Esperar sentado

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Suspendido como una mota de polvo buscando un carril en la frenética carrera de los tiempos post-modernos; donde las noticias vienen y van, impactando en el espectador como una bala que atraviesa su frágil conciencia para posteriormente sanar en el olvido a efectos de caducidad y nuevos comunicados sensacionalistas; Ahí me hallo esperando paciente el apocalipsis. Y rezando a sus jinetes por que tengan piedad con los inocentes, aún en mi abrahámico ateísmo y esotérica simpatía hermetista y agnóstica a partes iguales; invoco, por otro lado, su llegada; en un histriónico y misantrópico clamor que cada vez se me hace menos culpable de conjurar.
Y mientras llega ese petardo nuclear que abra un boquete al planeta, o bien éste ejecute su merecida venganza haciendo de sus fuerzas elementales, calamidades; espero tranquilo y sentado el fin de la tierra a la luz del ocaso del Dios Helios, una tarde como otra, fumando hachís como si todo se acabara mañana, para encontrar un hueco estoicista al margen de las verdades cínicas de Antístenes y el cinismo peyorativo que describe al puto mundo entero... en éste preciso momento en el que tengo la suerte y la desgracia de vivir: en el jodido siglo XXI.


Micro relatos escritos en un purgatorio donde, a menudo, me encuentro con genteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora