▪️Capitulo 26

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Los meses pasaban, más allá de la ciudad, donde casi no se podía percibir, en medio del bosque, un joven corría a toda velocidad en medio de los árboles y trampas.

¿La razón? Le disparaban, tenía que escapar.

Durante ese tiempo fue entrenado arduamente en todo los sentidos, habilidades mentales y de estudio, no eran necesarios durante su periodo de preparación, ya que conocía ese mundo perfectamente, pero lo físico, aunque tenía avances, lo que paso en esos meses fue otro nivel, ya que no solo se le enseño asesinar, si no otras disciplinas como disparar de todas las formas posibles, hasta a ciegas.

De la misma forma ser más invisible, métodos de persuasión y manipulación, ademas de reacción en casos graves como la actual.

El joven se había convertido en alguien letal el poco tiempo, su gran capacidad de aprendizaje era excelente.

Los que lo perseguían se quedaban en el camino por cansancio, sabían que entre más antes se quedarán significaba mayor la presión por el jefe.

El jefe se concentraba más por su presa que por quienes estaban a su alrededor, entre todos iba hasta la cabecilla, así a los pasos de la presa.

Por sorpresa, el jefe se detuvo frenéticamente, haciendo que quienes los pocos que aún perseguían al mismo objetivo se detuvieran, debido a la sorpresa alguno que otro se distrajo y cayó en alguna trampa, además de caer a la tierra.

El jefe miraba a todos lados cuidadosamente, pero no había nada, su objetivo estaba desaparecido.

Los demás estaban desconcertados por lo que hacía el jefe, habían incumplimiento una de las reglas, no perder jamás al objetivo, en su caso lo perdieron por estar tan concentrado en no caer y seguir al jefe que se olvidaron que estaban persiguiendo a alguien.

Muy pocos habían disparado de vez en cuando, pero lógicamente fueron falladas.

– Jefe, ¿Qué pasa? – pregunto uno.

El contrario siguió mirando a su alrededor – él... No está –.

La persona que pregunto lo miro confundido.

Unos ligeros quejidos se comenzaron a oír y poco a poco personas caían al piso.

Los que aún estaban en pie, entraron en pánico mirando al rededor.

Ahora parecía que la caza había cambiado de objetivo.

En el momento en que pensaban en proteger a su jefe, los cercanos caían del piso uno tras otro, hasta solo quedar él.

El contrario miro a sus hombres en el piso quejándose y mirando con indiferencia.

Se colocó una postura recta y brazos atrás, cerro los ojos y suspiro a la espera de la persona.

No tardó que sintió una pistola en la cabeza, haciendo que el jefe sonriera de lado por lograr su objetivo.

– Valla, has logrado alcanzarme, pero no lo suficiente – el contrario sonrió, pero se le borro al momento de sentir como la pistola fue arrebatada

Después sonrió nuevamente – Cariño, yo siempre estoy prevenido –.

Ambos se encontraban apuntándose, el jefe no dejaba de sonreír – así que me has vencido Wei Ying –.

El menor sonrió victorioso – Lan Zhan, fui entrenado por el mejor – dijo mientras bajaba el arma.

Lan Wangji tomo la cintura del menor y lo acercó a su cuerpo – pero... Bajaste la guardia –.

Al decir eso, sintió algo tocando su estómago, haciendo que Wei WuXian le regalará un puchero – Lan Zhan, eso es trampa, te aprovechas porque eres muy guapo y sexi –.

¿Cómo que tu esposo es un mafioso? /WangXian (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora