Entró a la habitación, soltó su cabello y deslizó su albornoz, y así desnuda se metió entre sus sábanas de seda negra.
Estaba muy inquieta saber de la presencia de el profesor en su casa.¿Que hace aquí? Se preguntó mentalmente.
Apagó las luces cerró los ojos y por un instante los abrió, de pronto vió esa silueta fornida parado en la puerta de la terraza de su habitación, su cuerpo tembló de miedo al sentirse invadida por ese extraño entrometido.
Se acerca a mi y Sigo como una hoja moviéndose al viento, de los nervios.
- ¿Que hace aquí? ¿Con que derecho invade mi habitación.?
Pregunto sin tener respuestas. Camina lentamente, rodea la cama quita las sábanas que cubren mi desnudo cuerpo.
- Niña mala estás desnuda, y eso me gusta. Se sube a sobre mi cuerpo, me prisiona con sus piernas, y sostiene mis manos por encima de mi cabeza.
- Serás mía niña malcriada, te castigaré por ser una niña mala.
Susurra en mi oído.
- ¡Suelta Me! - Trato de sacarme lo de encima pero no puedo.
- Shiiiii, callada niña mala. Hoy yo obedecerá mis órdenes. ¿Entiendes? Yo te ordeno. Y tú me obedecerás.Sacó un pañuelo de su bolsillo, y lo ató a mis manos junto a la cama, luché para sacarme lo de encima nuevamente, pero era más fuerte que yo, esos brazos, ese perfume, su aliento mentolado, hizo estremecer mi cuerpo. Quitó su corbata.
Se acercó a mí, y en un susurro me dice entre un roce de labios.- Déjame mirar tus ojos de esmeralda, que me vuelven loco. Son tan hermosos, y esos labios una tentación.
Pasó su lengua por ello, sentir esa húmeda lengua sobre mis labios, era muy excitante.Vendó mis ojos con la corbata, ya no veía solo sentía su aliento rozar mi cuello, sus manos deslizándose a través de las sábanas, me estremezco porque esa sensación de sentir sus manos sobre mi, me calienta y mucho.
De pronto me siento descubierta, el tira nuevamente de las sábanas, se que me mira, lo siento, siento esa mirada penetrante sobre mi, estoy desnuda.- Niña mala ¿Por qué estás así? Pregunta nuevamente.
- Te ordeno que actives tus sentidos.
Sentirás cada roce cada caricia que te proporcione. Me sentirás en cada una de ellas y desearás más de mí.Sentí como deslizaba una sutil pluma por mis piernas, subió muy despacio y eso me producía un escalofrío mi cuerpo temblaba.
- Habré las piernas niña mala. - Me ordena y obedezco.
Abrí mis piernas y sigue con la pluma acaricia mi sexo con ella, y un gemido sale de mi garganta.
- Mmmmm.
Continúa subiendo por mi vientre, luego llega a mis pechos, y es ahí donde hace énfasis en mis pequeños pezones haciendo círculo con la punta de la pluma.
Muerdo mis labios tan fuerte, casi hasta sangrar.- No puede cerrar las piernas, niña. No te di permiso de hacerlo.
Arqueo mi espalda por la necesidad que siento, de que los tome en su boca.
"Dios este hombre me va a matar"Sigue jugando en mis pechos, primero uno después el otro. Luego va subiendo lentamente por mi cuello, mi boca está abierta mis labios tiemblan.
- ¡Aaaah! - Un gemido sale nuevamente de mi garganta.
Jamás había experimentado tanto placer.
Siento su aliento cerca de mí oído, y en un sutil susurro me pregunta.- ¿Te gustó? Niña mala, contesta.
- Sii. Me gusta. - Respondo de la misma forma.
Siento un aroma delicioso, mi favorito, chocolate.
Y nuevamente siento, y esta vez es algo tibio deslizándose entre mis pechos y bajar a mi vientre.
Siento uno de sus dedos hacer círculo en la sustancia deslizándose hacia mi cuello, mis labios siguen temblando, mi boca está entre abierta paso la punta de mi lengua por ellos y es ahí que siento su dedo introducirse en mi boca. Uno luego dos y por último un tercero.
El retira sus dedos y acaricia mis labios arrastrándolo entre ellos.
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Un amor sin máscara, mi Daddy (3er Libro De La Saga Cielo Eterno)
RomanceDADDY Amor sin máscara Una historia de amor, que surge en las aulas de la universidad. El odio se convierte en amor. Conoce la historia de Lucciano y Luggina. Luggina Pierre una joven estudiante a pocos meses de cumplir sus 19, con una belleza...