Ordenándose

27 4 0
                                    


Narra Lucía:


2 meses después...

Poco a poco mi memoria va ordenándose, recuerdo completamente todo lo que paso en mi matrimonio con Héctor y como de a poco nuestro matrimonio se fue desgastando muchísimo antes de mi deseo de ser madre.

Luego conocí a Marcos en medio de un torbellino donde mi matrimonio no daba para más. Marcos se comportaba de una manera tan linda, donde fue mi compañero y al principio no me di cuenta de mis sentimientos pero ese hombre ya estaba dentro de mi corazón.

Ahora no puedo dejar de amarlo y fruto de nuestro amor estamos esperando a un hermoso bebé. Me siento tan feliz por el embarazo, tanto desee vivir este momento y a pesar de que no podemos vivir de nuestro amor con libertad, tenemos momentos donde podemos demostrarnos el amor que sentimos uno por el otro. 

Hace unas semanas asistimos al médico para que me hagan una ecografía donde nos enteramos que al final es una niña y estamos más felices, no puedo esperar a tener a nuestra niña en mis brazos. 

Ahora estamos acostados sobre la cama en una habitación de hotel y puedo notar que Marcos está preocupado. Me siento sobre el colchón y lo observo con curiosidad. 

- ¿Qué pasa?

Puedo ver que tiene lagrimas en sus ojos y se sienta no sin antes tomar mis manos. 

-Hay algo que tienes que saber y quiero contártelo antes que lo recuerdes pero quiero que sepas que te amo como a nadie. Que eres lo más importante que tengo en la vida. 

Lo miro con desconfianza y la ansiedad se acumula en mi estomago. 

- ¿Qué cosa? Habla Marcos, no te quedes callado. 

-Recuerdas cuando nos conocimos. 

-Si, en el ascensor de mi empresa... te hice una entrevista y te di el empleo... 

-Si... -Aprieta mi mano. -Fui conociéndote y nunca me imagine enamorarme de ti, no estaba en mis planes porque me habían pagado para que haga otra cosa. 

Mi mente se pone en blanco y lo miro con los ojos muy abiertos.

- ¿Para que? -Suspira y agacha la cabeza. -Marcos... 

-Héctor me había hablado de su incapacidad de tener hijos y me pidió que te sedujera para después embarazarte. 

No puedo reaccionar por el estado de shock  y trago en seco al recordar eso. 


Recuerdo de Lucía:



-Perdóname, mi amor... te juro que no quería...

Empieza a sollozar y cuando está por explicarme, Héctor le gana de mano.

-Soy esteril, Lucía. -Confiesa. -Y estuve tan desesperado que pague a este maldito para que te sedujera y embarace.

Estoy en estado de shock y llevo mis manos a mi rostro. 

-No... -Susurro con dolor. -No puede ser. -En negación. -Marcos, decime que es mentira.

Cierra los ojos, lo que rompe mi corazón es que no lo niega. Por Dios... entonces es verdad. Intenta tomar mis manos pero me hago a un lado.

-Tu esposo me contacto por medio de Alfonso contándome su difícil situación, que su esposa no podía quedarse embarazada. Me dijo que el era estéril y por eso necesitaba mi ayuda. -Traga saliva. -Me dijo que me pagaría bien si te seducía y te dejaba embarazada.

Siento que me voy a desmayar, mi cuerpo tiembla y la rabia ciega mi mente. 

-Sos un hijo de puta. -Desconsolada.

-No quería hacerlo, mi amor. Cuando te conocí y veía lo buena que eres, quise alejarme de ti y poner fin a esto pero Héctor me amenazo, me tenia en sus manos y no tuve otra que acceder a su juego pero en todo este tiempo no hice más que protegerte de él. Me enamore tanto de ti que solamente quería mantenerte a salvo. -Llorando. -Te amo Lucía.

-Deja de mentir Marcos, estabas fascinado ante mi idea... confesa que te gusto burlarte de ella.

Marcos le hace frente y veo como aprieta los puños.

-Sos un hijo de puta Héctor, estuviste amenazándome todo el tiempo. No me dejaste opción pero no pensabas que me iba a enamorar de ella como lo hago ahora.

-Son unos perversos. -Hablo mientras no puedo contener mis lagrimas. -No puedo creer que me hicieras esto, Marcos... pense que me amabas.


Fin recuerdo de Lucía.


Me duele la cabeza al recordar ese momento y empiezo a llorar. Marcos intenta tocarme y lo alejo enseguida.

-Mi amor, escúchame. 

-No me toques. -Alterada. 

-Te amo Lucía. -Toma mi mano. -Héctor me amenazaba todo el tiempo y no sabia que hacer. Me había enamorado de ti y lo único que quise fue protegerte de ese monstruo... -Llorando. -Por favor, Lucía. 

Lloro más fuerte y me tiro a sus brazos, sollozo en su hombro y me abraza con fuerza. 

-No dudes de mi amor por ti, mi vida. -Susurra. -Ustedes son lo más importante que tengo... 

- ¿Entonces no me estás mintiendo? -Levanto la cabeza para mirarlo? 

-Nunca. -Acaricia mi cabello. -No sabes como me arrepentía todos los días por hacerte eso, quise dejarte pero no podía... te metiste en mi corazón y no quería sacarte. -Tiembla. -Solo quería estar con vos... protegiéndote de cualquier persona que intentara lastimarte. 

Lo observo con atención y veo que está siendo sincero conmigo. Suspiro y apoya su frente con la mía, me mira a los ojos y acaricia mis mejillas. 

-Te amo Lucía... te amo tanto que me duele verte así. 

Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y beso sus labios, Marcos corresponde al beso haciéndolo más intenso y puedo sentir sus lagrimas. 

Lo amo tanto, mi corazón late con fuerza y se que me está diciendo la verdad. No puedo desconfiar de él porque soy consciente de cuanto me ama. 

Sus manos acarician mi espalda desnuda y el deseo se hace presente en nuestros cuerpos. 

-Te amo Marcos... -Emocionada. 

Marcos me mira con tanto amor que toda la tristeza se esfuma y le damos rienda suelta al amor que nos sentimos. 


Narra Horacio:


Gutiérrez me cuenta detalle por detalle de quien es Marcos Natale y la venda se me cae de los ojos. Ahora recuerdo quien es... claro, la había acompañado para hablar de su proyecto y siempre estaba con ella. 

Entonces... eso quiere decir que Lucía recupero la memoria. Todo se me vino abajo y todos mis planes fracasaron.

Golpeo el escritorio y me pongo de pie.

-Que imbécil. -Furioso. -Estuvo frente delante de mis narices y nunca me di cuenta. 

Tiro el escritorio y me tiro del pelo. 

-Tiene que hacer algo, señor. 

-Si... -Mi rostro está desencajado. -Claro que voy a hacer algo. 

En carne vivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora