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España, casa. ¿Por qué no se sentía así?

Llegar no fue lo mejor, antes me gustaba cuando volvía porque lo único por lo que iba a casa eran mis amigos, y después de un mes era necesario dejar de lado la fantasía para volver a la realidad, pero desde que pasé casi tres meses y por fin tuve un motivo por el cual afianzarme en mi tierra, regresar a España me hacía sentir vacío.

La felicidad de mis tíos al verme se transformó en preocupación en menos de un minuto, ni siquiera tenía un día para descansar que ya me bombardearon con reuniones y responsabilidades a encarar, por lo que quise subir a mi PH y dormir lo poco que tenía de tiempo antes que su venganza me hiciera nunca desear volver a lesionarme.

Llegué y ya te extraño, pero creo estar bien.

Le envié un mensaje a Uma y me quedé mirando hasta que la pantalla dejó de ser nuestra foto y fue su respuesta.

¡Qué bien! Yo también ya te extraño pero una semana y nos vemos :D

Ojalá sea así mi amor. Deseé desde lo más profundo de mi corazón.

 Deseé desde lo más profundo de mi corazón

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— ¿Qué es esa cara?

— ¿Cuál?

—Esa que tienes como si no fueras Alec Klein. —dijo Enrique con su acento tan particular que había extrañado. Levanté una ceja y él me miró un segundo antes de volver su vista a la avenida. — ¿qué sucede?

—Nada, estoy cansado, tuve el culo aplastado en la silla por más de dos horas escuchando como me retaron hasta por respirar.

— ¿Tan duro fue?

—No me esperaba otra cosa, Luis está enojadísimo y no me va a dejar jugar la temporada, más allá de que no pueda por el tobillo, me están dando duro.

—Bueno mejor, vamos a poder salir todas las noches sin que nos reprendan después. —dijo emocionado pero yo negué, definitivamente ese Alec se quedó muy atrás para mí.

—Amigo tengo novia ahora, y no pienso salir de fiesta, estoy intentando conseguir que me dejen hacer la rehabilitación en Argentina.

— ¡¿Qué?!

—Sí, quiero estar allá, con ella. —le dije y él se rió sarcástico, yo lo miré mal porque no me causaba gracia su risa. —Te estoy diciendo de verdad.

—Alec y novia no es algo que me imaginaba, y que quieras irte para allá es mucho más gracioso cuando tienes todo aquí.

—Bueno imaginate que ahora tengo novia y quiero estar con ella allá, fin. —le dije molesto y se calló sorprendido por su bien, porque no estaba de ánimos ni siquiera para discutir.

Le pedí que me dejara en casa, arruiné completamente sus planes de salir a festejar mi llegada, pero en la mañana temprano debía presentarme a otra reunión, y tampoco tenía los ánimos de celebrar algo que ni siquiera me sentaba bien, porque nada me hacía querer olvidar por un rato cuánto extrañaba a Uma.

El partido más Difícil.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora