RARO AFECTO

Capitulo 73

Lang Bai estaba demasiado aterrorizado en este momento, y estaba arrodillado en el suelo nuevamente. Cuando se puso de pie, se tambaleó y casi se cae.

Cuando Yuan Zhou lo vio, subió corriendo en tres pasos a la vez, le quitó el abrigo a su hermano con manos temblorosas, corrió hacia la cubierta y lo arrojó al mar.

Zhou Zhengrong estaba esperando afuera, pero después de esperar mucho tiempo, el padre e hijos de la familia Yuan no salieron y estaban a punto de entrar para verificar, cuando vio que el príncipe mayor salía corriendo agarrando su ropa como un loco y casi derribándolo.

Uno de los subordinados rápidamente lo ayudó a levantarse:—¡Señor Zhou! ¡Señor Zhou! ¿Estás bien?

Zhou Zhengrong empujó su mano hacia abajo violentamente: —¡Joven maestro mayor! ¿Qué está pasando? ¿Dónde está el Señor Yuan?

—¡Mi padre fue mordido por una serpiente!—La voz de Yuan Zhou cambió, —¡Ve a buscar permanganato de potasio! ¡Rápido!

En la habitación interior, Yuan Cheng sacó los colmillos con un cuchillo pequeño y brotó la sangre ennegrecida. Aunque el dolor severo lo hizo temblar incluso cuando habló, con calma ordenó a Lang Bai que atara su brazo izquierdo con una corbata.

Lang Bai reprimió sus sollozos, aunque se movió rápidamente, sus manos temblaban. Yuan Cheng suspiró y, de mala gana, levantó la mano para tocar la cara de Lang Bai:—Inesperadamente, nuestra relación padre-hijo de quince años terminará hoy.

—Todo va a estar bien... El hermano mayor ya fue a buscar permanganato de potasio, todo va a estar bien...

—No hay mucho permanganato de potasio a bordo— dijo Yuan Cheng con calma.—Incluso si lo hay, ya es cien segundos antes, por lo que es inútil.

Tan pronto como Lang Bai bajó la cabeza, estaba a punto de succionar la herida de Yuan Cheng, pero justo cuando bajó la cabeza, Yuan Cheng lo empujó con fuerza y ​​cayó al suelo.—¡Papá!

—¿Quieres morir?—Dijo Yuan Cheng con severidad—Quieres que la vida de papá se desperdicie, ¿No?

Lang Bai nunca ha sido golpeado por su padre, esta era la primera vez que Yuan Cheng lo golpea con una mano tan fuerte. Se congeló en el suelo de repente, sus ojos oscuros y hermosos estaban llenos de lágrimas, y parecía preso del pánico.

Esa apariencia le recordó vagamente a Yuan Cheng el momento en que conoció a su hijo menor hace más de diez años. En ese momento, la madre de Lang Bai estaba respirando por última vez y él lloraba con voz ronca, con los ojos llenos de desesperación, como ahora.

No esperaba que cuando estaba a punto de morir, aún pudiera disfrutar del mismo trato que su madre favorita.

Yuan Cheng suspiró levemente en su corazón cuando el dolor penetró en la médula ósea.

Yuan Zhou, Zhou Zhengrong y varios otros confidentes se apresuraron a llevar una pequeña botella de permanganato de potasio, un balde grande de agua jabonosa y un guardaespaldas que conocía algunas habilidades médicas. Tomó un tubo de permanganato de potasio y perforó rápidamente el brazo de Yuan Cheng, mientras alguien se turnaba para verter permanganato de potasio y agua jabonosa sobre la herida.

En ese momento ya era demasiado tarde, habían pasado más de 100 segundos desde que le mordió una serpiente, incluso inyectando permanganato de potasio no tendría mucho efecto. Bajo la atenta mirada de todos, el brazo de Yuan Cheng se volvió negro lentamente a una velocidad visible a simple vista, y la herida incluso se volvió de color púrpura negruzco.

Zhou Zhengrong gritó incontrolablemente: —¿Qué tipo de serpiente es esta? ¿Por qué es tan venenosa? ¿Dónde está la serpiente? ¿Dónde está la serpiente? —Alguien a su lado le mostró el cadáver de la serpiente. Se sorprendió, pero no lo reconoció:—Esto ... ¿Qué es esta cosa? ¡Corta la herida del Señor Yuan rápidamente! ¿Dónde está el colmillo?