33. DESCUBRIENDO UNA DOLOROSA VERDAD

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Miguel Ángel estaba en el departamento sumergido en una tristeza que solo el veía frente al espejo.
Bianca había desaparecido y no se sabía nada de ella, se había casado con Felipe Calderón y no sabían de su paradero.
" Bianca, Bianca. Te voy a olvidar, así se me vaya la vida en eso"
Se levantó, fue a la terraza de su habitación y entre los arbustos encontró un pequeño broche.
Lo recogió y lo apretó entre su mano, suspiró profundo, cerró sus ojos, volvió a dentro, su teléfono sonó y vio que reflejaba mi Prince.
— ¡Mi peque! ¿Cómo estas? ¿Te sucede algo? Te escucho diferente.
— Necesito a mi confidente, a mi hermano mayor. Por favor.
— ¡Voy enseguida mi Prince! Espérame.
Colgó la llamada se metió al baño y salió, sabía que si su Prince le decía esas palabras era por qué estaba muy mal.
Salió de su departamento o y en menos de treinta minutos estaba en el estacionamiento del edificio de Luggina.
Luggina luego de desayunar se metieron al baño se ducharon, se arreglaron y Lucciano tenía que salir.
— Mi brujis, voy al departamento para traer algunas cosas que me hacen falta, ya no viviré más ahí.
— Está bien cariño, yo llamaré a Miguel Ángel necesito salir a buscar a Bianca.
— Mi brujita, sabes que aparte de Miguel Ángel me tienes a mi, ¿ Verdad?
— ¡Lo sé mi vida! Solo tú y el me han visto vulnerable.
— Eres humana mi amor, no siempre tienes que ser esa mujer fría e indiferente como te ven los que no te conocen. Siempre puedes contar conmigo para lo que sea.
— Gracias amor.
Unieron sus labios y Lucciano se marchó, media hora después era Miguel Ángel quien llegaba.
— ¡Mig! ¡Llegaste! — Dijo Luggina abrazándose a Miguel Ángel.
— Mi Prince ¿Que sucede? ¿Por qué estás así? ¿Que sucedió?
— Mig, ayer fuimos a casa de Papá Alessandro, quise ir a saludarlo a su oficina y cuando estaba a punto de entrar escuché una conversación rara con mi Nono.
— ¿Y que escuchaste? Por qué al parecer eso te tiene así.
— Hay algo que no sé, un secreto que me han guardado lo han ocultado todos.
Miguel Ángel recordó cuando Lucciano lo eligió para ser el custodio de la hija de su cliente y amigo.
Flash Back.
En celular de Miguel Ángel sino y era el nombre de Lucciano el que reflejaba en la pantalla.
— Dime Lucciano. — Contestó Miguel Ángel.
— Tienes tu primer trabajo. Tienes que venir para darte la información
Miguel Ángel era un joven de la misma edad de Lucciano.
Sabía entrenado en el ejército y ahora había entrenado y preparado para ser un jefe de guardaespaldas.
Salió tan pronto como pudo, y una hora después ya estaba en la oficina de Lucciano.
— Señorita, tengo cita con el señor Lucciano.
— Si, lo está esperando, pase por favor. — Responde la asistente que recién estaba en semana de prueba, Mirta anunció la entrada de Miguel Ángel.
— Miguel Ángel pasa y siéntate por favor. — Expresó Lucciano señalando el sillón frente a él.
Hablaron del trabajo que tendría que hacer y a quien custodiar.
Y así fue como Miguel Ángel llegó a la vida de Luggina Pierre.
Fin Flash Back,

Miguel Ángel quería decirle que conocía Lucciano, pero eso sería romper la ética profesional y de confidencialidad laboral.

