Sentía en ese abrazo como mi alma despacio se iba sanando, como en una película de fantasía que se armaba por arte de magia, dentro mí no estaba muy diferente, pero había algo que impedía que terminara de sentirme completo.
Ella me abrazaba con fuerza así como yo también, cerré mis ojos dejando que el dulce perfume me cautivara al esconder mi rostro en el hueco de su cuello, nada me gustaba más que sentirla y saber que su piel sabía de la misma manera, sin embargo no había dicho que sí, no podía simplemente asumir que el abrazo significa que estaría todo bien a partir de ese instante y me perdonaba, mucho menos sabiendo como era de orgullosa y se sentía dolida conmigo.
Estuvimos unos minutos abrazados y en mi mente no dejé de rogarle a Dios que me devolviera toda mi felicidad, nunca imaginé haber hecho las cosas tan mal para que me sacara tanto, como no poder jugar por la pierna y el tobillo, y que Uma ya no quisiera pertenecer a mi vida.
Nuestro agarre se fue debilitando y fui el primero en mirarla, acunando su cara entre mis manos y fijar mis ojos en los suyos marrones que parecían perderse en la noche, pero me encontraban a mí trasmitiéndome hasta el último pensamiento.
— ¿Va a ser muy difícil el camino a recuperarte?
—No tanto como el de tenerme.
—Ese sí que fue difícil. —suspiré y ella sonrió apenas levantando sus comisuras para cerrar los ojos y dejar que mis dedos acariciaran su mejilla. — ¿qué puedo hacer para escucharte decir que me perdonas?
—No se trata de perdonarte, Alec. — murmuró y volvió a mirarme a los ojos. —ss obvio que no puedo olvidar todo lo que hiciste por mí, incluso ese día... yo realmente me sentí muy bien.
—Y yo, pero lo arruiné y no sabés cómo me arrepiento.
—Quiero saber si de verdad te sentís seguro conmigo, sé que no soy de lo mejor con lo que te pudiste haber cruzado, pero a pesar de eso si hay algo que...
—No, nunca antes estuve tan enamorado, tan seguro de lo que siento, esto no me pasó alguna vez como para dejarlo pasar simplemente. —le dije y tomé una gran bocanada de aire. —Sé que te hice sentir insegura, vos estabas dando todo por mí y no supe valorarlo, pero me dio miedo Uma, yo... tuve terror de que fracasemos allá, no sé... pensar en que te vuelvas sabiendo que no puedo seguirte, me aterra.
—Alec si a mí si algo me sale fácil empiezo a dudar, por lo que nunca esperé que sea así, obviamente tengo miedo, ¿pero por qué no creer que el amor vence todas esas cosas? Si vos me amas, y yo te amo, ¿qué podría ir mal?
—Nada, nada podría ir mal sabiendo que te tengo.
Agachó la mirada por un momento, pero eso a mí me desesperó ya que demostraba cuán confundida estaba, así que agarré sus manos y las llevé a mis labios para darle un beso y hacer que me mirara.
—Necesito que me perdones, que vuelva a ser todo como antes, los días allá fueron los peores y vivir eso de nuevo no es algo que quiera realmente, me hace sentir muy mal.
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El partido más Difícil.
Teen FictionHISTORIA EDITADA BAJO OTRO NOMBRE. Para Alec volver a sus raíces siendo un famoso y reconocido futbolista, siempre es un buen motivo para poner los pies sobre la tierra, aunque volver también requiera de encontrarse con su remarcada verdad, ser hij...