El club ya estaba cerrado y asegurado por la seguridad que Steff llamó por mí, no me agradó mucho pero lo acepté porque entendía que no podía pasearme tan libremente por el barrio, creyendo que nada iba a pasarme, además era parte del trabajo que le exigían mis papás y para que no hubiera problemas él cumplía con lo pedido.
Preparaban la mesa en el patio cuando llegamos y de reojo vi el cajón de cervezas, con con Gaby nos miramos cómplices porque era un clásico comer pizzas y tomar cerveza cada noche después de los partidos, solíamos quedarnos hasta altas horas de la madrugada hablando de nuestras vidas, riendo, haciendo bromas y disfrutando de volver a estar todos juntos cuando yo volvía, y a pesar de no poder tomar alcohol, como estaba de vacaciones con darme un gustito no perdía nada.
Me senté con los chicos y confundido miré a Lisa que estaba sentada en las escaleras de la terraza hablando con alguien, la iba a llamar pero no quise interrumpirla porque abrazó a la chica a su lado y aunque empezaba a oscurecer, pude ver su cara de pena.
— ¿Con quién está Lisa?
—Ah, con Uma creo. ¿Se confirmó, no? —le preguntó Gaby a Leo y él asintió haciendo una mueca lamentándose.
— ¿Se confirmó qué?
—Nada. —me dijo Eva llamando mi atención. —Alec, una pregunta ¿crees que si vos hablas con alguien de tu entorno o tu papá, podrían adelantar los trámites del salario para alguien?
—Eva. —la reprendió Gaby pero yo me interesé en escucharla para que me dijera más.
— ¿Quién lo necesita?
—Ella. —me indicó Gus con la cabeza a la chica junto a Lisa. Estaba de espaldas y no podía verla, pero suponía que era amiga de los chicos y eso debería ser suficiente razón para ayudarla.
— ¿No tiene el plan?
—Lo tiene su mamá por sus hermanos, pero la verdad es que ella necesita uno individual. —me dijo Leo y asentí considerándolo.
—Voy a preguntarle a mi mamá, pero díganme bien qué es lo que se necesita acelerar.
Lilo vino con una gran pizza y enseguida todos atacamos dejando casi nada, escuché que llamaban a las chicas y presté atención. Lisa se levantó y le dio la mano para ayudarla, ella se refregó la cara y bajaron, pero mi amiga la abrazó hasta llegar a nosotros.
— ¿Todo bien Uma? —le preguntó Leo y ella se descubrió la cara, lo que me hizo notar lo hermosa que era tanto como su leve sonrisa cuando asintió, después se acomodó más abajo el gorro de lana que tenía pero de igual forma podía verla perfecta.
Era muy bonita, pero tenía los ojos hinchados por haber estado llorando y me intrigó saber cuál era la razón, de hecho no pude dejar de mirarla para entender qué podía ser tan injusto para que estuviese tan triste.
—Comé una pizza. —le ofreció Walter y ella negó. —Dale nena, comé.
—No, no quiero Wal gracias. —le dijo con una voz muy suave poniendo sus manos sobre los hombros de él, lo que lo obligó a dejar de insistir.
—Ah, Uma este es Alec, nuestro amigo. —me presentó Lean al fin con ella, me miró y asintió levemente, lo que me puso un poco nervioso de no saber qué decir y pestañé recordando lo que era obvio que se decía.
—Hola.
—Hola.
—Creo que te conoce más por nosotros que por la televisión. —se rió Leo.
—Qué bueno. —sonreí y cuando la vi me concedió una pequeña sonrisa también.
—Qué buen partido hicimos hoy, extrañaba jugar con vos. —me palmeó el hombro Gaby y todos empezaron a burlarlo porque no dejó de decirlo durante el partido así como lo mucho que me extrañó, pero la realidad era que nos estábamos encubriendo entre nosotros, porque todos nos extrañábamos de esa manera.
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El partido más Difícil.
Teen FictionHISTORIA EDITADA BAJO OTRO NOMBRE. Para Alec volver a sus raíces siendo un famoso y reconocido futbolista, siempre es un buen motivo para poner los pies sobre la tierra, aunque volver también requiera de encontrarse con su remarcada verdad, ser hij...