— Mi peque, tal vez te confundiste, no escuchaste bien.  Trató de distraerla.
Luggina lo miró achicando los ojos, como analizando su comportamiento.
— No se por que tengo la sensación de que me ocultas algo.
Miguel Ángel tensó se quijada, marcando su maxilar.
— Luggina, sabes que eres mi prioridad. — Luggina lo interrumpió.
— Lo se, soy tu trabajo exclusivo desde hace años.
Miguel Ángel la observó achicando los ojos.
— Prince.
— ¡Miguel Ángel! ¿Dime por que desde pequeña tengo un séquito de hombres tras de mí? ¿Y tú cómo mi jefe de seguridad? Tengo derecho a saber, no le pregunto a mi jefe de seguridad, le pregunto a mi hermano.
Esa palabras le pesaron a Miguel Ángel, prefería que lo tratara en ese momento como su empleado.
— Peque, por favor entiende me, si pudiera te lo diría.
— ¡Solo quiero saber de qué me cuidas¡ ¿O de quién?.
Miguel Ángel camino de un lugar a otro y no lo pensó mucho.
— Mi Prince, te lo voy a decir y no quiero que lo rebeles, y si alguien te lo dice harás de cuenta que recién lo sabes.
— Lo prometo. Pero por favor, tú no me mientas.
— No lo haré te diré lo que se.
— Escucho y después de que me cuentes todo quiero que me ayudes a investigar algo.
— Pues todo empezó cuando una de las cuatrillizos fue secuestrada. ¿Lo recuerdas verdad?.
— Si lo recuerdo, pues esa loca estaba en el manicomio tus padres pagaban su tratamiento.
— Eso recién me entero. ¿Y que pasó con esa mujer?
— Se escapó del sanatorio. La buscaron y es por eso que pusieron a cada miembro de la familia Guardaespaldas.
— ¿Y quién es Kiara?
— De eso no tengo conocimiento. ¿Y de dónde sacaste ese nombre?
— Lo encontré en los archivos de mi papá alessandro y de papá Stéfano. Y por lo que veo no tiene nada que ver con lo que me estás contando Entonces el secreto es lo que está guardado en esta memoria.
Expresó Luggina mostrando el dispositivo.
— ¿Lo quieres hacer sola o quieres que te acompañe a descubrir lo que está ahí?¿O es de esa investigación que me hablas?.
— Sí, es de esta investigación que te hablo. Quiero saber todo con respecto a esa mujer, nunca escuché su nombre, y es raro ver qué tanto papá Alessandro como Stefano tienen un archivo con el mismo nombre.
— ¿Y Lucciano está al tanto de todo esto?
— No, no lo sabe, primero investigaré y luego se lo diré. No se lo dirás.¿Verdad?.
— No mi Prince, tu serás tú quien se lo digas o preguntes.
Miguel Ángel contó toda la historia de Adell Fischer, la ex novia de su padre Stéfano.
Se quedó impresionada de ver hasta dónde llega una mente retorcida por
La ambición de escalar posición y las locuras por retener a un hombre.
Miguel Ángel llevó a Luggina a su departamento. Llegaron pero jamás se percataron de que eran perseguidos por un lente de cámara.
Miguel Ángel pasó un brazo por el hombro de Luggina y ella lo abrazó.
— Tranquila mi Prince, ya verás que no será nada malo, tal vez son negocios que tienen en común son tantos negocios los que tienen tus padres que puede ser eso.
— No Miguel Ángel, presiento que esto es algo más grande, algo que va a cambiar mi vida para siempre.
Subieron al ascensor y llegaron al piso, Luggina ojeo cada espacio decorado por su amiga Bianca.
— Aún te sigues martirizando con los recuerdos. Ya déjala ir, ella escogió su destino lejos de ti fue su decisión y hay que respetarla. Yo sé que te duele pero tenemos que seguir, a mí me hace mucha falta mi amiga.
— Algún día lograré olvidar la.
Miguel Ángel empezó con el trabajo junto a Luggina, empezaron a mirar cada archivo guardado, historial médico de Pierina y de los años que estuvo en coma, los resultado de los exámenes realizados que daban positivo a la droga que había ingerido.
— ¿!Mi mamá fue drogada!? Y es justo en el tiempo cuando estaba embarazada de mí. — Expresó Luggina con asombro.
— No tenía idea de todo esto, cuando llegué a trabajar para ti, y con la familia Pierre se me informó solamente lo que te conté el caso de Adell fischer
Siguieron investigando y cada vez más Luggina descubría el terrible pasado que envolvía a sus padres.
— ¡No puedo creer tanta cosa! Pobre de mi mamá, fue drogada, y esa supuesta mejor amiga la traicionó, esa Kiara es una perra traidora. Ahora entiendo el porqué no quería que pasara tiempo con mis amigas. Ella tiene duda de la palabra amistad.
— También me sorprende esta información, y me hace comprender la actitud de tu mamá.
— Y ese Donatello fue el prometido de mi mamá y estuvo a punto de casarse con ella. ¿Cuántos hombres hay en la vida de mi mamá?
Luggina miró a Miguel Ángel. Y un pensamiento llegó a su mente, y lo expresó en palabras.
— ¡Miguel Ángel! ¿Quién es mi verdadero padre?
Luggina por primera vez se sintío fuera de lugar, empezó a dudar de su identidad. Un nudo se formó en su garganta y continuó.
— Amo a papá Stéfano, amo a papá Alessandro, y ahora aparece este Donatello en la historia de mi madre, él la deja plantada el día de su boda, y ella resulta que está embarazada, yo ya no entiendo nada Miguel Ángel, mi mundo se está desmoronando. Ya no se quién soy.
Luggina se quebró frente a Miguel Ángel, lloró de impotencia al sentirse fuera del lugar. Miguel Ángel la abrazó y ella a él. los sollozos eran tan fuertes que no podía controlarlos.
— Me siento perdida Miguel Ángel,  siento que este no es mi lugar, que nada de esto me pertenece, siento que no soy quien he creído ser todo este tiempo.
— No digas eso mi Prince, llevas el apellido Pierre así no lleve su sangre, eres una D'Alessio porque naciste de tu madre, No tienes por qué sentirte fuera de lugar, perteneces a esa familia, es tu familia. Todos te aman. Y tú a ellos, también tienes a tus hermanos, y me tienes a mí. Yo estaré siempre para ti puedes contar conmigo en lo que sea, y para lo que sea, siempre seré tu hermano mayor, tu amigo, tu confidente, tu guardaespaldas, tu compañero de locuras, y de aventuras, siempre vas a ser mi niña, mi princesa, mi hermanita pequeña, mi peque.
La abrazó fuertemente a lo cual ella correspondió

Un amor sin máscara, mi Daddy (3er Libro De La Saga Cielo Eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora