29.

84.1K 4.3K 151
                                    

Nos obligaron a volver adentro después que, Lilo, Coti y Steff me reprendieron porque podía enfermarme y mis cuidados eran más exigentes que el de los chicos, por lo que ellos aprovecharon la oportunidad para burlarme, ya que de verdad me trataban...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nos obligaron a volver adentro después que, Lilo, Coti y Steff me reprendieron porque podía enfermarme y mis cuidados eran más exigentes que el de los chicos, por lo que ellos aprovecharon la oportunidad para burlarme, ya que de verdad me trataban como si fuese de cristal.

Lo cierto fue que hacía mucho tiempo no me sentía tan vivo, corriendo, riendo y mojándome con la lluvia que apenas me dejaba ver, pero sobre todo disfrutando del momento con mis amigos, y con ella principalmente.

Algo se instalaba de a poco en mí, me volvía un estúpido por Uma y ni siquiera me importaba, no había momento en que no estuviese pensando en su voz, en su sonrisa, sus ojos, sus besos...todo de ella me tenía loco y decir que me estaba enamorando era muy rápido, pero de verdad comenzaba a sentirlo.

Nuestros amigos se fueron y sobrentendieron que sería yo quien acompañara a Uma a su casa, si bien ella estableció la condición que fuera hasta la esquina, accedí para quedarme al menos unos minutos a solas en los vestidores, mientras nos secábamos la ropa húmeda.

—Mirá que todavía tengo muy claro que no quiero hacértelo fácil eh, aunque te simplifiqué un montón.

—Es verdad. —dije de acuerdo acercándome a ella para agarrarla de la cintura, lo que me permitió debido a que estábamos solos. —pero espero que dentro de la complicación tus besos cuenten.

—No sé. —suspiró haciéndose la interesada y yo sonreí corriéndole el pelo de la cara. —mañana tengo que acompañar a mi mamá al médico, ella me lo pidió.

— ¿Y eso te parece bien? —le pregunté mirando sus ojos suavizados, tenía ese aspecto triste que muy pocas veces se podía ver en ella, la sonrisa estaba lejos. — ¿querés que te acompañe?

— ¿Y cómo?

—Steff puede llevarnos, y puedo hablar con algún doctor de mi aseguradora.

—No Alec, no voy a permitir que hagas eso de nuevo, suficiente es tu ayuda con el abogado. —dijo y no quise rodar los ojos, pero mi expresión fue evidente para ella.

—Por favor no empieces con lo mismo, y nuevamente no es por vos, es por ella.

—No se lo merece.

—No importa si se lo merece o no, tiene que intentar llevar la enfermedad lo mejor que pueda. —le dije y tenía los labios apretados con el ceño levemente fruncidos, como enojada con sus pensamientos. —vamos, que se atienda y después volvemos.

—Es que no quiero que te conozca. —dijo con molestia y quise reírme pero sólo sonreí y pensé en otra opción. —sé que no sería nada amable y me haría pasar vergüenza.

—Bueno entonces que Steff las lleve y yo te espero en otro lado, a él lo conoce ¿no?

—Sí, pero no te preocupes, podemos vernos en otro momento.

El partido más Difícil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora