Mi corazón latía desenfrenado, podía escucharlo ya que mis oídos estaban casi sordos, mi respiración agitada y el ardor que se extendía por mis piernas no era de dolor, más bien del placer que me provocaba estar corriendo nuevamente arriba de los botines, sobre el césped del Camp Nou.
La adrenalina que recorría en mis venas era impagable cuando la pelota se acercaba y mis compañeros me la pasaban para intentar llevarla hacia adelante evitando que el equipo contrario, me la sacara.
La defendí hasta donde pude, llevándola con mis pies y protegiéndola de que no me la sacaran, escuché que me gritaron que ya estaba en línea y esquivando los defensores del equipo contrario, como hace tiempo no hacía, me impulsé para dejarla ir pegándole fuerte y enviándola hacia el arco. El mundo en el estadio y mi corazón se detuvieron y todo fue en cámara lenta, incluso el arquero intentando sacarla que se tiró antes de poder saber si iba a entrar o no, cuando él cayó la pelota le pasó por encima y marcó mi primer gol de vuelta.
Enseguida lo vi no tomé consciencia, pero cuando todo el estadio saltó a gritar, grité el gol más fuerte de toda mi vida y corrí hacia dónde ya sabía que era el sector que estaba ella y le dediqué mi gol, cómo el más cursi de todos formando un corazón con mis dedos antes de ser casi aplastado por la mayoría de mis compañeros.
El partido terminó con una victoria de 2 a 1 del Barça, con un gol por supuesto de Messi y el mío que definió el triunfo. Se sentía tan bien volver a sudar la camiseta que nunca antes tuve tanta energía después de salir de jugar, estaba exaltado y demasiado emocionado como para hacer lo que me decían, pero al menos pude contestar algunas preguntas cuando llegué a pasar por la prensa.
Manu y el manager de mi nombre dentro del club, me indicaron que tenía que ir de inmediato a la enfermería a hacerme rehabilitación, mi pierna y tobillo estaban bien o al menos yo no sentía dolor por el momento, los músculos seguían calientes por lo que si justo les pasaba algo no podía sentirlo. Quería ir a bañarme pero no me dejaron y antes incluso de poder festejar, tuve que apresurarme a que le hicieran rayos y demás cosas de estabilidad.
Estuve una hora en rehabilitación y todo parecía ir bien, los médicos me felicitaron y aunque no me dieron el alta de las sesiones, me dejaron ir a los vestidores para poder bañarme y festejar con mis compañeros el triunfo.
— ¡Alec! —escuché que me llamarón y me di la vuelta para verla a Uma correr hacia mí, la recibí en mis brazos para besarla y abrazarla lo suficiente, pero nunca parecía ser demasiado. — ¡felicitaciones goleador!
—Gracias, hermosa.
—Felicidades hijo, buen partido. —me palmeó el hombro mi tío para abrazarme y después continué con mi tía que estaba igual de exaltada.
— ¡Estuviste tan lindo, Uma y yo gritamos mucho por vos!
—Pude escucharlas. —mentí y ellas se rieron, abracé a mi novia y nos dirigimos hacia la salida, atrasándonos mucho más que mis tíos.
—Gracias por dedicarme tu gol, fue hermoso.
—Ya van a venir más goles por dedicarte, pero este fue el primero de muchos.
—Fue el más lindo, el de tu vuelta. —sonrió besándome la mejilla y yo asentí.
En cuánto salimos por la parte trasera del estadio, a pesar de que la gente no era la misma que esperaba adelante, tuve que separarme de Uma para que mis guardaespaldas pudieran llevarla a mi auto así yo me acercaba a sacarme fotos y firmar autógrafos, los chicos estaban bastante emocionados por felicitarme y realmente se sentía como una carga nueva de energía toda la que ellos me trasmitían, me hacía bien sentir el cariño y el apoyo de los hinchas, mucho más en mi vuelta.
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El partido más Difícil.
Teen FictionHISTORIA EDITADA BAJO OTRO NOMBRE. Para Alec volver a sus raíces siendo un famoso y reconocido futbolista, siempre es un buen motivo para poner los pies sobre la tierra, aunque volver también requiera de encontrarse con su remarcada verdad, ser hij...