Iban de filántropos y vendían su vida como una lucha por amor a la humanidad. No me gustaba echar más de dos cervezas con ellos, porque a partir de ahí comenzaban con el interrogatorio habitual, en un detectivesco afán de encontrar cualquier discrepancia que pudiera hacerme sospechoso de simpatizar con sus fantasmas políticos. No había que indagar demasiado para percatarse de que, en realidad, no eran más que un grupo de burgueses rebeldes acomplejados que anhelaban parecerse a Curtis Jackson, tomando el atajo de no haber tenido que experimentar esa vida de mierda que sirvió de molde al heroico gánster, ahora convertido en un respetado hombre de negocios.
Comenzaron sus andadas moviéndose por los suburbios a través de una ONG para integrar a adolescentes problemáticos. En teoría, su cometido era servirles de apoyo escolar y ayudarlos a graduarse; pero en la práctica ─y según sus razonamientos─, la educación formal suponía una trampa capitalista para el control de las masas bajo el imperio iluminati de occidente. Así que cada clase se convertía en un sermón de odio donde poco importaba la retórica de Luther King, las fórmulas de Hipatía, las excelencia política de Mandela, o el alma en letras de Mary Shelley dando a luz a la ciencia-ficción. Leer y escribir bien, y sobre todo las matemáticas, eran basura.
La mayoría de los padres de los alumnos vivían de menudear con la droga. Ganándose su confianza, sirvieron de intermediarios para hacer negocios personalmente con los capos, a quienes ofrecieron un plan en el que los lazarillos iban a servir de mulas para introducir el género en diversos institutos de la ciudad, donde otros jóvenes, que iban a dispensar, trabajaban con éstos por medio de la organización.
Les duró poco su imperio por y para los pobres. No obstante, la estirpe de abogados y altos funcionarios que los parió protegió su libertad y les salvó el pellejo. Ellos siguen en la calle, dando la brasa con lo mismo. Los que sirvieron de proletarios en su empresa, sin embargo, siguen siendo analfabetos sin futuro.
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Micro relatos escritos en un purgatorio donde, a menudo, me encuentro con gente
Short StoryColección de mis primeros bocetos de escritura, microrrelatos y algo de prosa poética, en una marcha fugaz entre la narrativa y el ensayo corto. Escritos de diversos matices sobre un diario que transcurre en los caminos perdidos donde coexiste la cr...