'035.

4.7K 411 224
                                    


Me siento perdida.

Aún si suelo encontrarme, reconocerme con el simple hecho de hundirme en el medio de una habitación oscura con luces titilantes y personas alrededor, ahora no parece ser distracción suficiente. No importa cuántos tragos me haya apropiado o cuántas veces haya calado el cigarrillo blanco liado por Hoseok, hoy me siento terriblemente fuera de lugar.

Mino me ha preguntado como mínimo un par de veces si estoy bien y Dawon se ha quedado a mi lado desde que entramos al abarrotado bar aún si mi mano no deja de aferrarse a la de Taehyung. Hoseok se mantiene a raya abriéndonos paso, sin embargo no pasa desapercibida la forma en la que me mira de vez en cuando, de reojo, procurándome en silencio.

Me siento estúpida. Yo misma les he pedido venir a un lugar como este pero ahora lo único que quiero es salir. Y tengo miedo. Tengo miedo de caminar entre la muchedumbre desconocida y toparme repentinamente con una espalda tosca y grotesca que abra paso a los ojos dementes de aquel hombre que, en un ataque de ira, ha terminado con la vida de Chaewon. También tengo miedo de enfrascarme en las desagradables memorias, de cerrar los ojos y encontrármelo en sueños justo como ha pasado la noche anterior.

He soñado que me asesina lenta y dolorosamente. Y ni siquiera he sido capaz de defenderme porque el cuerpo no me respondía. Era como todo ocurriese frente a mis ojos como una película cuyo destino está escrito, como si ni el más benevolente de los ángeles tuviese permitido intervenir para intentar cambiar el desastroso final.

Vi su sonrisa torcida y macabra; sentí sus dedos rugosos acariciarme el cuello hasta apretarlo y casi puedo jurar que percibí su asquerosa respiración y aliento chocar contra mi rostro hundido en el más puro de los miedos.

Justo como en la realidad, Taehyung ha sido quien me ha salvado de él. De nuevo. Con la mirada asustada y los labios temblorosos me ha sacudido por los hombros hasta hacerme despertar. Con la cara pegajosa gracias a las lágrimas le he abrazado hasta asegurarme que nada ha sido real y que el hombre no puede acercarse a mí porque ni siquiera sabe dónde estoy. Él está en algún sucio rincón de Daegu; yo estoy segura y acompañada en uno de los tantos barrios urbanos de Seúl.

No puede hacerme nada.

Suspiro suavemente pegando mi rostro al hombro de Taehyung, quien nada más me siente se frena y me observa. Desde la tarde anterior está preocupado por mí.

—¿Qué pasa, Sunie? ¿Quieres irte? —me dice, tomándome por las mejillas—. ¿Te sientes mal?

Niego. Si nos vamos seguro será peor, aunque tampoco estoy segura de qué es lo que quiero justo ahora si soy sincera. Quizá necesite otro porro o bailar hasta perder la consciencia. Hasta perderme dentro de mí misma.

—Sun, hey.

Dawon me llama. Coloca una mano sobre mi hombro, la otra sobre el hombro de Taehyung y nos apretuja con suavidad. Ambos le miramos. Delante de nosotros Hoseok y Mino frenan, interrogantes.

—¿Te parece si vamos a sentarnos un rato? Tú y yo —me invita, haciendo un movimiento de cabeza para señalar unos sillones al fondo—. Mientras los chicos pueden ir a tomar algo juntos.

Taehyung no parece muy seguro, pero la sonrisa apretada de Dawon parece asegurarle que todo estará bien. Hoseok se acerca a nosotros y Mino se mantiene adelante, impidiendo que nos empujen.

—¿Qué pasa? —Hobi cuestiona sin entender. Dawon le sonríe y arruga la nariz en un gesto tranquilo, amigable.

—Sun y yo queremos sentarnos pero en un rato les alcanzamos, ¿está bien?

brats » bts; kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora