Skyfall [KM] CORRIGIENDO✓

XIV

Los días iban pasando y Jimin en ese tiempo no supo nada de su majestad, se sentía triste , pero estaba seguro que había tocado un tema que irritaba fácilmente al Sultán.

Entonces el pelirrojo dejó en dejarlo ser, aquel día Jungkook tenía que decirle buenas noticias pero al final nunca se llegó hablar del tema, al día siguiente la madre sultana aparece para darle clases privadas y desde ese día Jimin ha estado enfocado en aprender.

Aquel día en especial la madre sultana le estaba enseñando a escribir, Jimin en esos momentos se sentía feliz.

La clase iba avanzando normalmente cuando una persona anuncio la llegada de la sultana irene.

Jimin rápidamente se levantó y se reverencio, la madre sultana le hizo la señal de que siguiera con lo suyo.

-Sultana Irene, ¿Cómo ha estado? ¿y mi nieto? Ese chiquillo lo veo corriendo por todo el palacio - rio amablemente la sultana hizo lo mismo.

-Me encuentro más que bien Madre sultana, y Soobin está en sus clases en este preciso momento - Comento.

-¿Y a qué has venido?- la pregunta fue gentil aunque no sonara bien.

-Creo que estoy esperando a otro hijo del Sultán- declaró, la madre sultana chillo de alegría, Irene reía felizmente y Jimin solo se quedó callado.

-Bien, llamaré a la curandera para que revise ¿ mi hijo ya lo sabe?

-No todavía no, quiero estar segura primero.

-Tienes razón, ve y descansa Irene si es que estas embarazada, un niño nuevo nacerá en este palacio, estoy segura que traerá pura alegria.

La sultana asintió y se retiró, no antes de mirar al pelirrojo perdido, la joven sonrió con gusto y se fue.

-¿Escuchaste Jimin?, tendré otro nieto.- la madre sultana estaba más que feliz, pero rápidamente noto como el doncel se deprimía. -¿Qué sucede?

-N-nada madre Sultana, la felicito espero que esto traiga mucha felicidad al pueblo y al Sultán.

La madre sultana pudo escuchar aquella voz un poco rota, se acercó al doncel y lo miro fijamente.

-Dejame darte un consejo querido, Sonara cruel pero no quiero que te decepciones eres muy joven para aquello— Dijo.— Ninguna mujer puede considerarse, ni la única dueña, ni la única mujer del Sultán.

Jimin al escuchar aquello quedó perplejo, su corazón se oprimio ligeramente.

—¿Porque me dice esto sultana?

— Se cómo miras a mi hijo, y creeme que Jungkook está encantado contigo, no lo niego, hasta dejo que tomes clases privadas. —Comento tranquila— pero él sigue siendo un sultán, que seguíra teniendo concubinas, e hijos...

—Lo se... —Fue lo único que comento el pelirrojo.

—No importa cuanto hijos quieran darle, si el no quiere nada contigo no lo tendrá, siempre me cayo bien Irene pero piensa que por tener hijos con el sultán, lo podrá atar.

La madre sultana suspiro, se notaba ser una mujer sensible y comprensiva, los consejos que siempre daba era de la mejor intención.

—Lo entiendo Madre sultana, lo tendré en cuenta — comento tranquilo Jimin, aunque en su voz se podía notar un pisca de tristeza.

                       ——————

Jungkook estaba enojado por la forma que Jimin le había hablado tan inrrespetuso. Aún que le gustase mucho el doncel, no podía permitir que alguien se metiera en sus cosas.

El peligro llamo a su gran visir, su amigo llegó esperando las órdenes de su majestad.

—Taehyung necesito un consejo.

El moreno se sorprendió por aquello, pero asintió rápidamente dejando ver lo sorprendido que estaba por las palabras de su majestad.

— He lidiado con muchas cosas, he invadido tierras y luchado con soldados, pero no puedo controlar a un rebelde enamorado... —solto, Taehyung entendió rápidamente a lo que se refería.

—Tanto las mujeres como los donceles son difíciles. —expreso.

— ¿Tu crees que Jimin está celoso? Hace dias me habló de ciertas cosas, y realmente me hizo enojar, pero no puedo evitar sentirme un poco culpable de haberle hablado mal.

—Usted sabe que sus concubinas mayormente sienten celos...

— Siempre fue así.

—Si, pero para el doncel no tanto, no lo defiendo, pero se crio en otro ambiente, con otras costumbres.— expreso — considero que para el la lealtad de pareja es muy importante.

—Yo le tengo lealtad. —suspiro.

—Una lealtad en cuerpo y alma. —Explico. Jungkook había quedado pensando.

—Llama a Jimin. —ordeno — Y Tae gracias, eres como un hermano, confío en que siempre me darás buenos consejos.

El pelinegro asintió feliz, y se retiró, al estará fuera, su sonrisa de borro, nunca traicionaria al Sultán, sabía que las palabras que le había dedicado irían en contra de lo que cree Jungkook.

Fua a buscar al doncel que estaba en sus aposentos, llamo a un Eunuco para entrase al harén y buscar al joven.

Esperando en la puerta principal, Sana se aproximó hacia el pasha.

—Gran visir— saludo cordialmente.

Tae hizo lo mismo, aunque un poco incómodo. La joven volvió hablar.

—Necesitamos hablar Tae... Yo..

—Por favor Sana no es el momento— explico Tae miramos a los lados para ver si alguien estaba mirándolos. La joven asintió y decidió entrar al harén sin decir nada mas.

Al cabo de unos minutos Jimin ya estaba junto al gran visir.

—Tienes suerte — comento el pelinegro, Jimin que se encontraba al lado suyo caminando hacia los aposentos del sultán solo atino a mirarlo de reojo.

Cuando llegaron el pelirrojo se encontraba nervioso, hace días que no había visto al Sultán y estaba seguro que lo llamo para castigarlo, sabía que había hecho mal.

Al entrar se aproximó hacia el sultán saludando como todos los hacían, con una reverencia y un beso en la parte inferior de su ropa larga.

—Te mandé a llamar, Porque quiero arreglar esto.— empezó a decir Jungkook— Fuiste un rebelde, un joven que cruzo la línea, un inrrespetuso.

La sala estaba en silencio, Jimin no había levantado la cabeza, más que dolor, sentía Ira, esa que alguna vez sintió y que no quería que se apoderara de el.

—Estarás castigado, eres el favorito pero no te da el derecho a decir nada, ni objetar nada. —comento algo duro— Antes de seguir ¿quieres decir algo?...