OSCURA REALIDAD [En proceso]

Personas Desconocidas.

Vancouver, Canadá.

Dama Negra.

Siempre supuse, que, si una mujer se deja influenciar por los consejos, se hace poderosa. Pero si es controlada por el cuerpo y el corazón, se pierde en el abismo de la locura.

La sensualidad y manipulación que he practicado desde pequeña, es una cualidad, que los demás se han dado cuenta. Y que es un campo donde llevo la delantera y las personas que están al lado mío; saben de qué manera las trabajo.

Obviamente sabía que este jefe de quinta iba a salir a reclamarle a esa pobre que aún está debajo de sus pies. pero nadie podía hacer nada ya que es de su propiedad. Desde el día en que me enteré de su noviazgo, me quedé consternada por la noticia en que ella fué la vocifera en darme las buenas nuevas, «Según ella».

Aunque nadie se soporta en esta reunión. Deben de estar presentes.

Es un salón grande de la casa, especialmente para esta clase de reuniones que se lleva a cabo, cada cuatro años. pero se siente la tensión horrible en querer sacar el arma y matarse entre todos. Eso me da asco aúnque trato de no hacerle caso.

Me di cuenta por las cámaras, sobre ese encuentro y espero no haber escuchado mal.

Le di un sorbo a la copa de vino preparado por las uvas cosechadas en los viñedos que tengo en México y mi hermana se me quedó viendo a causa de mi expresión.

—Dios mío, esto si que quiere explotar —susurra al estar sentada a mi derecha, en unos de los sillones al rincón del salón. que me da una vista general sobre los más grandes sicarios del mundo criminal—. Se ve que tienen grandes propuestas, para no ser expuestos con los militares.

—Nadie debe ser atrapado. Eso siempre lo he dicho y lo vuelvo a recalcar —digo, dejando mi copa sobre la mesa de cristal, pequeña a mi lado izquierdo y continuo—: porque si atrapan a más de alguno, A ese le sacan información hasta de donde no pueda hablar.

—Sin duda alguna —chasquea la lengua— No quiero ni recordar como es que fué ese momento en que estuve en manos de los militares Canadienses —rie, subiendo una pierna encima de la otra, mostrando el corte de su vestido verde esmeralda—. Pero gracias a mis aliados, salí con el mentón en alto.

—No sin antes de haber terminado con esa cárcel —me rio viéndola de reojo que asiente satisfecha— Vaya que te mandé ayuda desde que me avisaron, en que era tu fuga.

—Fué de las mejores, aúnque creo que quedará en el recuerdo; ya que ahora estamos un poco grandes para hacer tantos movimientos agresivos.

—Pero si puedes brincar encima de unos de tus hombres, cuando andas peor que gata en celo —ironizo viendo que al salón entran sirvientas con bandejas de plata, a dejar más bocadillos en las mesas de los Sicarios que las ven como carne fresca.

—Cuando veo a un pequeño e indefenso sumiso. Ya es de mi propiedad —dice después de un momento— Además de que tú también haces lo mismo, deja tus cosas por un lado, que eres de las mías.

—Por eso tengo algunos planes para las misiones con mis mujeres —susurro sin quitar la vista de los que tengo enfrente.

—Oye eso me gusta. Cuentame más, necesito más, que ya me prendiste más que un fósforo —dice recibiendo más vino en otra copa que pasa dejando una de las sirvientas de la casa.

—En unos días después de que termine esta reunión, harán unas misiones por ese lado de los bares cerca de aquí, Estados unidos y México; además de Europa —doy un poco de información porque en nadie se puede confiar aunque sean de la misma sangre—. ya despues veremos que pasa, aunque todo lo que esté a cargo mio...