Caminata

38 4 6
                                    


Narra Horacio:


La mujer se muestra ansiosa al mismo tiempo que da vueltas en medio de mi despacho y hasta me está molestando que esté así. 

- ¿Te puedes sentar? -Molesto. 

Ella mueve la cabeza y veo que tiene una expresión de malestar.

-No me parece buena idea que la tengas así a esa pobre mujer. -Lourdes suspira mientras se sienta. -Vive encerrada todo el día en está casa y ya me da lastima que no pueda recordar nada.

La observó con preocupación al escucharla y muevo una ceja.

- ¿Acaso tiene alguna duda de su pasado?

-Estaba buscando algo en el álbum de fotos que editaron tus hombres para que ella no sospechara pero no la veo muy conforme que digamos. Ya empieza a dudar y ya no se que decirle. 

-Puedes inventarle lo que sea, siempre y cuando me beneficie. Te pague para que te pusieras en el papel de su mejor amiga asique no te equivoques porque te vas a meter en serios problemas.

Asiente y me mira con miedo.

-Lo se pero trata de sacarla un poco de ese encierro porque puede pasar cualquier cosa.

-Sabes muy bien que ella no puede salir, si alguien la ve adiós al plan de quedarme con Lucía. -Suspiro. -No me gusta que este encerrada pero eso va a cambiar cuando vuelva a Cancún, mientras tanto se va a quedar aquí, en está casa tiene todas las comodidades y tiene a su amiga que puede entretenerla. 

Lourdes se queda en silencio y me pongo de pie.

- ¿Dónde está?

-Está acostada, quería descansar porque la cabeza le daba vueltas.

-Debe ser por el embarazo. -Me cruzo de brazos. -Tengo que llamar al doctor para que le haga un ultrasonido. 

No se como deje que esa criatura siga viva dentro del vientre de Lucía, tendría que haberla obligado a abortar pero no pude, no me anime en hacerle eso porque soy consciente del sufrimiento de mi mujer, No obstante, no me veo como padre y menos cuando ese bastardo no es mío.

-Voy a ver como está. Ya puedes irte.

Lourdes se pone de pie y salgo de mi despacho, camino hacia las escaleras y las subo enseguida, me dirijo hacia la habitación, abro la puerta y sonrió al ver su silueta acostada sobre la cama.

Está acostada de lado, su pecho sube y baja lentamente mientras está perdida en sus sueños. Me acerco despacio y me siento con cuidado para no despertarla.

Soy consciente que no tendría que haberla alejado de su círculo íntimo, la vida social y el trabajo que tenía en su vida anterior pero no pude, mi amor por ella fue más fuerte que yo y tuve que idear un plan para que creyera que es mi esposa y que muy pronto formaremos una familia.

Para mi suerte, la policía dejó de buscarla porque se sospecha que está fallecida y la causa se cerró. Sin embargo, no quiero arriesgarme y estoy pensando en volver con ella a mi país muy pronto. 

Respiro hondo y después de unos minutos, me pongo de pie y salgo de la habitación antes de continuar con mi trabajo. 


Narra Violeta:


Más tarde, estoy en el jardín y estoy harta de estar en un lugar en el que no puedo salir a pasear.

- ¿Por que Horacio me mantiene presa en está casa? 

Ya no aguanto más y hasta creo que me voy a volver loca si sigo encerrada en este lugar. Me pongo de pie y camino por el jardín mientras apoyo mi mano en mi vientre. El sol está empezando a ocultarse y la seguridad de mi marido entran a la casa.

Una idea se cruza por mi cabeza y aprovecho que no me están mirando para salir a la calle. Me apuro para cruzar la vereda y me voy alejando del barrio. 

Ni siquiera sé donde estoy, las casas se me hacen tan desconocidas y el cielo está oscureciendo a medida que se va acercando la noche. Sin embargo, al animarme a hacer esto me llena de una tranquilidad y de una libertad que no gozaba desde hace mucho. 

No se cuanto tiempo estuve caminando pero puedo asegurar que estoy afuera de mi casa hace unas dos horas o un poco más. Paso por un puente peatonal y freno mi caminata, observando a los autos pasar y me quedo en blanco a medida que un recuerdo confuso inunda mi mente.


"Me apuro para llegar al trabajo y cuando ingreso a la empresa, mis pies no dejan de correr y veo las puertas del ascensor cerrándose, corro a toda prisa para llegar a tiempo y por suerte lo hago.

Cuando logro entrar al ascensor, me encuentro con un hombre y mis ojos están en los suyos, trago saliva al ver lo apuesto que se ve y como mis piernas se debilitan al ver sus ojos negros".


Cierro los ojos y agacho la cabeza cuando ese recuerdo se me esfuma, no se quien es ese hombre pero me hace sentir de una manera tan maravillosa cuando está en mi cabeza, me hace sonreír y provoca que todo malestar desaparezca. 

Solo quisiera saber quien es. 

¿Sera un ex? No lo se, todavía los recuerdos son escasos y me pone tan mal estar en está situación. 

Cierro los ojos al ver como las lagrimas se acumulan en mis ojos y respiro hondo. 


Narra Marcos:


Estoy caminando sin sentido en medio de la noche, mis manos están en mis bolsillos y con la cabeza perdida en los recuerdos con Lucía. En mi rostro se forma una sonrisa melancólica cuando recuerdo su sonrisa, la forma en que me miraba, con esa mirada llena de amor y como mis brazos la abrazaban con fuerza. Como la amo, Dios mío. La amo con toda mi alma y mi corazón no quiere dejarla ir. No quiere acostumbrarse a la idea de perderla, no entiende que Lucía ya no va a regresar.

Mi cabeza se alza hacia el cielo, encontrándome con un cielo estrellado y respiro despacio. 

Sigo caminando hasta que llego a un puente peatonal y veo una silueta en medio del camino, la mujer está mirando los autos y puedo ver que se está limpiando el rostro. 

Camino rápido para ver como está y cuando estoy cerca de la mujer, mi corazón se detiene al encontrarme con ese aroma tan particular. 

No puedo hablar y contengo la respiración cuando la mujer mueve la cabeza para mirarme, encontrándome con esos ojos azules tan preciosos. Mi boca queda entreabierta y pestañeo varias veces para que no sea producto de mi imaginación. 

No puede ser... no puede ser que esto esté pasando. Por favor, que no sea una alucinación porque ya no lo soportaría pero a medida que mi corazón bombea con fuerza, al borde de la explosión, me doy cuenta que no es mi imaginación. 

Se pone derecha y mis lagrimas caen sobre mis mejillas, no soy capaz de contener mis emociones y en un estado de arrebato, envuelvo su cuerpo con mis brazos y siento que mi vida volvió a cobrar sentido. 





En carne vivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora