VI

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Los días iban pasando y Jimin no había sabido más nada del su majestad, decidió mantener la calma y no hundirse en la decepción.

Después de aquel desayuno tan incómodo, el pelirrojo hablo con más gente que vivía en el harem.

Una de ellas se presentó como la "favorita" del sultán.

¿Cuántas tenía?!

Realmente el pelirrojo estaba cansado de escuchar estupideces de las jóvenes, era agotador cada vez que abrían la boca y fanfarroneaban con que el sultán esto y el sultán aquello.

¿Así será siempre? Aguantar a mujeres que se creen únicas solo por el siempre hecho de tener sexo con su Majestad. Aunque suene estuvo Jimin quizás también se sintió un poco especial.

Su ego se estaba viniendo abajo, no toleraba que las demás asuman que el sultán no lo volvió a llamar por qué no le fue suficiente. Preocupado decidió hablar con Sana, por ahora era la única en quien realmente confiaba.

—Dime que necesitas— dijo La joven en los paposentos de Jimin.

—¿Porque el sultán no me volvió a llamar? Dime Sana... Se sincera conmigo por favor, yo... ¿No le guste?— pregunto preocupado.

La joven suspiro cansada.

—De qué hablamos Jimin.

—Si pero...

—Escucha bien, deja de prestar atención  a lo digan aquellas mujeres, como te dije aquí nadie es inocente, todos hacemos ciertas cosas para sobrevivir, eres un hombre precioso con carisma, destacas y mucho, pero si haces caso a lo dicen... Caerás en su juego, tienes que tenés más confianza.

Jimin realmente lo pensó, nunca se había sentido inseguro, pero cuando las concubinas empezaron a hablar de muchas cosas que al pelirrojo si le molesto, broto una semilla de inseguridad. Eso es lo que hacían ellas, querer sacarte del juego. Porque esto era un juego y solo los vencedores tendrían el honor de obtener todo.

—Su majestad no lo ha llamado Porque no está en el palacio, hace días se fue con el pasha a controlar la frontera, estoy segura que en una semana llegará y prepárate.

El pelirrojo la miro sin entender.

—Cuando llegué habrá un banquete, estarán todas las concubinas, esto quiere decir que dará el pañuelo morado, ganatelo, se que puedes, pero por el amor de alá deja de escuchar a las serpientes.

Jimin rio suave, Sana también lo hizo.

—Tu.. ¿como te volviste una esclava...?— Jimin tenía muchas de preguntar aquello. La joven no tardó en contestar.

—Creci en el palacio, mi madre era esclava y bueno yo también lo soy. No es mucha historia.

—Es una historia muy corta.

—Es una historia Jimin, que no tiene importancia ni relevancia. —contesto, el pelirrojo solo asintió y entendió que Sana no quería contar más de lo debido.









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Jungkook estaba viendo los planos con sus guardias, pudieron detener a los intrusos que quería tomar una parte de Corea, así como venganza mando a matar una parte de Japón, estaba dispuesto a dar todo para tener más Territorio.

—Su majestad, esto es una victoria, entre poco podremos tomar una pequeña parte de Japón y de ahí tomar todo. Sin mencionar que China, está casi derrotada.

Jungkook miro a Taehyung, estos días habían Sido duros, y aunque pudieron detener aquello y faltaba mucho más, no podía ignorar el hecho que hubo muchos caídos.

Skyfall [KM] CORRIGIENDO✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora