61. EXTRA 3

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El sacerdote continuó con la ceremonia.
- El amor es el principio de todo, si no hay amor todo está destinado al fracaso, Dios dejó al hombre y a la mujer para que formen y creen ese vínculo llamado amor, hoy estamos aquí para que Adrián Alonzo y Pía, refuercen y bendigan ese vínculo. Lo que Dios a unido no lo separa el hombre. Adrián Alonzo ¿Aceptas por esposa a Pía Zambrano? Para respetarla amarla y serle fiel hasta que la muerte lo separe.
- Acepto - Respondió Adrián Alonzo mirando a Pía a los ojos.
- Y tú, Pía ¿Aceptas por esposo a Adrián Alonzo, para respetarlo amarlo y serle fiel hasta que la muerte lo separe?
- Acepto. - Pía sonrió y acarició su vientre y continuó la frase.
- Te aceptamos para seguir creciendo juntos en familia.
El sacerdote continuó.
- Si no existe ningún impedimento entre los presentes que no esté de acuerdo con esta unión que hable ahora o calle para siempre.
El sacerdote miró a los presentes y continuó.
- De no haber ni gin impedimento los declaro marido y mujer, puedes besar a la novia.
Adrián Alonzo unió sus labios a los de Pía, en un tierno beso lleno de amor y ternura.
Todos aplaudieron y felicitaron a los novios.
La recepción fue entre famila y pocos amigos.
Su viaje de bodas se suspendió por el embarazo, llevar dos inquietos varones que se movían tanto era algo que la dejaba muy cansada a Pía.
Los meses pasaron, dos, a los siete meses, estaban todas reunidas.
Y ahora estaban en la celebración del baby shower era una tradición que iniciaron Pierina, Alexa, Mericci y Chiara, en festejar esa pequeña reunión en los jardines de la mansión Pierre.
Dos mese más tarde

- Adrián despierta, Adrián ¡Despiertaaa! Tus hijos ya vienen.
-¿Ya? ¿Que no les falta una semana?.
- ¡Adrián Alonzo! ¡Te levantas ya! Tus hijos ya vienen. ¡Aaaaaah! Duele.
- ¡Ya voy! ¡Ya voy!
Adrián Alonzo daba vueltas en la habitación, no sabía qué hacer a pesar de recibir las clases prenatales.
- ¿Que carajo haces dando vueltas Adrián Alonzo? ¡Apúrate!
- Las llaves, los pañales, todo listo, vamos.
Adrián Alonzo ayudó a Pía a bajar las escaleras, subieron al auto para ir al hospital.
Xander Dominick junto a Adara Raphaella y Amaranta Cristea los esperaban para el gran momento,
Las horas transcurrieron y el llanto de Enzo inundó la sala de operaciones los médicos lo recibieron y dos minutos después era Renato el que lloraba, luego de ser atendidos por sus pediatras fueron puesto en los brazos de su padre.
Adrián Alonzo los miró y entre risa y lágrimas dio suaves besos a cada uno de ellos, los acerco a su madre casi adormecida por la anestesia, pero aun así logro darles un vaso a cada uno de sus hijos.
Tres horas después estaban en la habitación donde ya tenían a Pía, ya Adara Raphaella y Amaranta Cristea llevabas cada una a sus pequeños sobrinos.
- Miren quienes están haciendo acto de presencia en esta habitación.
Todos fueron a mirar al los pequeños, los cargaron, Adrián Alonzo estaba más que feliz.

Los meses siguieron pasando, cinco, ahora festejaban el bautismo de Enzo y Renato.
Miguel Ángel y Bianca, Luggina y Lucciano eran los padrinos, nuevamente toda la familia estaba reunida en el gran jardín de la mansión Pierre,
Los pequeños, que eran la nueva generación de todas las familias.
Los nietos Pierre, Berlusconi, Ferrari y Rocco, jugaban el el inmenso parque anexado al jardin.
Los cuatro nuevos patrearca de las familias charlaban y reían al ver a sus nietos jugar.
- Pasamos por tanto y valió la pena, ahora estamos aquí viendo los frutos de nuestro amor correr y gritar de alegría. - Expresó Stefano mirando a sus nietos jugar.
- Y yo era el que no creía en el amor hasta que apareció mi payasita Chiara. Y me regaló unos hijos maravillosos los que me han dado unos magníficos nietos. - El ingobernable Alessio, miró a Chiara expresando esas palabras.
- Todos pasamos por dificultades, yo más, al igual que Pierina y Stéfano, juntos padecimos las dificultades que nos unieron y el amor por nuestra hija nos hizo hermanos, nuestra Lugg es única, y verla feliz y realizada el nuestra mayor recompensa. - Manifestó Alessandro mirando a Luiggina de casi trece años con su cabellos castaños oscuro como su padre y ojos verdes como su madre.
- Mi nieta es una reina, es hermosa. - Habló un orgulloso Alessandro.
- También es mi nieta hermosa, pero yo seré el abuelo número uno. - Dijo Stefano iniciando como toda la vida lo hacían desde que Luggina era una bebé.
Todos rieron al ver ahora la disputa por ser el abuelo número uno.
Y para esos nietos ellos eran sus abuelos con el número uno, tanto Stefano como Alessandro.
- Todos somos los número uno para ellos. Estén con quién estén. - Dijo Alessio
- Si, así es, yo por mi indecisión casi pierdo a Mericci, pero gracias a Stéfano mi hermano, me di cuenta de que la estaba perdiendo. Y entonces no hubiera tenido la oportunidad de ser abuelo, yo si soy el único, no tengo competencia. - Fabrizzio expresó mirando a sus nietas correr.
La tarde continuó y llegó la noche, todos aquellos terremotos dormían, ahora era el turno de padres e hijos compartir, entre anécdotas y cosas de cada uno de ellos llegó en amanecer.
Todos al rededor de la fogata y bebiendo chocolate caliente, estaban la gran familia que habían formado todos. Hijos adoptivos como Miguel Ángel y Bianca, Emilio y Francesca. Ellos también formaron parte de las tradiciones familiares , todos se sentían unidos y refugiados en el amor de esos padres. Patriarca de las familias de Stefano, Alessandro, Alessio y Fabrizzio.

Gracias por la oportunidad que les dan a mis historias, y mil disculpas por las faltas

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Un amor sin máscara, mi Daddy (3er Libro De La Saga Cielo Eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora