Observo mi mano al sacarla del agua, prestando especial atención a mi dorso lleno de pequeñas gotas cristalinas que resbalan hasta perderse entre mi brazo y el agua de la bañera. Sonrío con la cabeza ladeada. Dudo que pueda cansarme de la sensación del agua caliente moldeándose alrededor de mí, como si yo fuera lo único que importa en el mundo. Me río y me muerdo la punta de la lengua con travesura al darme cuenta de mi pensamiento tan absurdo, sin embargo las sensaciones en mi cuerpo son lo suficientemente agradables como para no cuestionarlo y sólo dejarme llevar.
Es divertido pensar que he nacido para esto. Para asearme en una bañera, en el gran baño de una enorme casa vieja. Con sus azulejos blancos deteriorados y sus esquinas del techo llenas de moho negro. Para disfrutar de su desaliño y su hermosura, pues entre todos sus defectos encuentro cierto encanto y tranquilidad al pensar que nada es realmente perfecto.
En el fondo, todos estamos igual de rotos. Resquebrajados. Sucios. Así es como somos.
Vuelvo a sonreír, esta vez removiéndome para recostar la cabeza sobre el borde de la bañera, mirando las puntas de mis rodillas flexionadas que sobresalen del agua ya de un color lechoso gracias a la cantidad de jabón que me he untado en el cuerpo. Mi mente divaga entre un montón de pensamientos hasta que me encuentro despegando los labios cuando uno de ellos llega a mí a recordarme una tarea incompleta.
Suspirando suavemente estiro mi cuerpo con ligereza para alcanzar mi móvil que he dejado justo por encima de mi ropa limpia. Me seco un poco las yemas de mis dedos con la misma para poder hacer uso de la pantalla táctil y una vez lo logro reviso entre mis contactos hasta dar con el número de Dawon.
Pongo el altavoz y escucho el timbre de la llamada repicar varias veces. Casi estoy por intentar una segunda ocasión cuando su femenina voz responde al otro lado de la línea.
—¿Hola?
—¡Dawon! Soy Sunbin.
—Puedo ver tu nombre en mi registro de llamadas, Sun —ríe ligeramente, aunque no con intención de burlarse—. ¿Qué pasa? ¿Todo bien?
—Mhm todo bien —respondo mientras me echo agua por encima de los hombros con mi mano libre—. Sólo llamaba para revisar si pudiste preguntar lo que charlamos el otro día.
El silencio por parte de ella denota la incomodidad que siente ante mi pregunta, sin embargo no agrega nada al respecto y sólo me responde con un pequeño ruido gutural a forma de asentimiento.
—Pero... ¿estás segura que todos quieren esto? Es extraño pensar que Hoseoki...
—Estoy segura —le interrumpo sonriendo al levantar mi mirada hacia el alto techo del baño—. Pero si te hace sentir más tranquila puedo pedirle a Hobi que te llame él mismo para confirmarlo.
—No, Sun, está bien. Te creo —niega, incómoda—. Sí... se puede esta noche. Yo tengo algunas cosas que hacer y no estoy segura de encontrar tiempo para ir por ustedes pero... ¿recuerdas cómo llegar?
—Sí, más o menos.
—Bueno, le pediré a Seunghyun que esté pendiente. Yo llegaré un poco tarde, pero cualquier cosa llámame, ¿de acuerdo?
—Está bien. ¿Nos vemos más tarde entonces?
—Mhm. Vayan con cuidado, ¿sí?
Asiento y en una rauda despedida Dawon termina la llamada. Entonces vuelvo a recargar la nuca sobre el borde de la bañera para mirar hacia el techo. Suspiro muy suavemente con un sentimiento de emoción bullendo en mi estómago mientras que con una sonrisa en mis labios inhalo aire suficiente como para hablar con fuerza, mi voz retumbando por todo el baño y, espero, el resto de la casa.
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brats » bts; kth
FanfictionFuimos escoria olvidada hasta por la vida misma... pero si éramos un desperdicio, por lo menos lo éramos juntos. • heterosexual. • violencia, palabrotas y contenido adulto en general. • historia ganadora en la 4ta edición de los K-Pop Wattpad Awards...