'048.

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Abro los ojos despacio.

Tengo la cabeza recargada sobre mis brazos reposados encima del asiento del sillón y mis piernas estiradas a lo largo del piso de la sala del apartamento de Hobi. Sin moverme ni un poco de posición alcanzo a ver a Taehyung acostado en el suelo —más o menos a la altura del brazo contrario del sillón—, aún dormido con una almohada bajo su cabeza y otra entre sus brazos. Levanto mis ojos un poco y veo a Hoseok echado totalmente hacia atrás en el respaldo del sillón, con su cuerpo apenas recargándose sobre el brazo del mismo, también profundamente dormido.

Suspiro con calma y cuando levanto la mirada hacia el lugar más próximo a mí en el sofá, encuentro los ojos de Yoongi tan abiertos como los míos.

Estoy casi recostada sobre su pierna. Al percatarse de que estoy despierta me mira de soslayo sin decir nada. Tiene su móvil entre sus manos y, a juzgar por la posición en la que está —cómoda y un tanto desfachatada—, me es fácil suponer que lleva un buen rato ya despabilado.

Correspondo su mirada en silencio, finalizando con una pequeña sonrisa ladina cuando a pesar de los segundos sigue sin decir nada. Entonces irgo mi cabeza ligeramente, colocando ahora la barbilla sobre mis brazos para observarle sin tapujos. Al acomodarme en aquella posición puedo ver por el rabillo del ojo que Namjoon está un poco más atrás a mi derecha, también dormido en el suelo y abrazándose a sí mismo.

Enarco las cejas sin dejar de mirar a Yoongi, ensanchando tan sólo un poco más mi sonrisa que él corresponde levantando una de sus cejas. No encuentro molestia, tampoco hartazgo en su faz. Creo que sólo no entiende la razón de mi gesto y, honestamente, no es que exista una en especial. Me gusta mirarle. Supongo que eso es justificación suficiente para mí.

—¿Qué hora es? —le susurro muy, muy bajo. Apenas audible. Él mueve sus ojos de mí hacia la pantalla del móvil.

—Las siete —responde despacio, al mismo volumen que yo.

—¿Y qué haces despierto?

—¿Qué haces despierta tú?

Vuelve a enarcar su ceja mientras yo resoplo una risa nasal que él imita tratando de esconderlo. Desvía la mirada de mí y niega con la cabeza.

—¿Dormiste siquiera? —murmuro, esta vez estirando mi brazo para juguetear con los dedos de la mano en la que tiene el móvil. Yoongi me deja hacer y afloja el agarre contra el aparato tan sutilmente que casi me pasa desapercibido.

—Tengo hambre.

—¿Eso es un no?

Rueda los ojos. Enredo mis dedos contra los suyos al notar lo helado que está y después de un par de minutos sin que diga o agregue algo más, termino haciendo un corto gesto con mi cabeza, girándola para señalar la puerta principal del apartamento.

—¿Vamos por algo de comer para todos?

—Son las siete de la mañana, Sunbin. El supermercado abre en una hora.

—No creo que pueda volver a dormir —le sonrío y encojo los hombros—. ¿Tú?

Tiro ligeramente de su mano con la mía, provocándole un suspiro de falso engorro que me hace soltar una nueva risita. Para entonces y como si no tuviera otra opción, Yoongi guarda el móvil en la bolsa trasera del pantalón mientras se levanta del sofá. Se coloca justo frente a mí y sin decir una palabra estira sus dos manos, indicándome que las tome. Le sonrío y luego de hacerle caso siento cómo tira de mí muy suavemente, ayudándome a levantarme.

Me aferro a los bordes de su playera cuando mis piernas entumecidas tiemblan levemente, ocasionándome una risa que trato de ocultar para no despertar a nadie. Yoongi me mira con diversión y termina rodando los ojos mientras niega con la cabeza; sin soltarme me ayuda a caminar hasta la entrada del apartamento. Al llegar separa sus manos de mí, toma su chaqueta reposada en el respaldar de una de las sillas y, observándome de reojo para asegurarse de que aún tengo la sudadera de Taehyung puesta, toma sus llaves haciéndonos salir de ahí.

brats » bts; kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora