rasguños muy profundos que seguramente le había causado ese ángel en medio de todo el forcejeo. Una profunda herida atravesaba su pecho, una herida que solo hace el filo de un ala.

—Los ángeles solo saben destruir... —susurró dejando salir su energía envolviendo a Wiler en esta, cubriéndolo con su poder de curación, quería irse de allí y no lo haría sin Wiler—. Solo esperan a que nos quedemos con los brazos cruzados sin responder a nada. No pienso dejarlos libres.

—La próxima... —Manly levantó la cabeza al escuchar esa voz, Wiler se había despertado, esos temblorosos ojos lo miraron—. La próxima vez... mataré a ese ángel para usted, mi señor... —Wiler le dió una sonrisa que a Manly le dolió el rostro de solo verlo, pero a su pesar dejó salir un suspiro de alivio al ver que se encontraba bien.

—No hables ahora Wiler... Debes descansar. —pasó una mano con delicadeza por encima de su cabello haciendo a Wiler suspirar y perseguir su mano que se deslizó por su rostro—. Nos iremos de aquí cuando estés bien. Duerme ahora.

...

Heni corría por un bosque del mundo humano escuchando miles de pisadas corriendo detrás de él, persiguiendolo.

El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora