Creía que nada era tan hermoso como despertarse con besos, era la manera más dulce y tierna que una persona podía hacer por la otra en cuanto se despertaba, se sentía tan lindo y suave sus labios sobre mi rostro que quise fingir estar dormido un poquito más a pesar de no poder evitar la sonrisa que me producía, como mariposas en el estomago de un tonto enamorado.
Uma notó mi sonrisa y yo sentí la suya mientras me daba pequeños besos en los labios que respondí vagamente después de unos segundos, podía notar que se había lavado los dientes y aunque no era un detalle menor, cuando uno estaba encerrado en la burbuja del amor mañanero lo que menos importaba era eso.
—No fue fácil, pero tampoco corriste una maratón para estar tan cansado eh. —me dijo entre besos, yo no podía dejar de sonreír. —Si no fuese que sos hermoso, ya me habría aburrido de mirarte.
— Se supone que eso tengo que decir yo.
— ¿Quién lo dice?
—Los libros. —le dije riendo ya que no desconocía ese tipo de romanticismo idílico.
— ¿Y quién dijo que no sos como un personaje de libros?
—Básicamente porque desde que llegamos sos vos quién cumple con todo, de hecho creo que a mí me falta ponerme tu ropa.
—Intentalo pero no creo que te entre. —se rió y yo me di la vuelta para verla de la misma forma que en la noche, desnuda y solamente tapada con las sabanas. Su sonrisa reluciente estaba pasmada en su cara y la complicidad con la que me miraba me derretía, ella era perfecta y me hacía suspirar como un soñador.
—Al menos vos sí sos como de un libro, más bien de un sueño.
—Las chicas no suelen enamorarse de la protagonista del libro, sino del chico así que ahí tenés tu cliché. —me guiñó el ojo y yo me reí recibiéndola en mis brazos cuando se acostó sin dejar de mirarme. —Gracias por hacerme sentir tan bien.
—A vos por hacer que se sienta una primera vez muy hermosa. —le dije acariciando su mejilla y ella sonrió. — ¿Cómo te sentís?
—Bien, un poco extraña pero se siente bien.
—Se va a sentir mucho mejor después, vas a ver.
— ¿Y vos? —preguntó con una timidez que no me sorprendía de su parte e incluso, seguía teniendo efecto como si realmente me explotara el corazón.
—Para mí fue hermoso, admito que estaba un poco nervioso pero porque era mi primera vez. —levanté ambas cejas sin dejar de tocar su cara y ella se rió pasando su mano por mi pelo. —Fue muy lindo.
—Perfecto.
—Perfecto. —asentí y me acerqué un poco para robarle un pequeño beso. — ¿Te puedo decir algo?
—Obvio.
—Estoy profundamente enamorado de vos. —le dije y su sonrisa se extendió. —Nunca me pasó algo así.
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El partido más Difícil.
Teen FictionHISTORIA EDITADA BAJO OTRO NOMBRE. Para Alec volver a sus raíces siendo un famoso y reconocido futbolista, siempre es un buen motivo para poner los pies sobre la tierra, aunque volver también requiera de encontrarse con su remarcada verdad, ser hij...