6 ANGEL CAÍDO

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Llegaron al estacionamiento de la universidad, Luggina miró a lo lejos al profesor.
"¡Joder! Ahí viene, como lo voy a mirar, si supiera lo que me hizo en sueños, el infeliz estaría muy contento"
- Pero que carajos estoy pensando.
Se cuestionó en voz alta.
-¿La princesa ahora habla sola? Deja a ese hombre pasar muñequita. No le tomes importancia.
- No puedo Mig. Lo detesto. - Expresó con los dientes apretados.
Tomó su mochila, se despidió de su amigo, y caminó por los pasillos que la llevan al salón de clase.
En el salón de clases ya están sus amigos y hermano. Caminó a su lugar de sentarse y lo vió entrar.
Sus miradas se encontraron, el rostro de Luggina se tornó rojo como una cereza, se miraron por largo rato. El mundo se detuvo en esa mirada. Todo en aquel lugar desapareció. Solo existían ellos dos.
- Si supieras lo que me hiciste.
Sus pensamientos eran los mismos a la ves. Ella pensando lo que le hizo en sueños, y el lo que ella le hizo en su imaginación.
Sintieron sus cuerpos estremecerse mientras sus mirada se cruzaban.

- ¡Buenas días! Señores estudiantes. Saludó sin quitar la mirada de ella. Caminó al escritorio.
- Por favor señores, hoy revisaré los trabajos enviados.
El murmullo no se hizo esperar.

- ¿Por qué no nos avisó con tiempo, profesor? - Le contradijo Francesca.
- Si tienen todo al días no tienen por qué temer.
- Es que no todos trajimos esos apuntes Profesor. - Está vez fue Nicoleta.

- Bien señores, empiezo según el orden de lista.
El escándalo se hizo más fuerte.

Empezó a nombrar a lo estudiantes.
Le llegó el turno a Luggina.

- Señorita Luggina Antonella Pierre.
La miró, por fin sabía su nombre.

Lugg se levanta con su libreta electrónica en mano, caminó muy despacio y se acercó a él.-
Dejó la libreta en sus manos.

- Mis apuntes. Profesor. - Dijo en tono dudoso, se sentía descubierta. Eso era lo que ella creía.

Lucciano miró fijamente esos ojos y recordó por enésima vez el sueño que tuvo con su estudiante.
Luggina lo miró y nuevamente sus pensamientos eran ese sueño.

" Si supiera lo que me hizo en sueños" - Se dijo mentalmente mirándolo fijo a los ojos.

" Pervertido, te metiste en mis sueños y me hiciste lo que quisiste." - Luggina tenía el rostro teñido de rojo.

- ¿Le sucede algo? Señorita Pierre.

Luggina tragó el nudo formado en su garganta.

-¡No! ¿Que tendría que pasarme?.
Su voz trató de ser la más fría, e indiferente.

Tomó la libreta de su mano y un sutil roce entre sus dedos les encendió una llama de deseo que ni el sabía lo que provocaba en ella y ella no sabía lo que le provocaba a él.

Entregó la libreta y volvió a su lugar.
Las horas pasaron con una tensión sexual entre ellos que nadie percibía más que ellos dos y sin saberlo.

La noche llegó, esa noche era la presentación de el Ángel del deseo.
Miró como siempre que todos durmieran al menos eso era lo que ella creía, sin darse cuenta de que cada vez que se escapaba su hermano Xander Dominick la espiaba.
Bajó por las escaleras de la terraza de su habitación, y llegó al lugar donde la esperaba Miguel Ángel.

Salieron de casa para ir a preparar la presentación que daría esa noche.
Muy lejos de imaginar que en el IMPERIAL CLUB, estaría el tormento de sus pensamientos.

Todo fue preparado según el orden de la noche, siempre era la última en dar su presentación.

- ¿Nerviosa, mi ángel caído? - Preguntó Miguel Ángel.
Pues la vio con un comportamiento que no era usual en ella.

Un amor sin máscara, mi Daddy (3er Libro De La Saga Cielo Eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora