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El vapor caliente que Taehyung exhala por la boca se cuela por debajo de mi piel y llega hasta mis huesos, desintegrándolos por dentro. Siento la velocidad a la que bombea su corazón contra mi cuerpo y de sus labios se escapa un áspero siseo parecido a un lamento.

Aunque los dedos de Yoongi se aprensan a mi cintura, el agarre es más discreto a comparación del minuto previo a la aparición de Tae. Un pequeño mareo me ataca por la velocidad a la que ocurren las cosas (fugaz como la luz y todo viscoso como el agua). Taehyung se separa de mí y pega su frente con la mía mientras sus largos dedos se hunden ligeramente sobre la piel de mis mejillas.

Sus ojos están grandes, bien abiertos y contraídos. El reflejo verdoso acaricia sus pupilas, la punta de su nariz; a pesar de que todo está oscuro casi en su totalidad logro distinguirle a la perfección.

—Sunie —me habla y niega con la cabeza como si estuviera demasiado atormentado para siquiera respirar—. Sunie, no vuelvas a irte así. Nunca más, Sunie. Nunca.

Exhalo con suavidad sobre su rostro y entrecierro los ojos con la mirada como torbellinos y rayos contra mí. Hay una tormenta tan terrible como el remolino de emociones que se aferran a mi carne desde el interior, importando poco si desgarra todo lo que toca. Mi nombre en los labios de Taehyung quema pero esta vez el escozor resulta agradable. Sé que puede llegar a más y el simple pensamiento me atrapa, me hace suya. Voy escalando sobre el aire; ansío tocar las yemas de la euforia con mis dedos y sin meditarlo comienzo a resbalar una de mis manos por su mandíbula llegando hasta la mejilla, rehusándome a olvidar la sensación de su piel contra mis dedos.

No dudo cuando mis labios buscan los suyos como abeja a la miel. Hay algo en mi pecho que se siente vacío y quiero llenarlo sin detenerme a reparar en lo que hago. Sólo me muevo, sólo siento. La mano de Yoongi aún se aferra a mi cintura y a pesar de que Taehyung responde a mi acción de inmediato, él no me suelta. Siento, de hecho, cómo escurre los dedos a mi espalda y hace un puño contra la blusa que de pronto parece más delgada, pues percibo la calidez de sus dedos casi como si estuviese desnuda frente a él.

Gimo tan bajo que ni siquiera yo soy capaz de escucharme. Taehyung me besa con sed, como si las siluetas entre luces neón fuesen un desierto y mi boca se tratase de una fuente de agua ilimitada. Mis labios se entreabren y su lengua entra en mí con confianza. El beso es húmedo, casi sucio. Es como si quisiera castigarme y a la vez sanarme por separarme de él de manera tan abrupta, pero sé que es sólo una percepción torcida de mi realidad pues Tae jamás sería capaz de ponerme en esa posición.

Si hay una cosa que tengo bien clara es que a su lado puedo ser libre.

Sus grandes manos abandonan mis mejillas y descienden hasta mi cintura, a la espalda. Por una fracción de segundo siento cómo sus dedos chocan contra los de Yoongi que siguen ahí, aferrados e inertes sobre mí. Un cálido hormigueo recorre mis venas y deja algo parecido a descargas eléctricas en cada nervio de mi sistema. Tensión, parece que es tensión. Y por un momento creo que va a cortar el beso pero me sorprendo al percatarme de que lo único que hace es subir la mano hacia un punto más alto de mi espalda.

Nada más.

Me separo de él dejándome abrazar por una nube borrosa de luces verdes y jadeos profundos; Yoongi me sostiene mientras Taehyung me observa como un lobo hambriento. Atino a sonreír sin entender lo que está sucediendo y, tal como antes de huir de ellos, sólo me dejo llevar por el movimiento que marca mi cuerpo; aquel ligero vaivén que nos lleva por estar entre el mar de personas brincando y bailando alrededor de nosotros.

Tengo un montón de sensaciones extrañas y cuando menos me percato observo que son como burbujas de aire ondeando sobre mi cabeza. El efecto de la marihuana me hace entrecerrar los ojos y fundirme en el ambiente, entre los suspiros airosos de la gente sintiendo las vibraciones de la música; entre la mirada de Taehyung, la mirada de Yoongi sobre mí. La forma en la que los labios de cada uno se aprietan al observarme bajo una impresión enteramente diferente.

brats » bts; kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora