Después de esa noche inolvidable Lucciano y Luggina volvieron a la mansión Lombardi.
Luggina durmió durante el trayecto a casa. Al llegar Lucciano bajó y la llevó en brazos a la habitación principal.
El entró y la dejó muy despacio en la cama.
" Hermosa, única, perfecta."
" Y es tuya, solamente tuya."
Se decía así mismo.
Fue al baño se duchó y vistió.
Bajó para ordenar el desayuno y llevarlo a la habitación junto con un lirio blanco.
Dejó la bandeja en la mesa de noche junto con una nota.
" Surgió una emergencia. Regreso en cuanto pueda, estás en tu casa vida mía, eres mi amor."
Luggina despertó, leyó la nota y sonrió, se miró por debajo de las sábanas y estaba en ropa interior.
Desayunó y luego se bañó arregló y bajó.
— Digna déjeme sola en la cocina, que yo prepararé la comida hoy.
— No creo que sea posible señorita. El señor me dio órdenes de.
Luggina la interrumpió.
— ¿La señora le está dando una orden y usted no la acatará?
— Usted será señora, pero no de esta casa.
Luggina la fulminó con la mirada.
— Pedirás disculpas a la señora de esta casa, Digna.
Lucciano regresó antes de lo que se esperaba, y Digna dió un salto de la impresión.
— ¡Señor! Yo, yo no .
— ¡Disculpa te con la señora¡ Digna.
Digna miró a Luggina con odio disimulado.
— Discúlpeme señora. No volverá a suceder.
— Mantente ubicada en tu sitio, no me gusta andar por la vida recordándole a la gente su lugar, así que por favor mantente en tu el.
Lucciano dio un beso a Luggina al que fue correspondido ante la atenta mirada de Digna.
— Vamos a volver.
— ¿En verdad? Tan pronto.
— Si, ya solucioné todo y aquí no me retiene nadie. Además tenemos que volver a la universidad, Anna pidió licencia y me necesita de sustituto nuevamente.
— Sí, yo también tengo que regresar a la universidad, ya me falta poco tiempo y no quiero atrasarme más, tengo que ponerme al día para la graduación.
— Serás una muy buena CEO.
— Eso espero, deseo estar a la altura de todo lo que han puesto a mis espaldas. No quiero defraudar a nadie.
Salieron para ir al aeropuerto y regresar a Italia.Mientras Miguel Ángel y Bianca, vivían una la más amarga circunstancias.
— Bianca, no puedes irte, tu padre no puede obligarte a nada, eres mayor de edad puedes decidir.
— No puedo Miguel Ángel, tengo que regresar con mi padre.
— ¿Y nuestros planes? Habíamos planeado tener una vida juntos, porque ahora has cambiado de opinión es que ¿Acaso no me amas?.
Bianca miró el dolor en los ojos de Miguel Ángel y su corazón se partió en mil pedazos, pero tenía que decirle todo lo que no sentía.
— No te amo Miguel Ángel, creí amarte pero no es amor.
Miguel Ángel la miró, no creía lo que escuchaba.
— Me estás jodiendo la vida Bianca. No creo lo que me dices. ¿Algo te pasa? anoche hicimos el amor, te sentí, no finjas que no me amas.
— Ya Miguel Ángel, es mejor así, por favor no lo hagas más difícil.
— Bianca, lucharemos por nuestro amor.
— No hay amor Miguel Ángel, adiós. No me busques es lo mejor para los dos.
Bianca tomó su maleta y salió del departamento y de la vida de Miguel Ángel.
Sus lágrimas rodaban bañando su rostro.
"Es lo mejor mi amor, así nadie te hará daño"
Los pensamientos de Bianca eran un cáos. Salió del ascensor y caminó en dirección al auto donde la esperaba Felipe Calderón, estaba con una sarcástica sonrisa..
— ¿Lista mi amor? — Felipe trató de dar un beso en los labios de Bianca y ella giró su rostro y haciendo gesto de desprecio.
— Nunca se te ocurra ponerme un dedo encima Felipe. Si estoy cediendo a tu amenaza es para proteger al único hombre que amo, jamás creas que seré tu mujer, eso no ocurrirá jamás. sentenció Bianca. Subió al auto y salieron de ahí, todo eso fue observado por unos ojos llenos de furia. Miguel Ángel la vio alejarse del estacionamiento del edificio.Lucciano y Luggina aterrizaron en el aeropuerto, subieron a su auto para ir al departamento de Luggina.
Tomaron el ascensor y Lucciano pegó a Luggina contra la pared, unieron sus labios en un beso urgido de deseo, levantó sus piernas y las enredó a la cintura de él.
— Mi bruja Hermosa, me vuelves loco.
— Hazme el amor Lucciano, hazme tuya.
Unieron sus labios nuevamente sus lenguas danzaban en esa exploración.
Lucciano sentía su polla dura a punto de romper su pantalón.
Acarició las piernas y fue subiendo por ellas hasta llegar a ese coño húmedo por el deseo que él provocaba en ella.
Sintió esas bragas finas las hizo a un lado y fue muy despacio invadiendo esa intimidad con sus dedos mientras sus bocas se devoraban en un apasionado beso.Lucciano jugó con su clítoris. Luggina gemía del placer que sentía, estaba muy húmeda deslizó un dedo muy profundo, y otro gemido salió de la garganta d Luggina.
Lucciano bajó la cremallera del pantalón, hizo a un lado la braga de Luggina y la penetró.
— ¡Aaaah! ¡Diooos! Lucciano.
Lucciano movía sus caderas al momento que ella trataba de hacerlo. Sintió tensar su cuerpo su respiración se agitó y un fuerte gemido se escuchó en ambos.
Luggina estaba cegada del placer que le provocaba el orgasmo que estaba experimentando, sentía su cuerpo tensarse .
Lucciano la penetró profundo y fuerte, hasta que se vació en ella.
El ascensor llegó al piso, Lucciano la llevó en brazos hasta la habitación, entraron al baño, donde dieron rienda suelta a la entrega de su amor.
Entre besos y caricias no fueron consientes de cuando su ropa cayó al piso.
Luggina estaba empotrada a la pared mientras Lucciano bebía de sus pechos, su entrega era total sin reservas y el amanecer les llegó entregándose a su pasión.
Lucciano despertó fue al baño a ducharse para luego bajar y a prepararle el desayuno.
Luggina despertó miró a lado de su cama, y pasó su mano por el lado donde estaría Lucciano. Sintió su aroma y sonrió.
" Te amo mi daddy, eres mi amor"
Pensó .
— Seras mi amor siempre Lucciano. Te re-amo.
Se dijo en voz alta. Se levantó para ir al baño y ducharse.
Ya lista y arreglada bajó, el aroma a lo que Lucciano preparaba le llegó a la nariz.
Fue a la cocina y lo vió de espalda, esa espalda ancha que le provocaba miIes de malos pensamiento.
Se acercó y lo abrazó desde atrás.
— No sabía que supieras cocinar.
Le dijo casi en un susurro.
— No soy muy experto, pero por ti, hago lo mejor.
— Gracias mi amor, aprenderé a cocinar por ti también.
Lucciano se giró y la abrazó, la colgó a su cintura, caminó con ella y la subió a la isla. Abrió sus piernas y se ubicó en medio de ellas.
— Eres muy hermosa, mi baby.
— Y tu muy galán mi daddy.
Lucciano devoró los labios de Luggina, y susurró sobre ellos.
— Me encanta que me llames así.
— Entonces siempre lo haré mi daddy.
— Me encantas mi brujita.
Dio otro beso profundo, al que fue correspondido.
— Vamos a desayunar para irnos a la universidad.
Desayunaron para luego irse al campus
Llegaron y pasaron al aula donde ya estaban sus amigas y hermano.
Lucciano empezó las clases, mientras todos estaban pendientes de ellos.
El profesor explicada cada detalle de lo que exponía.
Luggina muy concentrada en lo que escribía y sonreía mientras Lucciano le daba miradas fugaces.
— Señorita Pierre, por favor exponga algo de lo que entendió.
Luggina lo miró y mordió su labio inferior.
Se puso de pie, y pasó al frente entregó su libreta al profesor y le sonrió.
— Ahí están mis anotaciones, revise las.
Mientras Luggina exponía el ejercicio. Lucciano revisaba el apunte.
— Si en este momento pasaras tu mano por mi entre pierna sentirías como me tienes justo ahora. Y te gustará comprobar que no llevo nada bajo de esta falda.-
" Pequeña bruja, me volverás loco por ti. — Pensó Lucciano consiente de que estaba cayendo en sus redes.
Lucciano mordió su labio inferior, levantó la mirada al salón recorriendo lo y luego posó su mirada el ella, que sin mirarlo sonreía mientras hablaba.
Se giró frente a él.
— Di mi exposición. ¿Y qué tal la explicación de los apuntes? Profesor.
Lucciano tragó el nudo que se formó en su garganta y respondió.
— Me gustaría comprobar lo que me dices. — Le habló en un Susurro.
— Eso depende de ti. — Respondió de igual manera, Luggina.
Entregó la libreta y pasó a su asiento.
Lucciano no dejaba de mirarla. Mientras ella se removía en su asiento.
Las horas pasaron y era la hora de salida. Miguel Ángel esperaba a Luggina como de costumbre, pero esta vez era diferente, Luggina no sabía lo ocurrido con Bianca.
— ¡Hola! Mig. ¿Donde está Bianca? ¿Por qué no vino hoy?
Miguel Ángel miró a la nada y respondió.
— Bianca se marchó, Lugg. No se de repente decidió que no me amaba, y simple mente se fue.
Luggina no creía lo que escuchaba. ¿Como era posible que Bianca se marchase así nomás?
— Eso no puede ser debe haber una buena explicación para todo esto.
— Tranquila mi peque ella lo decidió así y yo lo respeto.
— Dejarás que la mujer de tu vida se vaya. Cómo es que la quieres entonces si no vas a luchar por su amor.
— No puedo luchar contra la corriente, ella me sacó de su vida.
Lucciano se acercó a ellos y rodeo la cintura de su alumna atrevida.
— ¿Todo bien? — Preguntó dándole un beso en el cuello.
— Si, todo bien. — Respondió Miguel Ángel.
— ¿Nos Vamos? Preguntó Lucciano con su vos irresistible para Luggina.
— Ve mi peque, y disfruta de tu día. Respondió Miguel Ángel viendo la intensión de negarse de parte de Luggina.
Se despidieron y salieron del estacionamiento de la universidad.
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Un amor sin máscara, mi Daddy (3er Libro De La Saga Cielo Eterno)
RomanceDADDY Amor sin máscara Una historia de amor, que surge en las aulas de la universidad. El odio se convierte en amor. Conoce la historia de Lucciano y Luggina. Luggina Pierre una joven estudiante a pocos meses de cumplir sus 19, con una belleza...