Skyfall [KM] CORRIGIENDO✓

XVII

Con paso firme y decidido, la joven sultana Irene se fue dispuesta a buscar al pasha, seguramente estaba en Rosé, sabía que quedaba descortés ir así toda desarreglada y molesta, pero no podía con la situación.

Tocó la puerta un tanto fuerte, los segundos pasaban y Rosé abrió la puerta, la rubia vio a la sultana Irene en su puerta de manera extraña.

—Sultana...—quiso decir.

—Hola sultana Rosé, podría por favor hablar con pasha.— pidió acelerada, la joven asintió sin entender nada, cerro la puerta y en unos minutos que para Irene fueron enteros, el gran visir al fin salió de sus aposentos con cara de dormido.

—Sultana Irene,¿ que hace en mi puerta? es muy tarde. — exclamó un tanto dormido.

—Lo siento tanto Pasha pero es urgente, realmente estoy en crisis.

El gran visir al escuchar aquello aprestó tensión.

—Por favor Taehyung, ese doncel no debe de escalar más, hace rato escucho una conversación de Jimin y El Sultán y... Y no se cómo explicarlo pero lo tiene comiendo de su mano.

—Bueno eso está mal, no se puede espiar a su majestad.

—Fue sin querer lo juro, iba a buscarlo para seguir charlando como estos días que la paso conmigo. — explico rapidamente— Taehyung me la debes, esto es injusto, siempre estuve para Jungkook, tengo un hijo con él y aguante mucho, solo te pido que me ayudes a distanciarlos, porque esa víbora lo está hechizando.

El pelinegro pudo sentir la angustia de la Sultana.

—Sabes que si te ayudo, estaré traicionando al sultán ¿no? — comento — Esto es peligroso, sabes cómo es Jungkook cuando quiere algo.

—Me lo debes...— dijo casi llorando.

—Esta bien haré lo posible para que estén más distanciados, pero el resto te lo dejo a ti. No me voy a meter entre mujeres y donceles. — declaró.

La joven sonrió feliz.

—Gracias, enserio muchas gracias, estoy haciendo todo esto por mi familia Tae, y se que tú me entiendes más que nadie.

—Lo se. Cuando el sultán pida ver a Jimin trata que este nunca pueda, yo metere excusa. Entendido?

La joven asintió, y con eso la convención, el pasha se despidió y al entrar a la habitación pudo notar como Rosé lo mirada con reproche.

—Eso no está bien.— declaró.

—Lo se, pero es Irene.

—Y eso?

—Es como una hermana, tú lo sabes.— trato de explicar.

—No le debes nada, al único que le debes algo es al sultán, ten cuidado Tae, Irene no está muy lejos de también ser una serpiente.

El pasha se acostó tratando de abrazar a su esposa.

—Es solo una mujer enamorada.

—Es una mujer que no es correpondida.— soltó. Tae no quiso seguir hablando y decidió volver a dormir.

                        ———————

Jimin se había quedado a dormir en los aposentos de Jungkook.  Estaba relajado, su cuerpo derrotado por la ronda de sexo que tuvo con el Sultán.

Cuando sintió algo extraño, se levantó rápidamente y se sintió mareado.

Quizo dar algunos pasos pero al tratar se desmayo, el golpe sexo despertó a Jungkook.

—¡Jimin!— dijo asustado, rápidamente se acercó al joven tratando de despertar. —GUARDIAS.

los soldados entraron rápidamente por el llamado de su sultán.

—Llamena la curandera Ya— ordenó en forma brusca, levantó al joven del piso y lo acomodo en la cama. —Jimin mi amor, que sucede.

El sultán estaba asustado, tratando de que Jimin despertara. No tardó mucho la curandera en llegar.

—Su majestad por favor, tranquilo, voy a ver qué le sucede al doncel. — declaró. Jungkook asintió un tanto asustado.

Los minutos pasaban Jungkook estaba con el corazón en la boca.

—Digame, ¿que le sucede?— pregunto ya arto de que la mujer lo le dijo nada.

Jimin recobro la conciencia, abrió los ojos y se asusto por qué la mujer lo estaba revisando, se alejo rápidamente de ella.

—Mi amor, tranquilo— al ver que el doncel estaba asustado Jungkook se acercó a el tratando de tranquilizarlo.

—Jungkook, ¿que sucedió?— pregunto con su voz quebrada.

—No lo sé, pero todo estará bien.

La mujer los mirada enternecida, cuando intento abrir las piernas del doncel, este las cerro rápido y la miro con mala cara.

—Joven, necesito revisarlo.

Jimin miro al sultán y este asintió dándole más confianza. Entonces la señora empezó a revisar sus partes íntimas, y su cara fue de asombro.

—¿que tengo? — pregunto el pelirrojoa sustado, la señora le sonrió felizmente.

—Felicidades, Joven usted está en cinta. ,— comento— el desmayo debe ser por qué se encuentre anemico.

—¿Que?— dijieron a la misma vez el pelinegro y el pelirrojo.

—Si, está en cinta, ¿no ha tenido otro síntomas joven?— Jimin nego rotundamente.

—Jimin.. estás esperando un hijo mío...— expreso Jungkook desconcertado. Rápidamente tomo su rostro y beso sus labios. — Estás esperando un hijo mío.

Jimin al principio estaba en shock pero al ver la emoción del sultán cambio la cara a una más alegre.

—Pero señora está segura? No he tenido síntomas, yo...

—Estoy segura, debe de tener tres semanas aproximadamente y tranquilo, no todas tienen los mismos síntomas. Felicidades joven y felicidades Sultán, la dinastía está creciendo.

La mujer al rato se fue dejando a los amantes tranquilos.

—Realmente me asustaste bonito — comento Jungkook, el más joven rio.

—Estoy tan feliz Jungkook, tendré un hijo tuyo. Es el mejor regalo que me han podido dar. — expreso.

—Y a mi, mañana por la mañana le avisaremos a todo el mundo la llegada del nuevo príncipe o princesa, mi amor, me hace tan feliz esta noticia. Soobin tendrá un hermanito...— comento abrazo nuevamente a Jimin, el pelirrojo estaba feliz pero al recordar que Jungkook tenía otro hijo un chispa de envidia cruzo por su corazón.

Su hijo sería el segundo en la dinasria, pero el primero en su historia de amor.

—Jungkook, quiero decirte que... sana hace días me dijo tendría que revisarme, pero... Perdón realmente no lo hice porque no quería llevarme una decepción, no cuando también pensaste que la sultana Iréne estaba embarazada. — dijo. Y no era mentira, Jimin sabía que tenía que hacerse el chequeo pero su corazón no quería llevarse una decepción o peor aún ilusionar al sultán y este este decepcionado.

—Esta bien, no te preocupes, lo importante ahora es que te voy a cuidar tanto que me odiaras — dijo en forma de chiste— Jimin, tendrás tus aposentos para ti solo y pediré a una esclava para que te cuide.

Jimin al escuchar aquello se alegro, al fin saldría de ese Harén lleno de víboras.