Noticia

67 9 3
                                    

Buen día, quería avisarles que mañana habrá una maratón de 5 capítulos <3

Espero que les guste el capítulo de hoy y buena semana <3

**********************************


Al otro día, estoy en mi oficina y todavía no tengo noticias de Marcos. Le mando mensajes para saber si está bien y al no tener respuesta me está poniendo inquieta.

Enseguida, Milagros entra y tiene una hoja en su mano. Me la entrega y no entiendo de que se trata.

-Es un telegrama de renuncia de Marcos.

Me quedo helada al escuchar a mi secretaria.

¿Renuncia? ¿Por eso no me contesta? ¿Por qué hizo esto?

No entiendo nada y me dejo peor de lo que ya estaba antes. Mi rostro se pone pálido y soy incapaz de cambiar mi expresión.

-Gracias Mili... ahora déjame sola.

-Como usted desee, señora.

No digo ni una palabra, solo cierro la puerta y me pongo a dar vueltas por todo el cuarto y arrugo la hoja del telegrama antes de tirarlo al suelo.

No voy a dejar que renuncie, al menos quiero que me lo diga en la cara, que no sea un cobarde y me diga que le pasa.

Por primera vez, le hago caso a mi corazón y salgo rápidamente de mi oficina, me acerco a mi secretaria.

-Cancela todo Milagros, voy a estar fuera por un largo tiempo.

Corro hasta el ascensor y aprieto el botón, para mi suerte este se abre en un segundo y al entrar, aprieto el botón de la planta baja y las puertas se cierran.

Tengo pensado aparecerme en su casa, se donde vive y no voy a parar hasta saber porque tomo está decisión.

Si lo hizo porque no siente nada por mi lo aceptare aunque me duela muchísimo pero quiero la verdad. Mis ojos se llenan de lagrimas al pensar en eso. Ay dios mío, como me destrozaría esa verdad, preferiría que me mintiera y no eso.

Respiro hondo y salgo del edificio, no saludo a nadie, solo corro hasta el estacionamiento y manejo como conductor de formula uno hasta su casa.

Al llegar, me quito el cinturón y cruzo la calle, me paro frente a su puerta y respiro lentamente antes de tocar el timbre.

Espero unos pocos minutos hasta que nuestras miradas se encuentran y se sorprende al verme.

-Lucía...

Paso a pesar de que ni siquiera me invito a pasar, mi corazón está en una situación de la que va a dejar de latir en cualquier momento y mis ojos están cubiertos de lágrimas.

Cuando vuelvo a mirarlo, su cabeza está agachada y traga saliva.

-Me llego tu carta de renuncia. -Digo con un hilo de voz.

-Si...

No se atreve a mirarme y es monosílabo.

- ¿Por qué? ¿Por qué renunciaste de la nada?

Quiero que me mire, que me diga la verdad de lo que está pasando. Se mantiene en silencio y eso me tiene peor.

-Ya no puedo Lucía. -Cierra los ojos y sus manos cubren su rostro. -Ayer me sentí tan mal verte con Héctor, nunca me sentí tan mal en mi vida como estoy ahora porque te amo Lucía.

Al fin se atreve a mirarme y en un instante mi corazón estallo con fuerza. De un segundo para otro, me abalanzo sobre su cuerpo y sus brazos cubren mi cuerpo antes de besarme apasionadamente. Sus labios arrasan con todo mi espíritu y siento como mi cuerpo levita, me hizo resucitar y mis brazos envuelven su cuello.

Duramos unos minutos besándonos con intensidad hasta que el aire desaparece de nuestros pulmones y me pongo a llorar.

-No llores, mi amor. -Asustado.

-Tenia tanto miedo. -Sensible. -Pensé que renunciaste porque te disté cuenta que no me amabas, que no sentías nada por mi...

- ¿Estás loca? Te amo con toda mi alma. -Tomo mis mejillas con sus manos y los dedos secan mis lagrimas con delicadeza. -Solamente pensé que seguías amando a tu marido... que solamente te sentías confundida por todo lo que paso con él.

Niego rápidamente y mis manos acarician su cabeza, nos estamos mirando con tanto amor que ya no hay dudas entre nosotros.

-No lo amo, Marcos. No quería ver que todo ese amor que sentía por mi marido se esfumo. -Acaricio su pecho. -Y esto me hizo reaccionar. -Sonrio suavemente.

Me mira con una sonrisa y empieza a besar mi rostro.

-Solo se que te amo a vos Marcos. -Recuesto mi cabeza en su hombro y me abraza con fuerza, pegándome contra su pecho.


Narra Marcos:


Mi corazón se derrite al escucharla y esas palabras me derritieron hasta el alma. Mi amor es tan grande por ella y que Lucía también me ame me dan las fuerzas para luchar por la mujer de mi vida. Ya no me importa lo que pueda hacerme esa basura de mierda, lo único que me interesa es luchar por su amor y quedarme con ella para siempre.

-Mi corazón y mi alma te pertenecen, Lucía. Desde el día en que te conocí fueron tuyos.

Sigue llorando y corro sus cabellos hacia atrás antes de besar sus labios con ternura.

Gracias a Dios que haya venido por mi y que haya tomado las riendas de la situación como una mujer fuerte y determinante, que se juega hasta la vida por amor y estoy que babeo por ella.

Pensar que casi tome el peor error de mi vida, renunciar de esta manera me dolió de una manera tan intensa. Se que en su momento pensé que era lo mejor para ella y el pecho me dolió tanto, el desamor me llego hasta los duelos y el dolor era tortuoso pero este momento es tan mágico y solo quiero quedarme con ella.

Demostrarle todo lo que la amo y en que nadie nos va a poder separar.

Lo único que puedo hacer es agradecerle a Dios por haberme puesto a Lucía en mi camino para cambiar mi vida para mejor.

Mis ojos la adoran en silencio y nuestras frentes quedan unidas. 

En carne vivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora