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Era medio día y el trío caminaba en silencio por el bosque evitando el camino para no ser encontrados.
Takeshi no mostraba alguna expresión, mantenía sus sentimientos nulos mientras estaba completamente sumergido en sus pensamientos, en sus recuerdos y en su propia culpa.
—¿Qué haremos ahora?—le susurro Kattie a Hikaru.
—No lo sé. Supongo que deberíamos ir a algún pueblo, pero él está en estado de trance.
Indecisos en qué hacer se detuvieron, intentaron hablar con él pero era en vano. Nada podía animarlo. Ni Hikaru, que él con sus palabras pudo animarlo cuando perdió a sus padres. Y así se dio cuenta de lo mucho que se puede deprimir alguien valiente dispuesto a dar su vida por los demás; que puso corazón y alma en aquellos que no dudaron en insultar su nombre. Y pensar en eso le enoja muchísimos a Hikaru que estuvo con él todo el tiempo.
—¡Takeshi!—llamó una voz familiar; la voz de Mayl. Ambos miraron de donde provenía y vieron a esa chica aproximarse rápidamente hacía ellos.—, ¡Takeshi! Que bueno que estas vivo, al fin te encontré.—Mayl sin pensarlo lo rodeó fuertemente con sus brazos, y aunque este no correspondió, solo esperó a que por su cuenta se apartara.
—Mayl, no te vi en el pueblo. ¿Dónde habías estado?—preguntó Kattie.
Mayl se aclaró la garganta y respondió: —aprovechando el caos de la batalla, Takumi y yo decidimos robar el palacio vecino. Aunque él solo fue mi transporte. Al rato volvimos y vivos algo extraño, el pueblo estaba animado, estaba como en la celebración de una ceremonia, al enterarme de qué era me preocupé mucho y decidí buscarte.— Mayl miró de pies a cabeza a Takeshi, vio su aspecto triste y le compadece mucho saber que tenía otra mala noticia que darle.—: Takeshi, Hikaru, Kattie. Se ven cansado y sus heridas podrían empeorar. Conozco un lugar donde podrían descansar. Siganme.
Hikaru y Kattie estaban mas que dispuestos a seguirla, pero se detuvieron en seco al ver que Takeshi dudó un momento, su nivel de vulnerabilidad y desconfianza está demasiado alto. Pero Mayl se dio cuenta de eso y no se molestó por ello, en cambio lo tomó del brazo con suavidad y dijo: —hazme caso jovencito, tu salud y bienestar es lo que me preocupa. No tienes por qué desconfiar de mí.
Esas palabras pudieron lograr una mínima reacción, un pequeño relajo en sus expresiones faciales.
Luego de media hora los cuatro llegaron a un árbol con mayor grosor. El árbol tiene una escalera que lleva a una mediana casa del árbol.—: vengan, suban, la construí cuando era pequeña. Es seguro aquí.—comentó Mayl mientras subía felizmente por las escaleras.
Los otros tres se miraron a la cara, y luego de encogerse de hombros subieron en fila.
La casa no era muy grande pero tampoco demasiado pequeña. Los cuatro cabían con facilidad y sobraba espacio, además de que tenía unos estantes con cosas claramente robadas pero sin valor.
—Muchas gracias Mayl.—comentó Hikaru.
—De nada pero... Tengo algo que decirles.—respondió mirando directamente a los ojos de Takeshi.—, No quiero echarle mas leña al fuego pero... el nuevo Rey... decretó una orden de captura, darán una recompensa de cinco mil monedas de oro por quien lleve a Takeshi vivo o muerto.
—¡¿Qué?!—exclamaron exasperado. Pero Takeshi solo abrió sus labios para decir algo aunque se arrepintió y los cerró al instante.
—Para mí, como ladrona, sería un gran honor que dieran tanto por mi cabeza, pero se que para ustedes no es igual..
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Luang. De Lord a plebeyo.
Aventura¿Conoces la traición? Puede que sí, ¿pero conoces la verdadera traición? Una traición que va más allá de lo emocional o simple rechazo. Takeshi experimento tal traición de parte de su pueblo, quien a pesar de su diligencia, exigencia y esfuerzo para...