°\°\°\°\°\°\°\°Dinora.
Que no te importe lo que piensen de ti. Tu vida es como un libro cerrado. Todos ven el título pero la verdad solo la conoces tu.
Unos dicen que la vida nos trae malos caminos. pero no se ponen a reflexionar que es el mismo ser humano que toma las peores decisiones y después puede que se arrepienta ó se enorgullezca, Quién sabe.
En esta mierda de misión secreta para la que nos están preparando. Me dieron el trabajo de bailarina exótica, o sea que tengo que ir vestida muy descubierta pero, que más da, solo espero que todo salga bien.
Nos encontramos en el área de armamento, nuevamente, donde ahora nos están poniendo a prueba el límite de rapidez para armar y desarmar pistolas de todo tipo.
«Mierda me duelen los dedos».
Ya llevamos aquí cuatro horas de pie enfrente de mesas, armando, probando y desarmando; Nos indicaron que teníamos un límite de tres mil en seis horas y apenas vamos milseicientas armas.
«¿!Quién carajos aguantaría hacer eso!?».
A la par estaba Lizbeth que por milagro estaba bien concentrada en lo que hacía. pero mejor retiro mis palabras porque...
—Mierda —susurra— Se me quiebran los dedos —los sacude— Lástima que no está mi enfermero sexy cerca —me mira de reojo— El nos daría algo para el dolor.
Solo asiento riéndome porque es una mujer que a pesar de la situación, no importa cuál sea siempre tiene que encontrarle sentido a algo.
Hora quinta y llevamos un aproximado de mil novecientas
«Ya faltan pocas Dinora aguanta un poco más».
Más al frente se encuentra Larisa en la misma situación de sacudir las manos y doblar los dedos para que no se queden tiesos. El lugar es grande se puede decir que tiene como unos quince metros de largo y once de ancho, En las paredes hay armas colgando y más cajas de municiones, Todo aquí huele a pólvora.
«Si tan solo tuviera una pequeña caja de cerillos».
Mis pensamientos suicidas se interrumpen al ver qué se acerca el coronel a nuestro puesto y agacho mi cabeza para no verle a sus asquerosos ojos.
—No agachen la cabeza mujeres —ordena dando un golpe con su arma que lleva y doy un sobresalto en el lugar tirando partes al suelo del arma— ¡RECOJA ESO RAPIDO SOLDADO! —me grita fuerte.
Rápidamente me agacho a recoger lo que se cayó. Con las manos temblorosas logro recoger todo. Liz trata de agacharse para ayudarme pero el infeliz no se lo permite.
—¿¡ACASO LE HABLÉ A USTED SOLDADO!? —le grita dándole un golpe en la cara con su arma, mandándola al suelo—. ¡LEVANTESE Y CONTINUE CON SU TRABAJO! —ella se levanta rápido cabizbaja.
Sigo con la tarea porque ya solo nos faltan pocas para terminar. respiro profundo y le doy una mirada a Liz y ella me la devuelve afirmando con la cabeza que está bien.
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OSCURA REALIDAD [En proceso]
RandomEl camino del destino no es para débiles, no es para aquellos que se caen y no se levantan. Es para aquellos que a pesar de las heridas siguen adelante hasta el final. Así es como surgen estás dos hermosas mujeres, mellizas; provenientes de Alemani...