XIII

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La sultana Irene estaba buscando desesperadamente al pasha, no lograba encontrarlo por ningún lado, había ido a todos los lugares que se suponía que Kim debería estar, pero nada.

Decidió esperar cerca de la puerta de sus aposentos, estuvo ahí por aproximadamente tres horas hasta que por fin el señor Kim regresaba.

El pelinegro vio como la sultana Irene estas esperándolo, se había extrañado.

—Sultana — saludo respetuoso, la joven hizo una reverencia y rápidamente hablo.

—Gran visir, por favor, ayúdeme— rogó la joven. Taehyung miro hacia sus costados verificando que nadie estuviese allí, cuando comprobó que nadie había, invito a la sultana a entrar.

—¿Qué pasa Iréne? Te veo muy afectada. — pregunto.

—Estoy en una pesadilla Taehyung, estoy perdiendo la cabeza por completo — expreso, su voz estaba entre cortada y su mirada reflejaba angustia.— Necesito que me ayudes a conquistar al sultán.

El pelinegro la miro con tristeza, el no podía hacer mucho.

—Sultana... Tu sabes...

—Esta bien lo entiendo, entonces por favor ayúdame en otra cosa— el gran visir la miro espero a que siga hablando. — Necesito que ese doncel no esté mas en el palacio.

Hubo un silencio incómodo.

—Irene yo no puedo hacer nada contra él, no ha hecho nada malo.

—¿Que no ha hecho nada malo?— soltó alterada— Es una víbora, en tan poco tiempo tiene cautivado a su majestad, lo llama por su nombre, no recibe castigos y cuando necesito hablar con alteza, aparece él, llorandole tirando tristeza y dime Tae ¿cuando me toca a mi? ¿ Cuando va a ser el día que el sultán se preocupe por mi?

Las lágrimas no tardaron en salir, Tae sintió pena por ella.

—Esta bien, te ayudaré, pero hay que tener cuidado Sultana, Jimin ahora es el nuevo favorito.— advirtió. La joven secó sus lágrimas y asintió un poco más calmada.



      ——————





El azabache admirada la hermosa sonrisa de su pelirrojo, este estaba actuando chistoso para hacerlo reír, estaba funcionando porque tenía una sonrisa de oreja a oreja. 

Jimin se aproximó hacia el sultán y se sentó en su regazo, sus piernas pasaron a cada lado de la cintura del azabache. Dejandolos en una posición comprometida.


—Me encanta como se escucha tu risa, es melodía para mis oídos,— comento dándole un beso en la mejilla izquierda.

—Usted no se cansa de decir esas cosas ¿no? — El pelirrojo paso sus manos por el cuello del sultán, levantó una ceja juguetón.

—Me gusta ver cómo te pones nervioso, creo que es una de mis pasiones favoritas. — está vez Jungkook decidió pasar su lengua caliente por la oreja del pelirrojo provocando un escalofrío exquisito.

—Ya, ya! Dijimos que íbamos hablar o ¿no?

—Eh... No me acuerdo — Jungkook hizo una sonrisa aniñada, Jimin pudo ver aquello y sus ojos se iluminaron, amaba ver aquellas facetas de su majestad.

—Jungkook...—advirtio.

El azabache carcajeo suave, abraso más fuerte al pelirrojo y apoyo su cabeza en la pera de su favorito.

—Algunas veces tengo días difíciles, pero cada vez que te veo... es como si mi cielo gris rápidamente se transformara en celeste. Porque tienes algo que No logro entender que es, si eres hermoso, si eres especial, pero es como si pudiera ver a través de tus ojos.

—¿Y que logra ver?

—Un chico que paso por mucho dolor. 

Jimin al escuchar aquello dejo de sonreír.

—Yo...

—Quiero saber tu historia—Expreso — no la del esclavo, sino la verdadera.

El pelirrojo al escuchar aquello se le erizo la piel, trago saliva y exhaló, hace mucho tiempo no hablaba de su pasado.

