9 TE TENGO NUEVAMENTE

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Lucciano después de salir de dar la clases en la universidad, recordó que tenía pendiente una visita a su viejo amigo Alessandro.
Llegó al imponente edificio de telecomunicaciones, donde estaba Alessandro, pero no se imaginó a quien se encontraría ahí.

Los sonidos de unos cristales rotos en el suelo de la oficina, un mal movimiento de mano y el porta retrato de familia fue a dar al suelo.
- ¡Sofía! - Llamó a su asistente.
- Dígame señor. - Contestó muy nerviosa, entró y vio los vidrios rotos y continuó.
- Enseguida recojo eso señor.
- Envía a que la arreglen, la quiero hoy mismo..
- Enseguida lo hago señor.

Sofía era un manojo de nervios, estaba en periodo de prueba, tomó la foto y se dispuso a salir.
- Buenas tardes. ¿Señor tiene cita con el señor Berlusconi?
- Buenas tardes, no, no tengo cita, pero puede anunciarme con él, pueda que me reciba.
Sofía anuncia a Alessandro de la visita de Lucciano.
- Señor, el señor Lombardi no tiene cita pero desea hablar con usted . - Le dice y enseguida le dio orden de hacerlo pasar.
Lucciano pasó a la oficina de Alessandro y fue recibido por un muy alegre amigo.

- Lucciano Lombardi, un gusto volver a verte - Dijo levantándose de su asiento.
- Muchos años Alessandro, me fui después de tu investigación y no volví por este país, ahora estoy de vuelta para nuevo trabajo.
- ¿Investigación?
- No, suplantación. - Rieron, continuaron con su conversación.
Alessandro sirvió dos vaso de whisky y le brindó uno.
- ¿Y bien? No pregunto por qué debe ser privado, pero cuéntame. ¿Por cuanto tiempo te tendremos por aquí.?
- No, no es nada relacionado con mi trabajo, estoy de sustituto en la universidad. Solo que no utilicé mi verdadera identidad.
La conversación siguió, hasta que un huracán en forma de mujer llegó arrasando con todo.
- ¡Papá! - Dijo Luggina entrando sin tocar la puerta, Alessandro la miró y se levantó a recibir a su princesa mayor.
- Mi amor que bueno que está por aquí ¿Que sucede?.
- Papá disculpa no pensé que estarías ocupado, Sofía no estaba y creí que.
Lucciano se gira y se encuentran frente a frente.
- Buenas tardes señorita Pierre.
Los colores de Lugg se intensificaron
- Profesor. - Dijo a modo de saludo.
Alessandro entendió a lo que Lucciano se refería con su nuevo trabajo, y vio cierta molestia en su hija.

- Veo que se conocen. - Dijo Alessandro
- Es él sustituto de una maestra en la universidad, papá.
- Así es, era justo lo que te contaba.
- Comprendo pero.
Pero Alessandro se quedó a media palabra, no entendió el por qué de su identidad falsa.
- Papá regreso luego sigue con tu visita.
Expresó Luggina de modo despectivo.
- No, no se preocupen yo me retiro. Tengo que preparar clases para después.
- Nos estamos comunicando para reunirnos con Stéfano y los demás.
Lucciano se despidió de Alessandro y al momento de hacerlo de Luggina se encontró en esos ojos intensos.
- Hasta luego señorita Pierre.- Se despidió extendiendo su la mano la cual Luggina respondió y fue en ese momento que lo recordó.

Flash black.

Ven ojitos esmeralda, que hermosa chiquita"
- Tú tienes una voz muy bonita. - Dijo la pequeña en los brazos del desconocido.
- ¿En serio? Jamás nadie me dijeron eso antes, eres la primera.
- ¿La primera?
- Mmj, nadie antes que tú.
- Pues entonces seré tu novia, si soy la primera en decírtelo, soy tu novia ¿verdad.?
- ¡Ajá!

Fin Flash black.

- !Eres tú¡ - Dijo en un susurro.
Lucciano entendió la expresión de Lugg.
Luggina tomó su mano y una sensación electrizante los recorrió a ambos, el mundo se detuvo en ese apretón de mano y en esas miradas .
Alessandro se aclaró la garganta para romper el momento, se soltaron las manos y Lucciano se marchó.
Luggina giró y miró a su padre.
- ¡Papá!
- Dime hija.
- ¿Él, es aquel hombre que evitó que cayera debajo del caballo cuando yo era una niña?
- ¡Si! es él.
"Entonces el tiene mi collar y yo el suyo" pensó
- ¿Pasa algo hija? Dime lo que sea, sabes que siempre estoy para ti.
Luggina se abrazó a él como siempre lo hacía desde niña,
- Lo sé, mi rey número uno .
- ¿Tu rey número uno?
- ¡Ajá!.
- Seguro a Stéfano también le dices rey número uno.
Rieron y continuaron con su conversación.
- Sabes que los dos son mis amores, que soy muy afortunada de tener a los dos padres mas lindos del mundo.
Le dijo sentada en sus piernas y dándole besos.
- Hija tu madre me llamó.
Lugg se levanta de una, ya sabía que le diría Alessandro.
- Papá, yo haré la fiesta en el yate con mis amigas, le guste a mamá o no.
- Que te digo yo. Es tu fiesta y lo que deseo es que estés bien y feliz .
- Lo soy papi, y mucho. Dio un abrazo y haciendo énfasis en mucho, dio un beso más y saliendo de la oficina de su padre.
- Papá, por favor puedes hacer que cambien a ese profesor.
- ¿A Lucciano?
Luggina se quedó mirando a Alessandro y comprendió.
- Su papá, a Lucciano.
" Así que Lucciano es tu verdadero nombre." Se dijo mentalmente.
Luggina salió del edificio de Alessandro y fue a la residencia Pierre.
Salió corriendo y entró a ver a su abuelo Enzo.

- Nonni, che gioia che siate arrivati.

- Non preferisco per niente al mondo la festa di compleanno della mia nipotina maggiore e della mia prediletta.

- Mi parli del tuo preferito perché i quattro gemelli e i gemelli non ci sono, vero?

- Abuelos, que alegría que llegaran.

- No me perdería por nada del mundo la fiesta de cumpleaños de mi nieta mayor y mi preferida.

- Lo de preferida me lo dices por que no están los cuatrillizos y las gemelas, ¿verdad?
Le encantaban sus conversaciones en su idioma natal.

Hablaron de mucho y todo lo que hicieron cada quien.
Luggina se despidió de sus abuelos y salió con destino a su residencia.

Inusualmente muy callada, Miguel Ángel la miraba por el retrovisor cada cierto tiempo.

- ¿Y bien? ¿Será que estoy perdiendo la confianza de mi Prince?
- ¿Recuerdas el collar del que te hablé de niña?
- Si, lo recuerdo, pero dime qué tiene que ver tu collar con tu comportamiento raro.
- Descubrí quien es el dueño.
- ¿Descubriste quien es el dueño?
- Si, y a que no sabes quién es.
Miguel Ángel parquea el carro a un lado y se gira para mirar sin creer lo que imagina.
- No, no me digas que es el profesor.
Luggina lo mira fijamente mordiendo se el labio inferior y asintiendo lentamente .
- No, no, no y no lo puedo creer. ¿Como lo descubriste?
- Es amigo de papá Alessandro.
- Sabes que me cuesta creer lo que me dices.
- Ya mi me cuesta creer que el hombre de mis sueños de niña sea el mismo con el que dueño ahora.
- ¿Sueñas ahora?
- Si Miguel Ángel, sí no que los sueños ahora cambiaron. Son diferentes que los que tenía de niña.
- Prince. ¿Y eso es bueno o malo? No se cuáles son tus sueños de niña y mucho menos los de ahora.
- Lo único que sé es que, no se nada Mig, estoy tan abrumada con este descubrimiento, jamás me imaginé que aquel hombre al cual yo le dijera que era mi novio y que cuando crezca me casaría con él, sea el hombre que más odio.
- Prince, perdóname por lo que te diré o preguntaré, no sé cómo lo tomes. Pero dime, ¿Cuál es el motivo del odio hacia el profesor Santini.
Luggina miró a la nada para analizar y dar su respuesta,
- No lo sé, Mig, es un arrogante prepotente, solo se que no lo soporto.
Lágrimas rodaban por su rostro. Tenía sentimientos encontrados, descubrir que el hombre que la hacía sonreír en recuerdo lejano del pasado era el mismo que odiaba ahora en su presente. Miguel Ángel era el único que podía verla en su quiebre emocional, se acercó a ella y la abrazó.
- Tranquila mi peque, tomarás el control de todo, hasta de tus emociones.
- Por favor, iré a al mirador necesito paz interior necesito calmar mis demonios internos.
- Te puedo acompañar no quiero dejarte sola, has de cuenta que no estoy. Mi trabajo es
- Miguel Ángel, ya sé cuál es tu trabajo, por favor.
- Esta bien, Prince como quieras.
Entregó las llaves del carro, Luggina subió al auto y se marchó.
Miguel Ángel la seguía en uno de los carros que siempre estaban a su disposición .
Luggina llegó al mirador, estar a esa altura y ver la ciudad entera sentía que la calmaba,
De pronto escuchó una moto a lo lejos, miró y era nuevamente ese desconocido.
" ¡Rayos! Por qué no puedo tener un momento de soledad en paz "
- ¡Hola! Nos volvemos a encontrar.
Saludó el desconocido detrás de ese protector.
- No veo cuál es la sorpresa de que esté aquí, creí ser clara diciendo que es mi lugar favorito.
- Y el mío también.
- Pues disfruta tu momento y has de cuenta que no estoy. Yo haré lo mismo.
- ¿Por qué estás de mal genio?
- Y que te hace pensar que tengo que responderte, no te conozco y por favor ya no me hables.
- En serio que tienes un genio, muy especial.
- En serio es que te digo que no me hables, la verdad no sé cómo descubriste este lugar, es solo mío, lo mandaré a cerrar.
- Pensé que era público.
- No, no es público, pero cuando yo estoy es mío y así que por favor déjame sola.
- No lo haré.
- ¡Si lo harás! o llamaré a mis guarda espaldas para que te echen.
- Puedes llamar al mundo entero si quieres, niña, pero no me iré.
Luggina salió del lugar hecha una furia, trató de salir pero tropezó y por poco cae al precipicio.
Lucciano en un movimiento estratégico logró atraparla y llevarla su cuerpo abrazándola tan fuerte .
- Te tengo. - Le volvió a decir cómo hace años atrás. Nuevamente sintieron esa sensación de electricidad recorrer sus cuerpos. Y se perdieron en la oscuridad de sus ojos donde sus miradas se encontraron nuevamente.

Un amor sin máscara, mi Daddy (3er Libro De La Saga Cielo Eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora