¿Que podría salir mal en una noche de diversión?
• Segunda historia
•+18, violencia, drogas...
• Historia de mi autoría
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La familia Lan estaba en la puerta del hogar frente a grandes camionetas.
Casi todo el lugar se ocupaban de varios alfas y betas.
Entre ellos la presencia de un Omega, quién vestía una ropa holgada y negra.
– Joven Wei, deberá cuidarse mucho – dijo el alfa sonriente.
El contrario asintió – Cuñado, tío Qiren, no se preocupen. Mi madre y padre irán conmigo. No les puedo decir mi paradero por protección, así que, por estos meses, el patriarca Yiling desaparecerá del ojo público. Cuídense y espero que no tengan problemas. En todo caso que suceda lo contrario, tienen mi número privado, tienen que decírmelo lo antes posible, de cualquier forma estaré al pendiente –
Los dos alfas asintieron, el mayor siendo el más satisfecho.
Las despedidas fueron formales, con una reverencia.
Uno de los hombres abrió la puerta de uno de los autos, donde el Omega entró.
Al estar acomodado, la puerta fue cerrada y los hombres de inmediato empezaron movimientos para introducirse a las otras camionetas.
En cuestión de minutos empezaron el viaje hacia el aeropuerto.
Al llegar, los hombres se desplegaron por el aeropuerto para adentrar al Omega a las áreas privadas.
Cuando estuvo seguro, algunos se encargaron de acomodar las cosas en el avión privado y a los minutos, una figura cubierta a su totalidad era dirigida y adentrada, para después a su mayoría abordar e irse. El avión iba rumbo a Miami, así que sería largo.
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El avión desplegaba y en una sala que tenía ventanal que apuntaba al lugar, el Omega despedía con la mirada y sin ningún aspecto de emoción, a aquellos que abordaban.
Cuando desapareció de su vista, su concentración del cielo fue interrumpida por unos toques en la puerta – ¡Pase! – dijo fuerte, pero con una sonrisa en rostro.
Las puertas fueron abiertas de inmediato – A-Xian, llegué – dijo una voz dulce y ligera.
– ShiJie – el Omega se levantó con la intención de ir frente a su hermana para abrazarla – ¿Dónde están nuestros padres? –.
Ambos se separaron ligeramente y respondió – Vienen en unos minutos, fueron a checar algunas cosas sobre los boletos de avión – dijo.
El Omega sonriente asintió – entonces tardaran un poco, es bueno que estés aquí para despedirme –.
La mayor acaricio ligeramente el cachete de su hermano y un poco más sería, sin dejar de ser pasible agrego – bueno, no vine sola –.
El Omega frunció ligeramente el ceño sin entender – ¿el pavo real también quiere despedirse? Si es así, dile que no es necesario –.
