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Hasta este punto avanzamos casi a tientas. Y digo casi pues mis ojos ya se han acostumbrado a andar vagando entre la oscuridad, por lo que distingo un poco las figuras abstractas de la noche. Desde que Yoongi menciona "las reglas del juego" no ha vuelto a hablar y nos ha alejado completamente de la carretera, introduciéndonos a un horizonte desconocido donde incluso deja de haber pavimento; ahora es sólo tierra. Las suelas de nuestros zapatos generan un sonido raspado y rugoso al impactar con el suelo acompañado del zumbido de los insectos y el ronroneo distante de los autos.

Hace mucho frío, pero no me sorprende pues no hay un solo edificio que amortigüe el viento de la madrugada. Y cuando mis ganas de detenerme y pedirle a Taehyung que regresemos se vuelven casi incontrolables, alcanzo a percibir la luz de una farola a lo lejos, a unos cien metros de nosotros. Es como un punto blanco pequeño que se alza en medio de la oscuridad para pedirme en un susurro muerto que siga avanzando, que aguante un poco más.

Repentinamente escucho que Yoongi patea piezas de metal que se atraviesan en nuestro camino. Volteo a los lados y empiezo a notar pedazos de lo que parece ser chatarra irreconocible desperdigada por el suelo. Parpadeo confundida y de inmediato giro la cabeza para mirar a Taehyung que mantiene su vista clavada al frente. Su ceño está ligeramente fruncido pero no aparenta estar molesto, más bien atento, expectante.

Mientras más nos acercamos a la luz voy descubriendo que las figuras abstractas que se miran desde la lejanía son autos apilados. El escalofriante lugar es un cementerio de automóviles que, se nota, que ha estado sin funcionar durante bastante tiempo. Ya ni siquiera se observa la típica maquinaria pesada salvo lo que parece ser una grúa de garra varios metros alejada, ahí, inerte. Pilas y pilas de autos se esconden entre la oscuridad en aquella parte donde la farola no alcanza a alumbrar, y otros tantos más están estacionados en filas irregulares dentro de la zona iluminada.

El olor a fierro oxidado y aceite caducado no me parece agradable; pero prefiero enfocarme en lo que mis ojos ven, manteniéndome alerta. Me paso la lengua por los labios sumamente confundida cuando quedamos debajo de la luz y nos detenemos. Yoongi se gira hacia nosotros y levanta ambas manos con los codos flexionados mientras da unos cuantos pasos hacia atrás, mostrándonos con orgullo aquel lugar desolado y extraño.

—Bienvenidos a mi puto reino —ronquea con una sonrisa de medio lado y se apresura a brincar sobre el capó de un auto negro, pisando el parabrisas hasta subirse al techo. Se sienta con las piernas estiradas y recarga los codos sobre sus rodillas, mirándonos—. Espero se hayan aprendido las malditas reglas porque no voy a repetirlas.

En un contexto general no suelo entender a Yoongi pero esta vez mi confusión es desbordante. Mis ojos se retiran de él un segundo y me dedico nuevamente a escanear los alrededores. Salvo por nosotros (y quizá una que otra rata o insecto) el lugar está completamente vacío. ¿Qué es lo que se supone que quiere que hagamos?

Escucho un chasquido de lengua suyo y se baja del techo del auto de un solo brinco, su pesado calzado golpeando muy duro contra el suelo. Niega con la cabeza mientras se ríe de esa manera seca tan suya y de su bolsa delantera saca un móvil. Es la primera vez que lo veo y por alguna razón me sorprende bastante, pues me había figurado que no tendría uno. La luz blanca de la pantalla le ilumina las mejillas magulladas y veo cómo está mordiéndose el labio con un gesto de genuina emoción en el rostro.

El silencio se ahoga de pronto. Es interrumpido por una canción de hip hop que ya he escuchado antes, creo que es Epik High pero al ser inexperta en el tema prefiero no asegurar. Yoongi sonríe amplio y empieza a asentir al ritmo de la música a la par que nos mira. Sus hombros y sus manos se unen al movimiento; es como si estuviese bailando pero de manera muy desordenada y rebelde. Da una vuelta con un solo pie aún moviéndose de aquella manera tan irregular y deja un sacudón en el hombro de Taehyung, terminando con un golpe en el pecho.