—Estoy en el departamento ya. —le dije a Steff al teléfono mientras acomodaba las cosas con Uma en la alacena.
—Lo sé, sólo quiero que me pases a Uma porque su tía necesita hablarle.
—Ok. —dije y le pasé el teléfono a ella que lo agarró un poco confundida. —Es tu tía.
—Ah... hola... ¿qué pasa? —le preguntó frunciendo el ceño y yo me quedé observándola, de repente abrió los ojos de par en par. — ¿Es en serio? ¿Quién te lo dijo?
— ¿Está todo bien? —le pregunté, pero levantó su mano haciéndome esperar.
—Pero... ¿estás segura que es verdad? —dijo y su sonrisa se extendió. —No lo puedo creer... sí, wow sí... Ay qué emoción tía, al fin... bueno le voy a decir... mañana voy sí, buenas noches. —cortó y me miró estupefacta.
— ¿Qué pasa?
— ¿Hiciste que nos den el plan de vivienda?
— ¿Por qué?
—Mi tía está llorando emocionada porque escuchó en el acto que uno de los primeros planes iban a ser para nosotros. ¿Fuiste vos?
—Yo...
— ¿Cómo puedo agradecerte Alec? No tenés idea lo feliz que me hace saber que mis hermanos van a tener su casa propia. —dijo emocionada y se abalanzó sobre mí a abrazarme fuerte, un poco extrañado a su reacción la abracé también, pero para nada me esperaba que reaccionara así, me tenía acostumbrado a otra forma. —Muchas gracias.
—No tenés nada que agradecer, no hice nada.
—Para mí es mucho. —se apartó así mirarme y sus ojos estaban cristalinos, yo sonreí y le limpié una lágrima que le cayó por la mejilla. —Es muy importante que podemos tener una casa que no se caiga a pedazos, es un bien para mis hermanos.
—Vos te lo mereces más que nadie, persona más luchadora que vos no conozco.
—Sos un ángel. —me dijo acercándose a besarme y yo rodé los ojos antes que ella contemplara sus labios con los míos, me besó tan suave e intenso al mismo tiempo que si eso era su forma de agradecerme, fue hermosa.
Otra vez el teléfono volvió a sonar interrumpiéndonos y mientras ella se secaba las lágrimas, yo miré el mensaje, de Gus.
Amigooo teneeemooos que festejaaaaar, teneeemoooosss las casaaasss, venite para el club yaaa!
—Es Gus, van a festejar que les dieron los planes.
— ¿Vamos? —me preguntó ansiosa y yo hice una mueca. —Dale vayamos, hay que festejar, si querés después me quedo pero esto tenemos que festejarlo.
—Bueno, está bien. —asentí y llamé a Steff para avisarles que queríamos ir al club.
Al llegar, ella no dudó en entrelazar su mano con la mía a la vista de Coti, Lilo y Steff, saludamos a todos sin soltarnos incluso y aunque pude ver la sonrisa cómplice de Lilo, le palmeé el hombro provocando su risa.
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El partido más Difícil.
Teen FictionHISTORIA EDITADA BAJO OTRO NOMBRE. Para Alec volver a sus raíces siendo un famoso y reconocido futbolista, siempre es un buen motivo para poner los pies sobre la tierra, aunque volver también requiera de encontrarse con su remarcada verdad, ser hij...