RARO AFECTO

Capitulo 61

Una noche de invierno del segundo año después de la partida de Lang Bai, Yuan Cheng de repente tuvo un sueño.

Soñó que estaba parado en un túnel largo y oscuro. Lang Bai vestía una camisa blanca y pantalones negros el día de su muerte, parado lejos en el lugar más oscuro al final del túnel, delgado y solo.

Yuan Cheng sintió que su pecho estaba siendo presionado fuertemente por algo, estaba tan incómodo que no podía respirar, quería desesperadamente alcanzar a su hijo menor, pero Lang Bai se quedó en el vacío y lo miró en silencio, con una expresión muy triste en su rostro.

—¡Ah Bai, Ah Bai!—Yuan Cheng lo llamó con voz ronca:—¡Ah Bai, vuelve! ¡Papá está aquí, vuelve rápido!

Lang Bai lo miró durante mucho tiempo, hasta que Yuan Cheng gritó una y otra vez hasta el punto de la desesperación, y vio que sacó la mano de la espalda y que tenía un agujero ensangrentado en la mano derecha.

—Papá, ¿Por qué me atacaste?

Yuan Cheng se quedó quieto como si hubiera estado inmovilizado, abrió la boca pero no pudo emitir ningún sonido, sus manos y pies eran tan pesados ​​​​que no podía moverse, solo podía ver a Lang Bai desaparecer lentamente en la oscuridad sin límites.

—Papá, ¿Por qué me atacaste?...

—Mi cuerpo está incompleto, ni siquiera un cuerpo completo...

—Papá......

Yuan Cheng se sentó abruptamente, su rostro estaba pálido y goteaba sudor frío, y jadeaba pesadamente.

La puerta fue golpeada suavemente varias veces, y la anciana ama de llaves preguntó en voz baja fuera del estudio: —¿Señor? Son casi las dos, ¿No tiene un descanso?

—.. No, no es necesario. —Yuan Cheng lentamente volvió en sí y vio que su estudio estaba rodeado de computadoras, documentos, papeles y bolígrafos esparcidos frente a él, y el reloj en la esquina marcaba las dos de la mañana. Era solo un sueño acostado en el escritorio con agotamiento en este momento.

Pero todo en el sueño era tan claro, era la primera vez que veía a Lang Bai tan claramente después de la muerte, la ropa y los pies descalzos eran claramente visibles desde la punta del cabello hasta la punta de los dedos de los pies, y la mano derecha mutilada goteando con sangre. Todo parece ser real, como si estuviera al alcance de la mano, no como un sueño ilusorio en absoluto.

Yuan Cheng emigró a Hong Kong cuando era un adolescente y ha vivido en este lugar durante décadas. Tiene un poco de creencia en la superstición y los fantasmas. Lang Bai murió durante todo un año, sin importar cuán doloroso fuera Yuan Cheng, nunca soñó con él ni una sola vez.

Al principio, supuso que el hijo menor lo odiaba y dijo que no querría verlo en la próxima vida, por lo que definitivamente no querría soñar con él en esta vida. Cada vez que piensa de esta manera, el sentimiento desgarrador le hace desear poder morir una vez.

Esta noche fue la primera vez que soñó con Lang Bai después de su muerte, vino a preguntarle a su padre por qué ni siquiera le dejó un cuerpo entero.

Yuan Cheng se sentó en el oscuro estudio durante mucho tiempo, sintiendo que la pregunta del hijo menor tenía sentido. Nació en este mundo completo con manos y pies, ¿Cómo podría perder una mano cuando se fue?

Su hijo menor es el más guapo, puede tocar el piano, pintar bien y hasta bordar biombos con una buena mano, pero esa mano ha sido destruida, ¿Cómo puede irse tranquilo?

Yuan Cheng se puso de pie abruptamente, y no le importó si se movió demasiado violentamente e incluso derribó la silla, salió corriendo del estudio y llamó al viejo mayordomo en voz alta:—¡Llama a Zhou Zhengrong y a los demás para que vengan! ¡Date prisa!