LVII

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El principe Soobin estaba cenando con su madre, está sonreía alegre mente.

-¿Que le hace tan feliz madre?- pregunto curiosa, La sultana Irene, suspiro.

-Bueno falta nada para la gran ceremonia, y me llegaron nuevos vestidos.- comento. Soobin asintió, sabía lo que estaba pasando y que su madre se encuentre tan tranquila le molestaba.

-Escuche que la sultana Lia le faltó el respeto a mi padre.- dijo, su madre levantó su mirada y lo quedo viendo- Ella no es nadie para faltarle el respeto a mi padre. Quieran o no todavía sigue siendo el esposo del sultán.

-El sultán Jimin, quiso el divorcio. - declaró más sería.

-Dime, ¿que piensas hacer ahora? Yo te di la condición de que te perdonaba, si tú comprobaras de que habías cambiado.- Soobin no dejaba de mirar a su madre, aquel niño pequeño se habia quedado en el pasado.

-Soobie, yo he cambiando.. yo

-Lo que tú haces, es ver injusticias y malos tratos hacia una persona que dió lavida por tu hijo, que en ves de preocuparse por su hijo de sangre, decidió querer igual que a mí hermano. - La voz se le fue rompiendo al joven. - Tú... No dices nada, sabiendo que eres una sultana, sabiendo que mi tía detesta a mi padre, que mi padre sultán Jungkook solo lo trata mal. ¿Porque?

-No puedo meterme en asuntos de su majestad, y lo que hacen las otras sultanas no es tema mío. - expreso, la sultana Irene pegó un salto cuando su hijo pegó un manotazo en la mesa y se levantó de golpe.

-¿Asuntos de su majestad?- dijo lleno de cólera. - Tú le debes la vida al sultán Jimin, él pudo ser la peor persona del mundo y no lo hizo.

-Tenme respeto. - exigió la sultana.

-Yo soy un príncipe y quieras o no, soy más poderoso que tú- declaró - Estoy cansado de ver estás calumnias. No te pido que des la vida por él, Pero si que no seas tan cínica de juntarte con las personas que le hacen daño.

El principe salió de la habitación de la sultana Irene, estaba enojado, realmente lo estaba.

Salió de prisa, caminando rápidamente, no noto cuando choco con un joven de cabello castaño. Este era más delgado pero de la misma altura.

Los dos calleron al suelo, Soobin termino arriba del cuerpo del joven aplastandolo.

El principe lo vio y quedó encantado.

-Lo siento. - fue lo único que dijo el joven, Soobin lo quedo bien.por unos segundos y luego reaccionó.

-No te preocupes, ¿tu nombre?- ordenó.

-Felix- se reverencio.

-Jeon Soobin.- declaró, el chico abrió sus ojos. Y nuevamente se reverencio.

-Lo siento mi príncipe, no quise molestarlo, solo que me he perdido...- explico.

-Tranquilo. ¿Eres un nuevo sirviente?- pregunto. Los chicos empezaron a platicar.

-No... Bueno si, soy nuevo, me trajeron de Francia, soy parte del harén..- Soobin al escuchar aquello la sonrisa ligera que tenía se desvanecio.

-¿Haren? Oh... Eres esa clase de persona. - declaró irónico. El chico frunció el ceño. -Bien sigue tu camino. Adiós.

Soobin se fue sin esperar nada más. Ese chico era de su edad, ¿como su padre podría abrir el harem y más aún con tener alguien tan joven?



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Jimin miraba desde su balcón las hermosas estrellas, amaba mirarlas más aún porque era en dónde mucha gente podía verlo como el sultán que era.

Escucho unos pasos, no se volteo porque sabía quien era. Sintió unas manos en su cintura y como la persona pasaba su nariz por su cabello y cuello.

-Hueles a perfección. - susurro, Jimin rio.

-¿Ese es un olor? Creo que el sultán se está equivocando.- comento, se dió la vuelta y lo miro a los ojos.- Últimamente anda muy equivocado, creo que le falta mano dura.

-Te he extraño- dijo Jungkook. - Falta poco mi sultán, para poder estar nuevamente juntos.

Tomo las manos de Jimin y las beso.

-Lo siento si te he ofendido mi amor, sabes que no pienso en verdad lo que digo últimamente. - comento sinceramente Jeon.

-Cada vez que vienes a verme me dices eso su majestad. Pero puede quedarse tranquilo, se que no es esa clase de hombre. Y si lo serías es lamentable. - dijo surruando cerca de la boca de su esposo.

-Me pediste el divorcio, eso es mucho, mi corazón dolió. - dijo.

-Es parte de lo que acordamos Sultán, veo que el que se siente mal eres tú. - dijo está vez más serio Jimin.- Jungkook, sabes que te amo, y se que me amas, esto lo que hacemos es por algo.

Jungkook asíntio y beso la mejilla del sultán Jimin.

-Tienes que irte, alguien puede vernos juntos...- declaró Jimin.

-Primero dame un beso.

Jimin basilo un poco Pero accedió, Jungkook al sentir la boca de su esposo lo tomo de su cintura y lo acercó, besando al principio de una manera dulce Pero al pasar los sengundos, metió la lengua provocando que el beso se volviera un tanto fogozo. El sultán Jimin a pesar de lo difícil que era para él, se separó.

-Pronto. - dijo.

-Por darme ese beso tan bello, dejame decirte algo- comento, se acercó a su oreja y hablo bajo- la apuñale, ahora está en los calabozos y el pasha se encarga de torturarla, De todas maneras no va a sobrevivir.

Al decir aquello se alejo, miro por última vez a su esposo y se retiró.

Jimin se quedó mirando como Jungkook se iba, su respiración todavía seguía un tanto inestable, trago saliva, miro a todos lados y no había nadie.

Se giro para nuevamente mirar su imperio. Miro al cielo y pensó en Yoongi. El porque hacia todo.

-No habrá perdón, no habrá temor , Y todo lo que me hicieron se los devolveré mucho peor. Mi nombre es sultán Jimin, y yo no perdonó.





Skyfall [KM] CORRIGIENDO✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora