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Dudaba que los nuevos integrantes de mi grupo de seguridad fueran tan duros como parecían, enseguida me vieron y nos presentamos, el que se llamaba Jorge, de inmediato me pidió un autógrafo para su hijo fanático, y dado su emoción yo le di la idea...

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Dudaba que los nuevos integrantes de mi grupo de seguridad fueran tan duros como parecían, enseguida me vieron y nos presentamos, el que se llamaba Jorge, de inmediato me pidió un autógrafo para su hijo fanático, y dado su emoción yo le di la idea de sacarnos una foto así complementar a la situación que en particular, me causaba gracia. Me cayeron bien y traté de ser amable quedándome a hablar por un rato largo con ellos a pesar del malestar que tenía el cuerpo, el baño había sido increíble pero necesitaba masajes y pensaba desviarme a encontrar uno antes de siquiera mudarme a un departamento.

Manu me esperaba en la primera opción que yo elegí por internet, el que más cerca del barrio estaba y un poco peligroso según Steff, aunque él todo lo veía así.

Al conocer el departamento, me gustó pero no exactamente para comprarlo y quedarme cada vez que volvía a Argentina, no era nuevo y estaba en venta por esa razón, sus antiguos dueños habían fallecido y como yo vi muchas películas, no quería nada de otras personas por si tenía que llegar al extremo de actividad paranormal.

El que más me gustó fue el que a Steff le fascinó y por consecuencia elegimos, especialmente porque estaba en un distrito privado y con seguridad seleccionada ya que vivían algunos famosos, en sí era lindo el lugar por ser nuevo y equipado con toda la tecnología necesaria, desde aplaudir y que se prendiera la luz, hasta decir con mis palabras algo y que se encendiera dicha cosa, por lo que inmediato le dije a Manu que efectuara la compra.

Faltaba una hora para poder buscar a Uma al club y ya estaba demasiado ansioso por que conociera el departamento, mi abogado, el agente inmobiliario y Manu con el ambientador intentaban hacer los últimos arreglos así firmar mientras yo miraba a cada segundo mi celular, quería verla de inmediato y terminar con la burocracia que significaba comprar una casa.

Después de dar más vueltas que una calesita explicándome todo lo que podría tener demás, firmé el maldito contrato y el cheque para depositar, sólo faltaba mudar mis cosas del hotel hasta el departamento y comprar otras que se las encargué a Manu, pero a partir de esa misma noche podía dormir en un lugar propio sin problema de nada.

— ¿Ya nos podemos ir?

— ¿A dónde querés ir ahora Alec? La mudanza la va a hacer el equipo de ambientación.

—Tengo que ir a buscar a Uma al club, a las cuatro. —le dije a Steff y él suspiró frustrado. —la voy a traer acá así que se pueden ir a descansar, los detalles los arreglamos mañana ¿no?

—Son mínimas las cosas porque realmente está equipado todo, hasta las sábanas para usar.

—Sí los vi, por eso.

—Pero si querés otras cosas tenés que ultimar esos detalles con el equipo de ambientación, Alec. —me dijo Manu, respiré hondo y le di una mirada general a mi nueva casa. Estaba toda equipada, no le hacía faltaba absolutamente nada y consideraba que la decoración que le habían dado era fantástica, no quería cambiar mucho, ni siquiera el color de las paredes.

El partido más Difícil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora