'036.

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El ligero movimiento de los mechones de mi cabello contra mi cara hace que mis sentidos empiecen a ponerse alerta. La luz que traspasa mis pupilas dilatadas es casi nula, por tanto puedo deducir que no ha pasado mucho desde que he logrado pegar los párpados. Supongo que el reloj no debe marcar más allá de las siete y treinta de la mañana cuando, recuerdo bien, apenas he podido conciliar el sueño al momento en que los números en la pantalla de mi móvil marcaron las seis con treinta aproximadamente.

Abro los ojos con lentitud tortuosa, encontrándome con la mirada de Taehyung que, a pesar de la temprana hora, parece ya sumamente despierto. Su sonrisa de labios pegados me envuelve mientras las yemas de sus bonitos dedos continúan serperteando con suavidad y cariño por mis mejillas abultadas.

Me saluda con un beso en los labios ante el que sólo puedo sonreír, pues es como si un cúmulo de calor reconfortante se apoderase de mis comisuras para tirar de ellas hacia arriba.

—¿Te desperté, Sunie? —murmura con voz ronca y dulce, repartiendo más besos diminutos por mis comisuras y mis mejillas a modo de disculpa. Probablemente sabe que me ha despertado, pero no parece muy preocupado por ello y siendo honesta a mí tampoco es que me importe demasiado.

De mi garganta sólo logra escaparse un ronroneo ronco y bajo que Tae no sabe cómo interpretar, por lo que sólo sonríe y pasa sus manos por mi cintura para rodearla, dejando nuevos besos por mi frente y mejillas.

Acompaño su tierna risilla con un movimiento cómplice y casi travieso en el que una de mis manos se enreda en sus cabellos, acariciando aquellos mechones castaños que tanto me gustan. Mi lengua sale a relamer mis belfos resecos entretanto mis dedos viajan por sus hebras suaves, arrancándole un pequeño suspiro que muere contra mi boca antes de que decida volver a besarme a mayor profundidad que antes.

—¿Dormiste bien? —ronronea entre el beso, soltando cada palabra luego de unir y alejar nuestros labios un par de veces. En la última de ellas me pierdo, no sólo en el movimiento de su boca sino entre pensamientos y recuerdos que me fuerzan a volver a un par de horas atrás, a aquel momento en que he decidido abrir los ojos de manera aleatoria para encontrarme con la pantalla de mi móvil titilando entre la oscuridad.

Aquel mensaje.

El mensaje de Yoongi.

Entreabro los ojos mientras intento descifrar si en verdad ha ocurrido o si sólo ha sido un sueño. Y me encargo de aligerar el movimiento de mis labios hasta el punto en que Taehyung sube los párpados observándome interrogante. Mis dedos pasan de su nuca a sus mejillas, acariciándole como si quisiera asegurarme de que es real; de que en verdad estoy despierta y que a pesar de percibirme entre una nube de algodón, lo que está ocurriendo justo ahora es parte del mundo consciente y no del universo dentro de la cabeza de Sunbin.

—¿Sunie?

—Creo que Yoongi me ha enviado un mensaje anoche, Tae.

Sus cejas se enarcan suave, casi perezosamente. Parece sorprendido, pero no lo suficiente como para mostrar una reacción desagradable o exagerada.

—¿En el bar?

—En la madrugada —susurro con los ojos clavados en algún punto de sus clavículas. Tae pasa sus dedos por mi rostro nuevamente, despejándolo de los mechones oscuros y rebeldes que, como si se tratase de una rutina, luchan por interponerse en mi vista.

—¿Y qué te ha dicho?

—Que quería... saber cómo estoy. Y escucharme —trago saliva y me relamo los labios— y...

—¿Que te quiere?

No es la interrupción de Tae lo que me sorprende sino lo acertado de sus palabras. Su gesto se mantiene tranquilo, casi estoico, como si estuviese pensando muy a fondo. Parpadeo lentamente, recorriendo su bonito perfil con mis ojos que no reflejan más que dudas e incertidumbre. Aguardo un momento esperando que por sí mismo me entregue una explicación, pero ante el obvio mutismo dejo salir aquella cuestión que lucha por hacer un agujero en mi boca para dispararse tan veloz como una bala perdida.

brats » bts; kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora