Sabores tóxicos.

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Especial de Lizbeth y Zayden.

Narrador omnisciente.

La sociedad es una mierda. Eso es lo que siempre tiene en mente Lizbeth Guerrero. ¿Porqué?, bueno, no le gusta que se sobrepasen con personas que son débiles y a las que son más orgullosas que ella, solo las elimina.

Puede ser un extra, pero nunca una de baja calaña.

Está en un tormento. hace media hora que la dejaron sola en esa habitación del hotel. Sabe que tiene que moverse antes de que anochezca, ya que empezarán los inicios de la misión que según los americanos la llaman: De investigación.

Se estira en el sillón de tres plazas, frotándose los ojos, porque si, se dió una siesta de una hora o más, es incierto el tiempo que estuvo acostada en el sillón con la copa de vidrio encima de su busto. Lo único que recuerda, es que se despidió de las chicas y cerró los ojos.

—Puta madre —susurra levantándose del sillón quedando sentada en el mismo, con la copa entre la manos y cabeza agachada—. Si no hay diversión, ¿Entonces para que vivimos? —se pone de pie y deja la copa en la mesita de centro— A la mierda todo, porque yo, Lizbeth Guerrero, saldré a organizar, la mejor de las salidas prohibidas.

En el camino hacia el dormitorio de la habitación, se va desabrochando los cinturones y bajando los pantalones por sus largas piernas, dejándolo a un lado de la cama matrimonial. También se despoja de los zapatos y blusa, yendo en ropa interior al cuarto de baño.

Estando dentro se dispone a darse una ducha bien hecha, para tener un buen genio y aroma, al estar entre gente que apesta, según ella. Menos sus compañeros del equipo infierno y su Morenazo.

—Mierda, de tan solo pensarlo ya me calenté peor que un microondas —dice probando el agua a temperatura ambiente— Una dedeada no es nada a como sentír la verga de mi morenazo.

Respira profundo, deslizando sus manos por sus pechos, llegando hasta sus caderas, meneandolas a un ritmo imaginario.Ya que en su mente se reproduce canciones como si fuera una jodida radio.

Mientras el agua cae encima de su cuerpo, ella esta ocupada en frotarse su sexo con su mano derecha, agradeciendo por el agua que le ayuda a introducirse dos dedos en su interior. Y niega al sentirse incompleta, porque seamos sincer@s. Lizbeth es más caliente que un horno y su propia mano no la satisface ni en lo más mínimo. después de conocer a su Morenazo. O ¿Eso creemos?.

—Mierda Zayden, te veré en unos minutos, pero te dejaré seco, maldito imbécil —susurra agitada.

Deja en segundo plano introducirse dos dedos y hace otra técnica de meter tres dedos. Ella sabe que el miembro de Zayden no es de ese grosor, pero... Es Lizbeth.

No se ocasiona ni uno, ni dos orgasmos, Si no que en el tiempo que la pasa en la ducha, ella misma se hace cinco orgasmos seguidos.

—Pobre mi vagina —susurra riendo y sobándose la parte afectada— Pero Zayden no es el único en mi ojo alegre.

Se levanta del suelo de la ducha, porque si, acabó recostada en el. Respira profundo y se enjuaga con bastante agua su sexo y sus manos. Seguidamente de eso colocando jabón corporal para tener un olor exquisito a dulce.

Y como toda latina combinada con Australiana que es, obvio que debe cantar en la ducha a todo pulmón en los dos idiomas. Son las tres de la tarde y tenemos a una Lizbeth cantando con todas sus fuerzas, con el estéreo prendido a todo volumen. La famosísima canción que siempre le gusta y es: Addicted To You de Shakira.

♪Debe ser el perfume que usas o el agua con la que te bañas♪ —agarra el frasco de shampoo utilizándolo como microfono— ♪Pero cada cosita que haces, a mí me parece una hazaña♪ —se mueve al ritmo de la canción— ♪Me besaste anoche cual si fuera el único día de tu boca♪, ♪cada vez que me acuerdo, yo siento en mi pecho el peso de una roca♪ —Se esparce jabón en el cabello— ♪Son tus ojos CELESTES, con esa veta verdosa, es tu cara de niño, y sonrisa traviesa, I'M ADDICTED TO YOU♪.

OSCURA REALIDAD [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora