Verdades ocultas.

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Cuando nos toca el inicio en el camino de la vida. primero se nos plantea de una forma tan suave y placentera, que nos engancha de una manera muy rápida. Dónde ni nosotros mismos nos reconocemos ahora que estamos ya en una edad adulta, y vemos hacia atrás, dándonos cuenta de los inocentes que éramos, al creer las estúpidas mentiras que nos dijeron.

Y eso también pasa en la base oculta de las agentes entrenadas por los instructores de la milicia alemana. Que en este momento siguen su ritmo de entrenamiento hacia las mujeres que aún están bajo su dominio:

—¿Porque todas en este lugar tienen el cabello de diferentes colores? —pregunta uno de los soldados que anda de turno con otro. Vigilando a las mujeres que están en unos de los campos de entrenamiento. Pasando por unos de los muchos pasillos de la base oscura.

—Porque cuando hacen una misión, lo cubren con un color terrenal —le responde el otro soldado agarrando bien el arma que siempre deben cargar por si ocurre algo inesperado.

—¿Como que terrenal? —cuestiona el soldado.

—Asi como ves tantos colores en sus cabellos, así es la personalidad de cada una —se masajea la sien y mira a los lados para susurrar—. Pueden ser hermosas y encantadoras. pero al tenerte en sus redes te seducen y después te destruyen de la peor manera.

—Como lo hicieron con Joel —se rien los dos pero lo pasan a segundo plano cuando en su camino aparecen dos instructores pasando por su lado hacia las oficinas centrales—. mejor sigamos con estas idiotas.

Ese es el trato que les deben dar a las mujeres. Si, puede que hayan vigilantes del género femenino. Pero deben darles el mismo trato tal como lo hacen los hombres.

—Mierda esto es doloroso —susurra una de las mujeres de cabello azul claro. tratando la manera de que no se le duerman los antebrazos.

—A mi, aún me duelen las rodillas por los golpes con los hierros, que me dieron ayer —susurra otra con respiración agitada y siguiendo el entrenamiento de las dos mil sentadillas y saltos.

Pero mientras ellas se quejaban y buscaban más fuerzas para terminar el entrenamiento. En las oficinas centrales de la misma base militar, se reúnen las personas de alto rango. Entre ellos está la General de todas las mujeres. La que tiene el mandato de todas y de las que fueron enviadas a esa misión. Junto a ella están las mujeres encargadas de la mansión y hombres que tienen la palabra con los soldados de vigilancia en el lugar.

—Estamos entre la espada y la pared —anuncia una de las mujeres vestida de un lujoso traje color palo rosa sentada en una de las sillas a un lado de la General especial—. Esos rusos nos han mandado información riesgosa y que pueda que nos sirva de una manera positiva y negativa.

El lugar en dónde se ejecuta esa reunión es uno de los salones privados que se encuentran en el tercer nivel de la torre central. Todos están atentos a las palabras de la instructora mayor, que fué la que recibió a los capitanes del ejército ruso y colombiano. Hace unos días atrás.

—Pero eso sería una traición hacia nuestro ejército, instructora —dice la General, que lleva puesto un traje de combate, color negro con arneses y cinchos en sus piernas, brazos, cintura y pecho. Siempre con armas blancas y armas de fuego. Se acomoda en la silla giratoria y continua—: El General Zimmer ha dado avisó sobre...

—El general Zimmer, aqui no tiene potestad, General Wagner —la interrumpe otra de las instructores al lado de la primera que habló— Este lugar tiene sus propias reglas y normas. No es necesario estar bajo las órdenes del General Zimmer, que pide informes cada tres o cuatro meses. —sostiene un lapicero con su mano derecha y señala la pantalla de al lado— nosotras tenemos el control de esta base fantasma y seremos nosotras las que traeremos de nuevo a esas subordinadas que no supieron acatar órdenes.

OSCURA REALIDAD [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora