El silencio no es debilidad.

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Larisa.

Me sentía más adolorida de lo que ya estaba. No sé porque, pero me sentía sucia. lo último que recuerdo fué que nos fueron a sacar de las grandes duchas y de ese momento ya no hay mas recuerdos en mi mente.

Es como si todo haya sido un sueño, por otro lado estaba mi cuerpo, ¿porque carajos me sentía más cansada y sucia si nos habían tirado galones de agua encima?.

Abrí mis ojos lentamente para encontrarme otra vez en oscuridad. ¿cuanto más teníamos que pasar en esta oscura Realidad?, ¿cuando nos iban a devolver a la mansión?, ¿regresaríamos?.

Tantas preguntas se formulaban en mi mente, y tan solo ese pequeño esfuerzo que hice me dolió la cabeza.

Llevé mi mano derecha hacia mi rostro y toque algo viscoso, «¿que carajos?» dije mentalmente al sentir eso. Lo agarre con mis dedos y lo olí; fue lo peor que hice porque me dió arcadas horrendas que me dolió todos los músculos del estómago y allí supe que era eso asqueroso que fluyen los males al eyacular.

Pero, ¿porque lo tenía en el rostro?; ¿acaso...? «No no no no nooooo».

¿Estos hijos de puta me habían violado mientras estaba inconsciente?, ¿a las demás también?. ¡MIERDA! y más ¡MIERDA!

Van sumando más rosas negras para su tumba, ¡agh! que asco ¡dios!.

Traté de moverme a la derecha, a tientas me levanté un poco tratando de saber dónde exactamente estaba y me encontraba en una esquina de la cual era la del cuarto o habitación.

—¿Dinora? —susurré pero no tuve respuesta— ¿Liz? —pregunté una vez más y solo escuché un quejido que daba a entender que se encontraba a pocos pasos de mis pies. y solté un suspiro de tranquilidad que todavía estaba con vida está estúpida—. ¿Liz si me escuchas di la palabra clave? —le susurré.

Se escuchó varios quejidos y por fin tuve respuesta.

—¿Como que palabra clave imbécil? —y allí estaba la voz de la estúpida— ¿Qué, no te basta con tan solo escuchar mi voz?.

Y se escuchó un "Mierda" de parte de ella, a lo que supuse que ya se había enterado de la situación en que estábamos.

—¿Tambien, verdad? —me preguntó.

—Si, me acabo de revisar —le contesté

—Estos hijos de su puta madre, perros desgraciados. —soltó un quejido de asco— ya van sumando balas a su cuerpo asqueroso.

—Si... —respiré hondo— Pensamos lo mismo y creo que no somos las únicas —le hice saber ya que se escuchaban también maldiciones de parte de las demás.

—¡CHICAS SI ME ESCUCHAN DEN UN SILBIDO! —gritó Liz.

Y me sorprendí porque al terminar de gritar Liz, en cuestión de cinco segundos se escucharon silbidos débiles. pero si bastantes de las que nos encontrábamos conscientes en el lugar.

—¡ECHÉMOSLE MAS GANAS A ESTO, PORQUE SOMOS MUJERES CON LOS OVARIOS BIEN PUESTOS PARA AGUANTAR ESTO Y MAS! —y dió otro silbido más fuerte.

Y se armó una avalancha de silbidos en la habitación.

—¡SALDREMOS DE ESTA CON EL MENTÓN EN ALTO Y ESPALDA RECTA COMO REINAS, COMO DIOSAS A LAS QUE NADIE DERRUMBA! ¿SI O NO? —preguntó en forma general.

—¡SI! —contestamos en unísono, también escuché a Dinora a la izquierda.

—Carajo ¿ustedes también verdad?
—preguntó Dinora dando quejidos mientras se acomodaba en la pared.

OSCURA REALIDAD [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora