Alessandro y Alexa despertaron con la llamada de Luggina.
- ¡Papito! ¡Seguro los desperté!. - Una risa se escuchó cuando Alessandro le contestó.
- ¡Hija! ¿Que sucede por qué estás llamando a estas hora? ¿Ya viste qué hora es? Tú nunca despiertas a esta hora a menos que tengas una urgencia.
Eran las seis de la mañana y Luggina ya despertaba a Alessandro.
- Si papá, es que hoy tengo ganas de papá Alessandro, y quería pasar el día con ustedes.
- Hija tú no necesitas permiso para venir, esta es tu casa y somos tu familia.
- Salgo para allá y desayunamos.
Luggina se arregló y se despidió de su Nana Zuria.
- Nana, diles a mis que hoy seré Berlusconi D'Alessio.
Zuria sonrió y abrazó a su pequeña Lugg.
- Ve mi niña, trata de aplacar ese huracán antes de desatar lo.
Luggina abrazó a su Nana y salió para bajar y elegir uno de sus carros .
Miguel Ángel la custodiará como siempre, miró cada uno de sus autos y eligió otro de sus favoritos. Un Lamborghini huracán black.
- Como voy a provocar al huracán llamado Alessandro, elijo a mi huracán black.
¡Hay padre! Espero seas tan comprensivo como mi papá Stéfano.
Subió a su auto y se fue con dirección a la mansión Berlusconi.
Al llegar a la mansión, le dio el día libre a Miguel Ángel.
- Ve con Bianca por favor, y dale muchos besos de mi parte.
- Gracias mi peque, si me necesitas me llamas.
- Lo prometo.
Se despidió de Miguel Ángel, este se fue y ella caminó hacia la entrada de la mansión.
Entró y fue directo a su habitación. Se metió en su cama y se dispuso a dormir un momento más, pues en la noche no lo pudo hacer por formular las cosas en su cabeza de cómo le diría a su padre de que estaba enamorada de su amigo que era casi de su edad.
Alexa tocó la puerta y Luggina le cedió el paso.
- ¡Mamá Alexa! Disculpa por despertarte tan temprano.
- Tranquila mi amor, sabes que esta es tu casa y somos tu familia. ¿Pero que es eso que te trae tan temprano aquí?
Debe ser algo muy importante,
- Mamá, solo necesito que calmes a ese huracán llamado Alessandro, el día de mi fiesta.
- ¿Que pasa mi niña? Sabes que puedes confiar en mí.
Alexa trató de tranquilizar s su pequeña Lugg.
- Esa noche les presentaré a mi prometido.
Alexa no creía lo que escuchaba.
- ¿Prometido? ¿De que prometido hablas Lugg? Será tu novio, pretendiente quizás ¿Pero prometido?
- Es mi prometido mamá, por eso quiero que calmes a mi padre en el momento en que lo presente.
- ¿Dime de quién se trata? Por favor.
Luggina miró a Alexa, y por un momento lo pensó.
- Mamá, él es dieciocho años mayor que yo.
Alexa se quedó en silencio, tratando de asimilar la información.
" Dieciocho años mayor, Dios. Alessandro va a matarlo por fijarse en su niña"
Los pensamientos de Alexa eran confusos. Caminó de un lugar a otro
¿Como una chiquilla se pudo fijar en un hombre mayor?
No entendía muy bien, pero trataría de entender a su niña.
Alexa se sentó frente a Luggina. La miró a los ojos.- ¿¡Hija! dime de quién se trata?
- Mamá, lo sabrán el día de mi fiesta y se los presentaré.
- Luggina por favor.
- ¡Mamá! ¿Serás igual que mi mamá Pierina?
- No hija, solo es que me preocupa eso de que es mayor que tú. Y no te veo feliz .
- Sabes que no soy expresiva en mis emociones, mamá Alexa, solamente con mis padres soy así y con usted mi familia. Lo amo pero no lo demostraré ni a él ni al mundo.
- Pero hija, por muy indiferente que seas es el hombre que amas. Y si tu padre Alessandro ve como te comportas con él, y no solo él, si no todos vamos a pensar que algo extraño sucede en tu relación.
- Mamá, tú solo encárgate de mi papá,
Alexa la miró como escudriñando en su interior esa verdad oculta.
Le dio un abrazo y se fue a su habitación, Luggina la miró salir, y se tiró sobre su cama. Stéfano y Alexa eran muy comprensivos y consentidores, Alessandro y Pierina eran más controladores, quizás por la experiencia que vivieron años atrás con su amiga Kiara.
A la hora del desayuno ya estaban todos en el comedor como siempre Luggina y Dante en el lado derecho de su padre y el lado izquierdo su esposa y seguidamente por Piero Valentino, Néstor Matteo y Lea Marena.
- ¿Amaneciste hoy aquí Luggina?
Preguntó Lea Marena. Mientras se llevaba un trozo de fruta a su boca.
- No mi vida, solo vine a pasar el día con ustedes.
- Me alegra mucho que estés aquí con nosotros, hija.
El desayuno pasó entre risas y conversación, todos esperaban el día de la fiesta.
Alessandro se fue a su oficina seguido por Alexa.
Luggina y Dante estaban en el jardín junto a sus hermanos.
- Lugg, ¿Te puedo hacer una pregunta?.
- Pues ya serían dos.
- Últimamente no te veo bien. ¿Que te esta pasando con el profesor? Veo que últimamente hablas mucho y peleas mucho con él.
- Dan, no peleo con él, simplemente es que a veces no nos ponemos de acuerdo en algo. Eso es todo.
- Sabes que puedes contar conmigo ¿verdad? Soy tu hermano, aunque no nos une el ADN nos une el amor.
- Lo se hermanito, y te quiero mucho, siempre serás mi hermano, pero no me está pasando nada con el profesor, es, es lo que existe una atracción muy fuerte entre el y yo, pero esto es un secreto entre los dos hasta que llegue el día que lo revele. ¿Lo prometes?
- Sabes que siempre he guardado tus secretos, y que soy tu cómplice de aventura.
Siguieron hablando por mucho rato hasta que Luiggina decidió ir y hablar con su padre.
Entro a la oficina lo vio muy concentrado en su portátil.
- Papito, tío papito. - Le dijo como cuando era niña.
Alessandro levanto la mirada y le sonrió.
- ¿Que sucede mi amor? Tenías mucho tiempo en no llamarme así como cuando eras una pequeña traviesa.
- lo sé papito solo quería recordarte que sigo siendo tu niña siempre seré esa pequeña traviesa tuya.
Alessandro la miró fijamente, cerró la portátil se dio la vuelta rodeando el escritorio y llegó al lugar donde estaba sentada su pequeña Lugg.
- ¿Te sucede algo hija? sabes que puedes contar conmigo en todo lo que necesites o quieras hacer
- Lo sé papito, sé que tengo los mejores padres del mundo y las mejores madres del mundo y a los mejores abuelos del mundo mundial.
Rieron por qué seguía repitiendo cosas de cuando era una pequeña niña.
Luggina suspiró profundo se levantó y miró a través de la ventana.
Cerró los ojos, y en sus pensamientos maldecía a Lucciano por estar haciendo todo eso que la Incomodaba mucho.
" Me las pagarás grandísimo imbécil, te las voy a cobrar todas"
Luggina estaba furiosa .
" Pero bien que deseas estar atada a él, algo muy dentro tuyo lo desea, y no lo puedes negar"
Luggina apretó los puños y sus dientes .
Se estaba odiando así misma por darle la razón a su conciencia.
Alessandro se acercó a ella, puso sus manos en sus hombros, y la giró.
- ¡Hija! ¿Te sucede algo? Sabes que puedes decirme lo que quieras te lo he repetido miles de veces yo estoy para protegerte y apoyarte en las decisiones que tomes.
Alessandro nunca se imaginó lo que Luggina le iba a decir.
- Padre el día de mi fiesta te presentaré al hombre que amo.
Alessandro se quedó mirándola en silencio.
- ¿Pero que carajos estás diciendo?.
- lo que escuchaste padre.
- ¿Y desde cuándo que jamás te vi con nadie.?
Alessandro la miró y un pensamiento se cruzó por su mente.
- ¡Espera! Miguel Ángel se atrevió a faltar.
- ¡No! Padre. No es Miguel Ángel. El es como mi hermano mayor, es así como lo veo por el tiempo que el tiene cuidando me.
- ¿Entonces? Dime ¿Quién es?.
- Padre el día de mi cumpleaños les presentaré a mi novio.
Alessandro paresia un arco iris, tenía en su rostro todos los colores posibles.
- Luggina, hija, hija por favor, dime de quién se trata, ¿Lo conozco? Quiero saber quién es, quiero investigar lo, sus antecedentes su vida entera, no quiero que nada malo te pase.
- Padre, no me va a suceder nada malo, él es un buen hombre siempre me va a proteger. Me ama tanto como yo a él.
Alessandro se acercó a ella puso sus manos sobre los hombros y la miró fijamente.
- Solo deseo que seas feliz, hija, respetaré y te apoyaré en tu decisión.
Se abrazaron muy fuerte, Alessandro dio besos a su hija en su cabeza y ella se aferró a él tan fuerte, como si con ese abrazo dijera " ayuda padre"
Pasó el resto del día con sus padres y hermanos.
Compartieron como lo hacían cada que ella les dedicaba un día en familia.
Ya muy entrada la noche, llamó a su guardaespaldas Miguel Ángel, para decir le que estaría de regreso a casa.
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Un amor sin máscara, mi Daddy (3er Libro De La Saga Cielo Eterno)
RomanceDADDY Amor sin máscara Una historia de amor, que surge en las aulas de la universidad. El odio se convierte en amor. Conoce la historia de Lucciano y Luggina. Luggina Pierre una joven estudiante a pocos meses de cumplir sus 19, con una belleza...