Todo se caía y se desmoronaba, dejando a la interperie un cementerio de escombros como homenaje al recuerdo de aquello que tantas veces intenté reconstruir. El cielo se desplomó sobre nosotros en una lluvia de piedras que se precipitaban desde las nubes, ahora invisibles por la polvareda, encima de las que nos acostábamos tras cada uno de los días dedicados a lo que yo creía que eran nuestras labores de buenaventura. Allí arriba, todas las noches antes de dormir, fantaseaba inventando un futuro que nunca iba a ser posible: entre los vicios de la ilusión por los grandes proyectos siempre merodean los demonios poniéndote a prueba y haciéndote sentir pequeño e incapaz; y esos diablos mutaron en carne y hueso, vistiendo el espíritu de una persona extraña que decía ser el alma gemela para la que tanto me esforcé en esa faena titánica.
Desapareció entre la bruma como una partícula más de tierra inerte e insensible. Se desvaneció como un espejismo en aquel desierto, camposanto de planes futuros que yacían sobre el firmamento derrumbado y esparcido en suelo yermo donde únicamente brotan rencores, tras sembrarse preguntas para las que no existían respuestas.
Yo, desenterrando lo que quedaba de mí entre los restos de aquella fábrica de quimeras, encontré mi corazón embadurnado con una coraza de polvo, aún palpitando. Y convertido en un gólem, fruto de la arcilla de mis lágrimas con la ruina, empecé de nuevo a elevar otra fortaleza, pero sin nadie a mi lado saboteándome. Ni amargándome la vida.
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Micro relatos escritos en un purgatorio donde, a menudo, me encuentro con gente
Short StoryColección de mis primeros bocetos de escritura, microrrelatos y algo de prosa poética, en una marcha fugaz entre la narrativa y el ensayo corto. Escritos de diversos matices sobre un diario que transcurre en los caminos perdidos donde coexiste la cr...