Capítulo 39: Libro de Hechizos.

15 3 4
                                    

Luego de que pasaron tres días Gratt ya comenzaba a perder la paciencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego de que pasaron tres días Gratt ya comenzaba a perder la paciencia.

Había pasado bastante tiempo simplemente sentado frente a la cabaña mirando el libro esperando algún tipo de milagro. ¡¿Que mierda era lo que Goy quería?! ¡¿Por qué todo debía ser complicado con él?!

«No puedo dejar mi libro de más de un millón de hechizos a merced de cualquiera, Gratt...»

—¿Y que quieres que haga? —dijo suspirando de cansancio—. ¿Y que debo tener antes de poder verlo? ¿Un ataque de desesperación? ¿Una deconstrucción mental que lentamente me lleve hacia la locura? —Goy rió, Gratt sonrió amargamente—. Que bueno que al menos uno de nosostros se esté divirtiendo.

«Megoro también se divierte.»

Gratt levantó la mirada viendo a Megoro corretear en su forma de lobo por el patio siendo perseguido por Grayson, sin dudas al menos tenía a alguien más para que él se entretuviera. En ese momento vió como Rubí lo miraba mientras movía la boca, abriéndola y cerrándola un par de veces. Goy frunció el seño y el árbol se enderezó sin moverse.

Volvió a mirar el libro, dejó salir su energía y este hizo brillar la tapa del libro, tenía restos del interior de Rubí, como... ¿Restos del jugo gástrico? Levantó el libro y volvió a mirar a Rubí.

"Rubí es el árbol milenario que se ha mantenido en pie desde la era de los espíritus, es inmune a la magia y a cualquier hechizo externo, no puede romperse ni quemarse, no necesita alimentarse y por eso es el único que ha sobrevivido tantos años. Una de las muchas brillantes creaciones de Goy."

Se levantó del suelo. ¿Creación indestructible? No se hace algo indestructible sin ninguna razón, debe de cuidar algo o proteger algo. Se acercó a Rubí y este abrió la boca. ¿Debía comerse el libro? Miró a Megoro y este se había detenido de su juego con Grayson y le hizo un movimiento de cabeza leve hacia el árbol. Metió el libro dentro de la boca de Rubí y se lo tragó.

«Quítate Gratt... Rubí va a vomitar.»

En un parpadeo Gratt ya estaba al lado de Megoro. Cuando Rubí comenzó a tener ciertas contracciones en su estómago y su garganta fue que Goy finalmente le dijo algo.

«El libro que te di también lo creé, es un supuesto manjar para Rubí pero tiene un sabor asqueroso. Ese libro solo era la llave» Sin dudas Rubí iba a vomitar. «El verdadero libro está en su estómago.»

Se quedó mirando ambos libros en el suelo rodeados de un líquido grisáceo que se veía horrible. Cómo no quería tocarlo espero a que el bosque limpiará el suelo y se deshiciera de todo antes de tomar el libro. Megoro tomó el primer libro y lo hizo desaparecer devolviéndolo a Goy.

Gratt tomó el libro y apenas estuvo en sus manos más de cincuenta púas se enterraron en sus manos atravesando su piel y sus huesos. Se quedó en blanco viendo como todo el libro se manchaba y empapaba de su sangre.

El Oscuro Brillo de la Luna. [TRILOGÍA DE ÁNGELES Y DEMONIOS] IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora