OSCURA REALIDAD [En proceso]

Juegos Tentadores de muerte.

Nueva York, Estados Unidos.

Jefe de mafia Ucraniana/Alemana.

Eso fué una verdadera tragedia. Y me dejó sorprendido. Aúnque lo veía venír, de esa mujer no se espera nada bueno. Solo en que tiene buenos gustos para elegir a sus seguidoras. Y si que son... tan, tan. Que no tengo palabras para describir lo que sentí cuando estuve en medio de esa mafia. Llena de féminas.

Aclaro, soy cien porciento heterosexual y cien porciento adicto a las mujeres. Pero, si me quieren llevar la contraria, pasan a mejor vida. Y esa integrante de esa mafia italiana, ya está subrayada en mi lista. Aúnque no sepa ni quien mierdas es, pero ya está agregada.

Ciudad de locuras, ciudad relajante o ciudad de celebridades. Eso es lo que dicen de este lugar en el que me encuentro.

Musica de fondo al ambiente, un buen vaso de vino. Porque siendo una persona con estabilidad económica, me puedo dar los lujos que quiera y a la hora que desee.

Por ahora no quise mujeres para pasar la noche. porque tal persona anda rondando en mi mente, bueno en realidad son dos. La seguidora italiana y esa mujer rubia que bailó y ganó en esa discoteca. Después de media noche, ya no la volví a ver.

«Qué hechizo tendrá encima para que esté pensando en ella».

Doy una respiración profunda y también un trago a mi vaso. Siguiendo con el análisis de este motor, parte de uno de los autos que me trajo mi hermano desde Japón, hace unos días. Pero por estar organizando algunas cosas para esa reunión, no lo había revisado.

Empieza a sonar The Weeknd, Earned It.
y muevo la cabeza al ritmo de la canción. Porque ese cantante, hace muy buenas canciones y gracias al universo que no he dedicado ni una. No ha llegado nadie que merezca esa parte de mi, NADIE.

—¡Buenos días Bruder!. —me interrumpe ese desgraciado, por medio del radio comunicador.

—Ya te despegaste de la cama, princesa —digo antes de darle otro trago a mi vaso. Porque según veo en el reloj, son más del medio día.

—Aún tengo sueño, pero debo ir a realizar otras cosas y solo te avisaba que algunas de las mujeres que traje anoche. Se quedarán acá por unas horas y después se irán.

—Ya sabes bien las reglas, Felix Crattsley —advierto dejando el vaso vacío sobre la mesa, yendo dónde está la pantalla personal de cámaras y veo que hay dos mujeres en la sala principal—. Espero que no sean de esas prostitutas baratas, Felix.

—Te darán un show privado.

—Hasta les pagaré en oro, cuándo lo traten de hacer.

—Bruder... tan solo escucha la música que tienes puesta. Es un aventón para que empiecen a bailar desde acá —veo que llega a la sala con unas de las sirvientas para ofrecerles no se qué a las mujeres y si es cierto que las mujeres de su clase, bailan con música como esta—. ¿Lo estas pensando?, ¿Quieres el baile privado?.

Según, tengo organizado el almuerzo con la que supuestamente es mi novia. pero no veo ninguna señal de su persona. Las visualizo más claro por las cámaras y no se ven nada mal, pero no las logro identificar como si fueran de esa profesión. «Tendré que desengañarme».

—Acepto, que suban y si me descepcionan. Simplemente mueren —doy mi respuesta, volviendo a la mesa donde dejé el motor desarmado.

Este lugar de la casa, supuestamente tendria que ser para una oficina. pero como no soy de esos, mejor la convertí en un mini taller. Necesitaba uno a la mano. Un lugar que sea de emergencia y este, era la mejor opción, acá en Estados Unidos.