Skyfall [KM] CORRIGIENDO✓

I

•Como dije en el anterior capítulo, no será todo igual a la novela o la historia real, armare una parecida pero no igual

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Jimin supuso que ser esclavo no podía ser tan horrible, hasta que lo pusieron a limpiar, no todas en el harem hacían tal cosa solo las que nadie quería, y en ese rango lastimosamente entraba el pelirrojo, ya era el tercer dia consecutivo que hacia toda esas cosas, tallar los pisos, las ventanas, coser, ordenar, lo peor era limpiar los baños, su amiga Yuna siempre le daba animos para seguir pero Jimin estaba cansado de esto esto, mas que nada porque en sentía envidia, no lo negaría, sentía envidia de las favoritas, ellas siempre estaban limpias, olian bien, no hacían trabajo forsos su único labor era verse bonita para el sultan.

Era injusto.

Por suerte había una sola cosa que Jimin amaba y era que empezarían la escuela, las concubinas mayormente no sabían leer ni escribir como era el caso del pelirrojo, su clase social no se lo permitían, mas sabiendo si eran mujeres o donceles, pero el sultan Jeon Jungkook había ordenado que su harem estudiara.

Las clases comensarian en dos días, los sirvientes del palancio prepararon todo para ellos.

Mientras tanto seguían limpiando, la madre sultana había dado un comunicado que haría acto de presencia en el harem mañana por la noche, las jóvenes estaban emocionadas, eso quería decir que había una celebración.

Jimin salio del baño con sus tacho y trapos, hoy le toco con diferente grupo de jóvenes hacer sus tareas, extrañaba a Yuna, por lo menos con ella se divierte.

antes de poder seguir caminando hacia otro pasillo,la señorita Sana dicto que bajaran la cabeza y hagan una reverencia. Todas obedecieron, incluyendo a Jimin que no entendia porque todos estaban emocionados.

Por mera curiosidad levanto la mirada, Y ahí lo vio.

El hombre mas hermoso que jamas había visto. Jimin quedo cautivado por el hombre.

—Jimin baja la cabeza, no seas irrespetuoso— la señorita Sana lo regaño en voz baja;se notaba la tensión en sus palabras; Pero Jimin no podía parar de mirar a aquel hombre.

El destino hizo lo suyo.

El hombre de cabello oscuro como la noche, logro escuchar como la señorita regañaba a unas de sus concubinas, giro disimuladamente la cabeza y se encontró con los ojos de Jimin.

El tiempo pasaba lento para aquellos hombres que se miraban fijamente.

—Sultan Jeon, lo esperamos—Anunció uno de sus guardias, este dejo de mirar al joven pelirrojo, asintiendo.

Jimin se quedo un poco asombrado pero también desilusionado a la misma vez.

Ahora  sabia quien era ese hermoso hombre...

el sultan Jeon Jungkook el magnífico.

lo triste era que el hombre se dio la vuelta,  y siguió su camino, sin mirar atrás, dejando al pelirrojo con ganas de más.

Cuando se retiraron tanto el sultan como sus guardias la señorita Sana se dirigió a Jimin y no tardo en golpear su mejilla, este quedo desconcertado.

—Eres un imprudente, ¿acaso no escuchas lo que te ordene?.—demando— nadie puede mirar al sultán a los ojos, no eres igual a él, solo eres un esclavo ¿entiendes?

Jimin asintió despacio, su mejilla dolia, lo peor era que no iba a poder quitarse de la cabeza lo que la señorita Sana había dicho.

Esclavo...

Imprudente...

No eres igual a él...

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Había caído la noche y se estaban preparando para dormir, Yuna había visto a su amigo decaído, se acerco, se recostó delicadamente en la cama del pelirrojo, lo estuvo observado por algunos segundos, Jimin en cambio seguía perdido en sus pensamientos.

—¿Qué sucede? cariño—pregunto suavemente.

Jimin tardo en contestar pero al tratar de hablar sus ojos se llenaron de lagrimas, rápidamente se las seco no quería que nadie lo viera de aquella manera.

—Me las pagaran Yuna—dicto, trataba de contener la frustración que tenia en su interior—Este palacio, estas concubinas, estos sirvientes, y lo mas importante ese Sultán Jeon serán mios, absolutamente mios, Cada vez que escuchen mi nombre temblaran de miedo, se arrodillaran ante mi, Yuna, yo sere la destrucción de todo lo que se interponga en mi camino.

—Jimin, ¿que cosas dices?—dijo desconcertada —deja de decir eso, te pueden escuchar, sabes como son las reglas aquí...

Jimin giro su cabeza para ver a Yuna;los ojos del pelirrojo estaban de un color oscuro de pura  resignación.

—¿Que? ¿Las estúpidas reglas de que el sultán nunca se casara? ¿Nunca va a despojar a alguien de aquí?, voy a cambiar la historia Yuna, o estas conmigo o en contra de mi—declaro, Jimin se giro para poder taparse.

—Siempre te apoyare, solo no hagas una locura.

El pelirrojo solo quedo en silencio, el no solo seria un esclavo, las personas que osaron lastimarlo las pagarían.

Tarde o temprano, pero lo harán.

————

Alguien por la noche despertó a Jimin, este enfoco su mirada y noto que era la señorita Sana.

—Arriba, el sultan te ha llamado para que vayas a sus aposentos—dijo.
  Jimin al estar recién levantando tardo en procesar lo dicho, pero después de unos segundos se levanto rápidamente.

El sultan Jeon lo había llamado, eso quería decir que no lo había olvidado.

Se fue rápidamente con Sana hacia los cuartos de arriba, estaban los sirvientes ayudando a preparar la ropa.

—Kai te ayudara a bañarte, solo no tardes que a su Majestad no le gusta esperar.

Jimin asintió frenéticamente, el no era inocente sabia que iba hacer allí, se preparo lo mas rápido "posible" y al terminar, estaba irreconocible.

Su cabello rojo tenia unas hermosas ondas y le llegaban hasta arriba del mentón, le había puesto un traje a medida, que resaltaba sus piernas y cadera, su rostro se veía precioso con el poco maquillaje que le habían puesto y su cuerpo olia a vainilla.

Jimin tenia la elección de usar vestido, que a decir verdad, era precioso, estaba permitido que el usará, solo por el simple hecho de ser un doncel, pero opto por lo que mas tradicional.

Sin más partieron del Harem hacia los aposentos del sultán Jeon.

El pelirrojo iba delante de todo mientras que los sirvientes estaban a cada lado de él.

Sana explicaba todo lo que Jimin tenia que hacer, no podía fallar, sino el sultán se enojaría ocasionando que no lo volviera a llamar.