—Bueno, Nací en Rusia, mi madre es de esa nacionalidad, pero mi padre es de corea. — Explico — Mi madre era igual a mi pero en versión femenina, ella tenía los ojos azules y el cabello rojizo...

—Entonces de ella sacaste esa hermosa belleza.— susurro. Jimin sornrio poquito, un poco apenado.

—No estuvimos mucho tiempo en ese país, mi padre extrabaña su cultura, así que decidió que vinieramos aqui, pero nunca llegamos, en el barco en dónde íbamos atacaron los Tailandeses, mataron a mis padres frente a mis ojos y a mí me llevaron como esclavo para en aquel entonces el sultán... — Jimin pauso un rato, miro al pelinegro a los ojos, pudo ver qué aquel hombre le estaba prestando atención— Lo siento, se que me dijo que le contará sobre mi vida pero soy esclavo desde los nueve años, no he viví mucho, y antes de serlo, tampoco hacia mucho, ayudaba con el trabajo a mis padres y fuera de eso nada mas.

—¿Tuviste algún amor?

El joven se quedó callado por un buen rato, Jungkook aparento los labios en forma de disgusto.

—Si. —Respondio. — Pero solo era un enamoramiento de niño, fue hace muchos años.

—¿A que te refieres?— el pelinegro jamás pensó que Jimin podría decirle que se había enamorado de otro hombre, debía admitir que le daba un poco de celos.

—El era un guardia en el palacio principal de Tailandia era en dónde yo trabajaba, y no, nunca hizo nada porque me veia como su hermano menor, era un buen hombre, dio la vida por mi.

—No me gusta que digas eso.— Soltó, Jimin entendía el punto, pero realmente no quería mentir, no a Jungkook.

—Lo se y lo siento, pero es lo que sentí por mucho tiempo. Jungkook¿puedo hacerle una pregunta?

El azabache rápidamente acepto el ambiente estaba un poquito tenso, pero solo por parte del Sultán.

—¿Usted me quiere?

Jungkook rápidamente afirmo. —Claro que si, ¿porque no lo haría?

—Es que siento que solo me quiere por obligación— expreso el pelirrojo pudo ver cómo la cara de Jungkook emanaba confusión — desde que llegué aqui he oído muchas historias... —Jimin empezó a hablar y decidió bajarse del regazo del pelinegro—  Quizás no logro entender mucho en la forma en que se vive aquí, pero si yo digo que lo quiero, solo sería a usted... Entonces ¿porqué... Usted puede querer a todas? ¿Eso no sería injusto.?

—Porque soy el Sultán — respondió, al azabache no le gustaba por dónde estaba yendo la conversación — No me gusta que se metan en mis asuntos Jimin, no dejo que nadie haga tan cosa.

—Esta bien lo entiendo, disculpe su majestad, no fue mi intención molestarlo — expreso, Jimin se mordía el labio inferior tratando de tragarse aquel nudo que tanto le molestaba.

—Te noto enojado. Jimin las cosas siempre fueron así y seguirá pasando. No puedes sentir celos de tus compañeras, ella tienen el mismo derecho que tú en querer verme.

—No estoy enojado Su majestad solo que quizás algo desconcertado, eso es todo.

—¿Y porque? —Jungkook frunció el ceño.

—Porque yo le juro amor aterno al Sultán, pero a mí nadie me lo jura. — eso fue la gota que revalso del vaso. Jungkook se levantó, estaba ¿Enojado?!

—Estas pasando los límites, la conversación se queda hasta aqui— declaró— Puedes volver al Harén Jimin.

El pelirrojo supo que había hecho mal, pero su corazón exigía que dijera lo que pensába.

Se levantó y reverencio al sultán, sin más se fue, no quería volver a mirar a Jungkook, no después de entender que aunque lo quisiese, tenían diferentes puntos de vista de que significa amar.

Skyfall [KM] CORRIGIENDO✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora