7. OJOS DE ESMERALDAS

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Al terminar las fastidiosas clases.
Voy directo a la casa de Anna para que me ponga al día con el cronograma de trabajo para mañana, y que ella también reciba los trabajos diarios y los notifique.

— ¿Te gusta este juego de roles? ¿Tú siendo un profesor?
— No sé cómo no me he suicidado aún. ¿Como los aguantas?. Cuestiona Lucciano, recordando todo el rollo con la estudiante Pierre .
— Vocación Lucc, así como te gusta tu trabajo de encubierto, a mi me gusta este.
— Es la primera vez que cuestiono mi trabajo. — Risas se escuchan en el lugar.

Paso el resto de la tarde en casa de Anna y cuando estoy a punto de retirarme es cuando recibo la invitación a un famoso club nocturno.
— Lucc te invito a un club exclusivamente para hombres como tú.
— ¿Hombres como yo? ¿Que quieres decir con¿ Hombre como yo.
— Solitarios, mi amigo, solitarios.
— No soy un solitario, tengo lo mío no público pero lo tengo. — Respondió sabiendo que en realidad si era un mujeriego incorregible.
Ya es hora de que sientes cabeza.
— ¿Y crees que en un club nocturno voy a encontrar a ese alguien? ¿A esa que va a ser la madre de mis hijos?
¿Me estás jodiendo, verdad?
— No hombre, solo es una invitación para pasar un rato y despejar la mente, Anna y yo sabemos frecuentar lo.
Rieron y salieron con destino al club
Llegaron ya pasaban las nueve de la noche, pasaron a la zona VIP.
El anuncio de la presentación de la más deseada de la noche.
Ángel caído.

— ¿Ángel caído? — Pregunto, me llamó la atención el nombre.
— Espera y verás.
— Anna es fans número uno de ella, la va a contratar para que le dé clases de pole dance.
— ¿Me jodes? ¿ Anna dejará de ser maestra y será bailarina de pole?
— Mi mujer lo haría solo para mi.
— ¡Ah! bien por ti.
Escucharon al presentador anunciar a Ángel, y su atención se centró en ello.

Y CON USTEDES, EL ÁNGEL QUE DESCENDIÓ DEL CIELO.PARA CUMPLIR SUS MAS CAROS DESEOS.
EL ÁNGEL CAÍDO.

Los telones se abren y empieza el espectáculo, una hermosa mujer, sus movimientos tan sensuales me hipnotizan, mi polla palpita dentro de mis pantalones.

" ¡joder! ¿Tan necesitado estoy? "

Los pensamientos de Lucciano se desvanecieron en el momento en que esos ojos verdes lo miraron fijamente, los movimientos pasaban en cámara lenta ante sus ojos.
Una sensual y sutil sonrisa le brindó, y el entendió, que esa noche era especial para él.
No apartaron la mirada el uno del otro, eran ellos dos, el mundo desapareció a su alrededor.

El espectáculo finalizó. Su última sonrisa fue dirigida hacia Lucciano, que no quitó ni un solo momento la mirada de ella.
La vio desaparecer, y se dispuso a seguirla.

— Señor, no puede estar en esta área, es exclusiva para las chicas.
— Me dejarás pasar un momento, nada más.
— Señor.- La mirada penetrante le Lucciano lo intimida, y le da paso abriéndose a un lado.
Caminó por los camerino, y en el que decía con letras dorada ÁNGEL CAÍDO. Se paró frente a la puerta, y sin tocar abrió y la vió de espaldas, recorrió toda su anatomía, y su mirada se centró en ese no muy visible tatuaje.

"Tiene el tatuaje en el mismo lugar." — Pensó
Luggina se giró quedando frente a él, mientras el recorrió con su mirada su rostro, y luego se centró en esos voluptuosos pechos, luego subió a esos labios rojos y por fin esos ojos verdes profundo. El tiempo se detuvo ahí en esa mirada que describía nerviosismo.

" Je suis désolé mais je ne sers pas les clients, ce n'est pas mon travail"
— Lo siento pero no atiendo clientes, ese no es mi trabajo.

Le habló en francés y eso lo sacó de sus pensamientos.

"Je ne suis pas un client qui recherche ce genre de plaisirs."
— No soy un cliente que busca ese tipo de placeres.

"Alors, qu'est ce que tu fais ici?"
— Entonces ¿Que hace aquí?

Un amor sin máscara, mi Daddy (3er Libro De La Saga Cielo Eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora